“Sin disidencias” y “por unanimidad”, los halcones de Juntos por el Cambio perdieron la batalla y el interbloque del Senado acompañará el proyecto para aprobar el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Después de intentar poner en duda el apoyo acordado la semana pasada ante la filtración de una suba en las retenciones, primó la postura moderada de facilitar la gambeta al default. Con la intención de evitar las críticas a Mauricio Macri, aunque el radicalismo le abrió la puerta a los cuestionamientos en las últimas semanas, el debate no mostrará mayores sorpresas y habrá espacio para plantear oposición a la suba de los derechos de exportación.
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Al mediodía, el interbloque opositor se reunió de manera presencial, en las oficinas del bloque de la UCR, para acordar lo ya acordado. Por unanimidad, se aportarán los dos tercios que hacen falta para habilitar un tratamiento sobre tablas y, sin disidencias, también se avanzó en garantizar todos votos positivos. De este modo, quienes apostaron por condicionar la sanción a la suba de las retenciones, terminaron perdiendo. Ganó la posición de aquellos que entendieron que una cosa no está vinculada a la otra, y que el pacto con el FMI no podía ser puesto en duda por una decisión de este tamaño que, incluso, aún no fue anunciada de manera oficial.
Desde el bloque PRO, tal vez el espacio que más incertidumbre planteó en las últimas horas, aclararon el miércoles que “la aprobación del proyecto no va a estar condicionada al tema de retenciones”, aunque se anticipó que “algunos senadores” tal vez hagan mención durante el debate que comenzará a las 14. Sin embargo, esas críticas no implicarán una falta de acompañamiento, como puede llegar a ser, se mencionó, el caso de Alfredo De Ángeli.
Cerca del senador de Entre Ríos plantearon algo similar. “Seguro” va a plantear algo pero acompañará el acuerdo con el FMI. Para el dirigente rural, el Gobierno “sigue destruyendo el aparato productivo con más impuestos y recetas que nos llevan a un solo lugar: más desempleo, menos inversiones y más desconfianza a los sectores productivos”, por lo tanto “la desesperanza es total. BASTA de impuestos, basta de ahogar a los laburantes!”, sostuvo en su cuenta de Twitter en las últimas horas. Un discurso similar al que tendría durante el debate de este jueves.
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Fue Macri
En las negociaciones en la Cámara de Diputados, Juntos por el Cambio logró eliminar toda mención y referencia a la deuda “impagable” contraída por Mauricio Macri y la referencia al ex presidente de la Nación. Ese fragmento estaba incluido dentro de los fundamentos del acuerdo con el Fondo y, debilidad oficialista mediante, quedó fuera del texto al igual que el programa de medidas económicas para cumplir con las metas impuestas por el FMI.
Eso terminó de convencer a los halcones de que era el mejor resultado que podrían obtener dentro de una situación tan delicada pero no sirvió para calmar las aguas hacia adentro. En más de una ocasión, el presidente del radicalismo, Gerardo Morales, apuntó contra Macri por haber contraído la deuda más grande de la historia. Eso, junto a su actitud proclive a facilitar el pacto a como dé lugar, lo llevó a ser blanco de varias críticas dentro de su partido pero, especialmente, desde el PRO. Fue el propio Mauricio el que, la semana pasada en un Zoom PRO, lo acusó de ser “funcional al kirchnerismo”.
“No sé por qué se agravian algunos colegas de Juntos por el Cambio sobre lo que es una realidad que además conoce todo el país. Que yo recuerde, el ex presidente Macri nos notificó minutos antes que hacía la conferencia para anunciar que iniciaban o tenían casi un acuerdo con el FMI, al radicalismo y a las otras fuerzas políticas”, dijo el jujeño a radio Continental en enero y ratificó: “Que yo sepa, quienes acudimos al Fondo Monetario fue nuestra gestión de gobierno”.
Algo similar planteó durante el plenario de las comisiones de Presupuesto y Finanzas en Diputados la semana pasada, el día en que se comenzó a gestar el acuerdo con el oficialismo: “Es cierto que esta deuda la tomamos nosotros, y me hago cargo, más allá de las participaciones, y tuvo que ver con una decisión de nuestro gobierno. Algunos halcones me pegan por esto pero esta es la realidad". Efectivamente, así fue. De hecho, el principal cuestionamiento sobre su persona radicó en que nunca cuestionó el programa de medidas económicas y siempre estuvo a favor de facilitar el acuerdo, incluso con esos anexos.
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La derrota halcón
El ala más dura de Juntos por el Cambio, prácticamente concentrada en el sector combativo del PRO, optó desde el principio por poner palos en la rueda. Patricia Bullrich fue la que planteó que cualquier situación de default sería solo responsabilidad del Gobierno y, según contaron fuentes que la tratan en el cotidiano, no logró ver que también la oposición quedaría como culpable.
Después de varios enojos internos, cruces en reuniones de la mesa nacional y la necesidad de dejar de hablar por el conjunto para solo limitarse a hacerlo a título personal, finalmente cedió. Poco antes del entendimiento con el Gobierno, la líder del PRO todavía mantenía su postura favorable a derogar la ley que obliga a que la deuda pase por el Congreso, en caso de que el Ejecutivo no lograra alinear a la tropa.
Con la eliminación del programa económico y la responsabilidad macrista, ella terminó accediendo a acompañar. Una victoria que se adjudicaron, a nivel general, los críticos facilitadores, la tercera posición de no votar a favor a título cerrado sino con concesiones. Pero ese consenso se rompió con la filtración de las retenciones.
Fue el ala dura del PRO la que quiso poner en duda la garantía de votos en el Senado pese a que le explicaron que son dos temas diferentes. Al final, los legisladores de la Cámara Alta facilitarán y acompañarán, dejando a los halcones heridos. De este sector, sin embargo, dirán que ganaron porque el Gobierno no incrementará el impuesto a granos, como algunos especularon.
¿Quién paga?
El diputado cordobés del Frente de Todos, Pablo Carro, presentó un proyecto de ley de Aporte Solidario y Temporario para mitigar el Impacto del Endeudamiento con el FMI. El legislador explicó que deberá ser pagado por 10 años por las personas más ricas del país con el objetivo de aminorar la deuda con el FMI. Sería para las mayores fortunas, con patrimonios declarados superiores a 320 millones de pesos.
Desde el radicalismo en la Cámara Baja aseguraron que aún no tuvo trascendencia interna esta iniciativa, algo en lo que también coincidió un relevante diputado del PRO que, para marcar la imposibilidad de una consideración, le dijo a El Destape que sólo podrían tenerlo en cuenta si se "baja a cero" el déficit de Aerolíneas Argentinas, un caballito de batalla nunca abandonado.