Entre Ríos, la provincia de la milagrosa unidad PRO

Rogelio Frigerio se convirtió en el candidato indiscutido del macrismo que está, 100%, detrás de su postulación. Forma parte de un frente muy amplio y ya incorporó el apoyo de algunos intendentes radicales aunque Gerardo Morales bendijo a un nombre propio para ir por la PASO.

01 de diciembre, 2022 | 00.05

Entre Ríos es una provincia clave para el posicionamiento de Juntos por el Cambio y del Frente de Todos a partir del 2023. El distrito forma parte del gran cordón del centro productivo argentino y la oposición tiene todas las intenciones de conquistarlo para, sin menospreciar al peronismo, sacar al PJ de la conducción del territorio. Para lograrlo, mostró una fuerte unidad detrás de la figura de Rogelio Frigerio, actual diputado nacional y ex ministro del Interior de Mauricio Macri, que logró aglutinar detrás suyo a todo el PRO y parte del radicalismo, aunque la conducción del partido centenario haya apoyado públicamente a otro postulante.

En la provincia del litoral, todavía no fueron definidas las fechas de las elecciones, que serán dispuestas por el gobernador Gustavo Bordet. En general, los comicios supieron darse en forma anticipada, desdoblados de las nacionales, y sólo en 2015 sufrieron una unificación, momento en el que ganó el peronismo por un margen muy estrecho. En 2019, a nivel país y con la carrera a las urnas por separado, la fórmula Macri – Miguel Ángel Pichetto tuvo un resultado levemente favorable, con el 44,47% de los sufragios frente al 44,37% del binomio Alberto Fernández – Cristina Kirchner. Pero las locales, en cambio, mostraron vencedor, por amplia diferencia, al actual mandatario, con más del 57% de las voluntades frente al 35% de Atilio Benedetti, de Cambiemos.

Ahora, Frigerio pareciera estar cómodo en Entre Ríos. Hace rato tiene su equipo de gobierno y se dedicó a recorrer la provincia y generar alianzas regionales. El diputado, más o menos, se mantiene en los mismos niveles en las encuestas, muy similares a los del año pasado, cuando encabezó la lista de las legislativas. En 2021, logró el 54% de los votos frente al casi 32% del oficialismo. Pero decidió no subestimar al peronismo, fuerte en la provinca.

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El oficialismo todavía no mostró un candidato firme pero se vieron varios anotados. Por un lado, Enrique Cresto, intendente de Concordia y de buena relación con el gobierno nacional, que se postuló en las legislativas del año pasado y perdió. También el alcalde de Gualeguaychú, Esteban Piaggio, con vínculos favorables con el kirchnerismo y Adán Bhal, cacique de Paraná que, en principio, iría por la reelección municipal. También se anotaron la vicegobernadora actual, Laura Stratta, y el diputado Marcelo Casaretto.

En Cambiemos, en tanto, la unificación se mostró casi total. Tanto que Alfredo de Ángeli, por ejemplo, no se postulará para disputar la provincia porque “el candidato es Rogelio”. Frigerio está con el Frente Juntos por Entre Ríos, compuesto por más de trece partidos que incluyen, por ejemplo, al espacio de Pichetto, al liberalismo de Ricardo López Murphy, el macrismo, el MID, entre otros. Además, también contabiliza el apoyo de algunos intendentes del radicalismo, otros tantos del vecinalismo (no kirchneristas y no cambiemitas) y una pata peronista dentro del armado, como la del ex gobernador Mario Moine que está trabajando con el ex ministro de Macri.

Sin embargo, también apareció un sector del radicalismo para intentar disputar la interna. En la provincia, la PASO es obligatoria por lo que no está en discusión y se realizará. En esa primaria podrían enfrentarse Frigerio y algún nombre de la UCR, como el ya bendecido por Gerardo Morales, Pedro Galimberti, alcalde de Chajarí que perdió el año pasado contra el PRO, o Darío Schneider, cacique de Crespo, que también podría animarse a la competencia intra alianza.

El ex ministro se mostró a favor de competir en la PASO en caso de no llegar a un acuerdo pero, si bien mostró una buena relación con los posibles contrincantes, los radicales no tendrían el acompañamiento de todos los intendentes de su partido ni de algunos importantes referentes nacionales como Martín Lousteau, Gustavo Valdés o Alfredo Cornejo. Morales y Facundo Manes todavía están en modo ubicación, en busca de un destino.

Hace tres semanas, Morales visitó la provincia y lanzó que Galimberti “es nuestro mejor candidato a gobernador”, pero cuando le preguntaron si, en caso de sostener su candidatura presidencial, pegaría su boleta a la de Frigerio, no lo descartó. Sostuvo que “es muy prematuro” y que “falta mucho tiempo para eso” pero que “hay que garantizar para el país un gobierno de coalición de verdad” aunque “la decisión del radicalismo en todo el país es apoyar a todos los candidatos del radicalismo, que tengamos la mayor cantidad de gobernadores posible”. Por eso, sostuvo que “donde haya un candidato radical a gobernador o a la categoría que fuera, ahí estaré”.

Frigerio también sumó la semana pasada, a sus equipos técnicos, al rector de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, Luciano Filipuzzi, de militancia peronista. Si bien eso generó varios titulares, no fue el único porque incorporó a varias casas de altos estudios a sus grupos de trabajo para la candidatura.

En una entrevista al portal Análisis, Filipuzzi confirmó su afiliación al peronsimo y aseguró que la decisión de sumarse al equipo de Frigerio no fue “sencilla ni fácil” pero estuvo vinculada a “convicciones propias” porque concibe la política “como una herramienta para producir cambios” y desde la gestión académica, “enfrentó” la situación “atrasada” del Estado y encontró, con el ex ministro de Macri, un lugar para poder plantear sus pensamientos.

El armado, que se empezó a perfilar con fuerza después del resultado de las elecciones del año pasado. Frigerio se mostró como una figura nexo, anti grieta dentro de Juntos por el Cambio, lo que redundó en la unidad tras su candidatura. Recibió a todos los dirigentes de todos los espacios políticos y la mayoría de los referentes buscó su foto con él, no necesariamente al revés. Esto demostraría que, para la alianza, las PASO potentes, con peleas públicas, no serían indispensables en todos los distritos. Otro ejemplo de ello podría ser, por ejemplo, Buenos Aires.

Si Cambiemos lograra el triunfo en el distrito entrerriano, como esperan hacerlo aunque sin gritarlo de forma anticipada, podrían terminar de completar el cinturón amarillo en el centro del país. En el objetivo de los “posibles”, están Santa Fe, con el avance del frente de frentes que incluya al socialismo y al progresismo, el mantenimiento de Corrientes, que tiene mandato radical por tres años más, el sostenimiento de Mendoza, la fuerte competencia en Córdoba y en territorio bonaerense, la CABA y, por qué no, en La Pampa.

La repartición, en caso de darse ese escenario, quedaría así: Corrientes, Santa Fe, Mendoza y, por supuesto, Jujuy, para la UCR. Entre Ríos, La Pampa y Buenos Aires y CABA, para el PRO. Nada de eso es seguro por ahora, aunque en tierras santafesinas y entrerrianas el panorama les imprime sonrisas cuidadosas.

En el caso de Frigerio, a diferencia de lo que se mostró, hasta ahora, en Santa Fe, CABA y Buenos Aires, las grietas nacionales dejarían de tener sentido y no se mostrarían, como caso testigo, en Entre Ríos. En los otros distritos sí se vieron las divisiones entre los halcones y las palomas, entre los radicales y los macristas, con inicidencia de la Coalición Cívica en cuestiones puntuales. Pero, para este territorio en particular, esas peleas podrían quedar a un lado.