La falta de conducción, la mega fragmentación en diez bloques y un mal cálculo en el poroteo previo derivaron en una suerte de caos interno en Juntos por el Cambio. Dos votos separaron a la oposición del triunfo en el debate de Bienes Personales en Diputados, sesión convocada por una alianza que no pudo reaccionar ante las modificaciones propuestas por el Frente de Todos, que no consiguió garantizar el quórum pese a la creencia de tener 130 legisladores asegurados y que, por si no alcanzara, perdió. Ahora, el oficialismo podría sancionar la iniciativa el miércoles 29 y, en el Senado, volverá a arruinar otra jugada cambiemita.
El jueves pasado, cuando Silvia Lospennato pidió convocar a la comisión de Presupuesto para avanzar con el proyecto, 130 diputados acompañaron la solicitud y algunos pensaron que ese número se traduciría en votos. Pero no fueron votos ni fueron quórum. De no haber sido por el Frente de Todos, que decidió bajar al recinto para habilitar el debate con la casi certeza de la victoria, la discusión no hubiera tenido lugar pero lo tuvo, dejó varias caras largas en la oposición y profundizó la interna de radicales contra radicales, extensiva a otros espacios que comenzaron a tomar partido. Cada bloque de Cambiemos se encargó de contabilizar y asegurar la presencia de sus diputados. Los de la UCR tradicional, que de yapa tuvieron la visita del presidente del partido Gerardo Morales, llevaron sus 33 pero Evolución registró un faltazo polémico.
En total, hubo tres ausentes. Camila Crescimbeni (PRO) por Covid positivo, Álvaro González (PRO) de licencia desde el 10 al 26 de diciembre por cuestiones privadas, y Gabriela Brouwer de Koning (Evolución), también por temas personales. Según se dijo, la diputada que asumió hace menos de dos semanas estaría de vacaciones. En ese contexto, un legislador macrista apuntó directamente contra este espacio radical "renovador" y adelantó que todos los cañones estarán dirigidos hacia ese sector. La interna de la UCR se recrudeció y desde el bando tradicional se celebró el error enemigo. Más allá de la chicana, con el voto de Brouwer de Koning la oposición no hubiera triunfado. Sólo podría haber forzado un empate que dejaría en el punto de penal a Sergio Massa, oficialista, para inclinar la balanza hacia el Frente de Todos. O sea, necesitaban dos voluntades más y no sólo una.
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Después del debate del martes, desde un sector opositor se explicó que creyeron contar con las 130 voluntades que consiguieron la semana pasada para impulsar el tratamiento del proyecto, pero algunas de ellas decidieron cambiar su decisión. Algo obvio. Ese número podía haberse tenido en cuenta para el quórum pero no para la votación. Ahí ingresaron las modificaciones oficialistas que mejoraron el proyecto haciéndolo más progresivo. Se dejó la suba del piso del impuesto a seis millones de pesos, se incrementaron alícuotas para quienes tengan declarados más de cien o trescientos millones y se restituyó el pago para quienes tengan bienes en el exterior. Esto sirvió para colectar más votos y Cambiemos no pudo reaccionar. No buscaron mejorar la iniciativa, se mantuvieron en la posición original y perdieron una sesión que ellos mismos habían convocado. Según reveló un diputado, la falta de coordinación derivó en la ausencia de estrategias, lo que los dejó en offside. Y el Frente de Todos lo supo aprovechar.
Así, el conflicto interno se desató con lo ajustado del resultado de la votación. 127 afirmativos contra 126 negativos, números que dejaron en evidencia a los ausentes. Brouwer de Koning se llevó la peor parte por ser integrante de un bloque que llegó con el discurso de la renovación y la revolución pero no pudo conseguir que sus 12 miembros estén presentes y porque, según lanzaron desde el Congreso, estaba de vacaciones. González, en tanto, pidió licencia para poder visitar a su hija en Alemania, a quien no ve hace tiempo. Con ambos en sus bancas, la oposición podría haber triunfado. El faltazo de González, sin embargo, no generó tanta polémica porque ya se sabía que no iba a estar.
Entonces, no sólo el oficialismo ganó la votación sino que la oposición fue la responsable de no haber celebrado la victoria. El problema central estuvo en la carencia de coordinación. Sin un jefe de interbloque, cada uno de los diez espacios tuvo que garantizar la presencia de sus diputados. La elección de un jefe de interbloque todavía deberá esperar. Según los cálculos, recién podría definirse para el inicio de las sesiones ordinarias y una batalla nueva tendrá lugar. Patricia Bullrich ya le adelantó a Gerardo Morales que no cederán la silla que, en principio, ocuparía Cristian Ritondo. La advertencia no fue menor, ya que el nuevo titular de la UCR deslizó que Rodrigo De Loredo podría ocupar el espacio. ¿Habrá reunificación radical si no se entrega esta "vocería"?
Ahora será el turno del Senado, que también invalidó a Cambiemos. El interbloque opositor dejó trascender que no colaboraría con los dos tercios necesarios para tratar los cambios sobre tablas. Pero el oficialismo se anticipó, convocó a una reunión de la comisión de Presupuesto para este miércoles a las 11:30 y avanzará con el dictamen. Con ese movimiento, el Frente no necesitará de dos tercios para habilitar el debate porque pasarán siete días entre la firma del dictamen y la sesión del 29 de diciembre, día en que se podría sancionar la norma.
Mesa nacional
Casi sobre el cierre del debate en Diputados, se reunieron los presidentes de los partidos miembro de Cambiemos en la sede del Comité Radical. En el encuentro resolvieron una reunión de la mesa nacional el lunes de la semana que viene, espacio que estará integrado por los presidentes de los partidos, los jefes de los bloques e interbloques parlamentarios y los gobernadores. Por la división en Diputados, la concurrencia será numerosa.
Más allá del balance del año y los objetivos electorales para el 2023, algunos temas calientes podrían llegar a abordarse en el encuentro. La descoordinación por Bienes Personales podría ser uno de ellos. Pero también las presiones a la Coalición Cívica para que acompañe el rechazo del Presupuesto la semana pasada. Esta negativa generó tanta incertidumbre que cuatro gobernadores cambiemitas se reunieron este martes para pedir que el Gobierno envíe otra ley de leyes al Congreso, más "realista", "creíble" y que "no discrimine a las provincias". Se trata de Horacio Rodríguez Larreta, Gerardo Morales, Rodolfo Suárez y Gustavo Valdés. El oficialismo ya adelantó que habrá prórroga del Presupuesto 2021.
Pese a ello, en el Comité radical se destacó la unidad opositora que condujo a las victorias electorales de septiembre y noviembre y renovaron el compromiso para continuar consolidando el espacio con el objetivo de lograr un gobierno de Juntos por el Cambio en 2023. Meta que seguramente estará sobre la mesa en la reunión del lunes.