Temprano, a las 9:30, llegarán los distintos vehículos de la dirigencia nacional de Juntos por el Cambio a La Matanza para participar de una reunión que, en los papeles, se enfocará estrictamente en lo social. Habrá balances, exposiciones y un cierre casi dos horas y media después de iniciada la jornada que, más allá del contenido electoral programático, estará cruzada por las internas de las últimas semanas. La incorporación o no de Javier Milei es un tema cerrado para quienes le pusieron trabas al libertario pero no para todo el arco opositor, con protagonismo PRO. El pedido macrista de generar una diferenciación con el radicalismo, particularmente en el Congreso, también flotará en el aire aunque no estarían presentes todos sus exponentes. Gerardo Morales, presidente de la UCR, participará del cónclave pero Mauricio Macri no lo haría, según aseguró una fuente. Justamente fue él quien planteó los caminos distintos entre ambos partidos y la necesidad de marcar un corte.
Según la hoja de ruta, el encuentro en un salón de eventos ubicado en avenida General Enrique Mosconi al 2200, San Justo, estará estructurado en cinco instancias y culminará al mediodía. Después de una presentación muy breve, las distintas Fundaciones de los partidos de JxC harán un diagnóstico en materia social. En el área se destacan, por ejemplo, la ministra de Desarrollo porteña, María Migliore o Fernanda Reyes y Héctor Toty Flores de la Coalición Cívica.
Habrá intercambio con dirigentes de la mesa nacional y una "foto de familia". Algo así como la unidad más profunda a la que alguien pueda aspirar. Grillas hubo varias. Una más vieja hablaba de esta instantánea amigable y ampliada con referentes territoriales. La definitiva no ahonda en detalles pero, en ambos casos, demandará 15 minutos. En la rutina inicial también se planteó una conferencia de cierre, pero en la última este punto quedó fuera del escrito. Más allá del ceremonial y protocolo, toda la jornada formará parte de una tendencia superior en la oposición: la necesidad de darle un rol protagónico a las políticas sociales, de salir de las oficinas para bajar al territorio y de generar vínculos con los actores de este mundo.
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En ese contexto, las suspicacias. Gerardo Morales, que estuvo de gira en los últimos días, llegó el jueves a la noche y estará en La Matanza. La agenda social fue uno de los puntos impulsados por el radicalismo por lo que su presencia era casi descontada. Quien no estaría presente, al menos así lo confirmaron desde su círculo, sin cambios al cierre de esta nota, es Macri. Las invitaciones fueron cursadas a todos y, en caso de ausencia, las razones serían meramente personales.
La situación del líder amarillo con el partido centenario no es la mejor. Para el referente PRO, la UCR tiene una estructura que hoy va en contra de los lineamientos pautados, sin novedades en un mundo que las pide, con mayores impuestos. Casi una herejía. Por el avance de la ley de HIV o de cannabis industrial, el hombre de Boca pidió marcar una diferencia con la UCR aunque encontró trabas internas, como la de Horacio Rodríguez Larreta y los propios gobernadores del partido centenario, que decidieron priorizar la unidad.
Un texto publicado por Seúl, el "alterego" mediático de Macri en manos de Hernán Iglesias Illia, circuló por varios celulares macristas esta semana. En él se planteó, palabras más, palabras menos, que la UCR iba camino a la extinción, que la inclusión en Juntos por el Cambio la salvó de reducirse a una fuerza testimonial y que ahora, gracias a todo lo que hicieron por ella, se queja de ser el "furgón de cola". "Es lo que piensa Mauricio del radicalismo", dijo una fuente amarilla sobre esta publicación. O sea, las diferencias no serían solo de acción sino también de fondo, una suerte de falta de reconocimiento por todo lo hecho por el partido de los globos. Falta de reconocimiento que no sólo se limitó a lo discursivo, un "gracias" con palmadita en la espalda, sino que derivó en una suerte de rebelión y disputa del poder dentro de la alianza.
Macri no es el único que piensa de este modo. Hubo voceros que, después del almuerzo PRO donde se planteó la inquietud, defendieron las diferencias y se encargaron de difundir la postura. Será uno de los temas que, hasta terminada la reunión, flotarán en el aire como posibilidad de cortocircuito. Por lo pronto, las distancias entre la UCR y los amarillos no son totales. Larreta estuvo el viernes con tres gobernadores rojos, Morales, Gustavo Valdés y Rodolfo Suárez, en un encuentro que había sido pautado con un mes de anticipación y justo se dio en medio de las peleas internas. De todos modos, sirvió para mandar un mensaje y, de hecho, el jefe de gobierno apuesta o desea tener un vice radical, en caso de ganar el año que viene, para armar un equipo de coalición.
Otro de los temas que quedó flotando en el aire tiene nombre y apellido: Javier Milei. Hace tres semanas, Juntos por el Cambio se reunió y, dado el crecimiento del debate público, resolvió que toda nueva incorporación necesite del quórum de todos los socios y se apuntó al libertario como "funcional al Kirchnerismo" por intentar romper la alianza. Ese comunicado contó con la participación de todos y, según trascendió, fue la propia Patricia Bullrich la que se acercó a los redactores para garantizar la presencia de la identidad del diputado. Sin embargo, después aparecieron los arrepentimientos. Ella, Macri y macristas de Macri salieron a bajarle el tono, a decir que fue un "error" - algo que se ratificó en cada encuentro privado del PRO - y que solo se cerró el debate en la actualidad pero no en el futuro porque no le podés vetar el ingreso a alguien que nunca pidió entrar.
Esta discusión no le resulta para nada cómoda a la alianza. Para la UCR, es un tema terminado pese a los pataleos de su socio. Pero los amarillos no terminan de ponerse de acuerdo, se escriben muchos caracteres sobre el liberalismo, sobre el cambio que implicó el PRO en sus inicios, sobre cómo Juntos por el Cambio puede dinamitar todo eso aferrándose a un sistema en declive y sobre cómo la inacción de las palomas es funcional al crecimiento de Milei, alguien que les puede robar votos. El libertario, entiende un sector, es el único que pudo canalizar el descontento social con propuestas mágicas y sin dolor mientras la coalición opositora solo debate cuestiones morales y se pelea en internas.
Otro punto que podría mostrar algunas diferencias es el económico. Cuando Patricia Bullrich habló del camino irreversible de la dolarización, generó muchos rechazos. Algunos de ellos llegaron, por ejemplo, desde la Coalición Cívica. Su titular, Maximiliano Ferraro, la cruzó en Twitter al plantear que "¿para qué el trabajo de los equipos y la definición de prioridades programáticas y coordinación de la fundaciones del JxC? Sería bueno que respetemos el trabajo colaborativo y esfuerzo que están realizando". Las Fundaciones son, justamente, el espacio de puesta en común de los programas.
Esta situación, según algunos, generó algunos puntos de conflicto incluso dentro del propio equipo económico. Sin embargo, esto fue rechazado dado que, se explicó, las declaraciones de la presidenta del PRO fueron entendidas en sentido contrario a lo que ella quiso decir. Según se detalló, Bullrich sostuvo que la dolarización generaría un escenario irreversible y no que el camino hacia la dolarización era irreversible, un hecho. Más allá de las posibilidades de conflicto, se analizó en la previa que la reunión solo se acotaría a temas sociales teniendo en cuenta los malos resultados de la última, donde se abordó cierta estrategia electoral al cerrarle la puerta a Milei.