Con la intención de no quedar fuera del balotaje, Patricia Bullrich empezará con una campaña mucho más profesional que la encarada para las PASO. Habrá foco en Javier Milei para, sin atacarlo, demostrar lo impracticable de sus ideas. Pero también se pondrá el ojo en el kirchnerismo, el histórico límite de Juntos por el Cambio. El concepto central será bastante sencillo, con La Libertad Avanza, sin estructura, el peronismo volverá rápido. Con la alianza, no ya que la transformación sería sostenible en el tiempo.
La primera etapa de Patricia, la más difícil para ella, se enfocó en Horacio Rodríguez Larreta. Juntos por el Cambio fue la única alianza que enfrentó PASO reales y competitivas y la ex ministra no buscó generar un discurso para octubre sino consolidar el núcleo duro. No miró a Sergio Massa ni al libertario sino al jefe de Gobierno. Por lo tanto, el segundo paso será completamente diferente, por varias razones.
A la espera de los resultados de los focous group, el bullrichismo ya dejó en evidencia al menos dos ejes de esta nueva etapa. El eje será “orden versus caos”, el caos que vive el país y la necesidad de salir de él evitando la generación de más caos. Con la primera parte del razonamiento, el golpe está destinado al kirchnerismo. Con la segunda, a Javier Milei.
El libertario se quedó con el concepto de lo novedoso, por lo que el choque ahora buscará concentrarse en la seguridad y el orden. Es que Juntos por el Cambio se ubicó en una situación rara entre la extrema derecha y el peronismo. Bullrich pareció ocupar el lugar incómodo que supo tener Horacio Rodríguez Larreta, el del medio. El jefe de Gobierno, el jueves dijo que pondrá todo para que ella sea “presidente”.
Frente a eso, Patricia reforzará la idea de ser la propietaria de la fuerza que se necesita para hacer un cambio duradero, posible y mostrar un gobierno con estabilidad que dure más que algunos meses, que es lo que le podría pasar a Javier Milei en caso de ganar las elecciones. No sólo por la falta de estructura – que podría ser llenada con Mauricio Macri y su reciente amor político por el libertario – sino, sobre todo, por la debilidad parlamentaria.
Si bien algunos empezaron a comer el postre antes que el plato principal e imaginaron una mayoría a favor de Milei para el 2025, lo cierto es que aún con la mejor elección no tendrá un bloque importante en el Congreso y si no llega a conseguir un tercio de la representación para frenar juicios políticos, por ejemplo, podría ser destituido. La otra opción es que lo cierre por completo ante semejante debilidad.
Con esta idea de un salto al abismo en caso de elegir la opción Milei, el bullrichismo intentará instalar que con JxC el kirchnerismo puede no volver a gobernar la Argentina mientras que con el libertario puede volver en cualquier momento por la situación de crisis generada y la fragilidad de un mandato suyo.
Entonces, no se abandonará al enemigo principal, que es el peronismo. Pero Patricia deberá jugar varios juegos a la vez. Contra el gobierno, contra las ideas de Milei sin herir los sentimientos de su electorado – de donde podría robar votos -, a favor de retener los sufragios propios, los de Larreta y con la necesidad de generar militancia de la propia dirigencia. El jueves se encontró con gobernadores para mostrar unidad, espalda y, sobre todo, liderazgo después de los mensajes confusos de Macri.
Hubo presencia y mensajes de 14 gobernadores actuales, electos y con posibilidades de ser elegidos en sus provincias además de 70 diputados y senadores electos y en ejercicio y la fórmula presidencial. De la foto formó parte Larreta, la nota color de ese día. El encuentro fue organizado por tres alfiles, Damián Arabia, candidato a diputado y mano derecha de Patricia; Cristian Ritondo, uno de los hombres fuertes en Buenos Aires, y Maximiliano Abad, titular de la UCR en esa provincia.
En este segundo tramo, la campaña de Patricia será más sofisticada porque habrá una segmentación y porque la competencia, en materia de recursos, será más igualitaria que en las PASO. Larreta fue un tanque con caja, medios de comunicación y estructura. Todos condimentos que Bullrich no tuvo en la misma medida y aún así pudo triunfar. Milei no tiene eso, si bien ganó muchos minutos en pantalla. Entonces no habrá un David contra Goliat.
Con eso como base, el discurso no será “el cambio duro versus el cambio tibio”, porque la gente ya eligió la mano más combativa y profunda, no la transformación lavada. Ahora será “orden versus caos” aplicado a la nación y a Buenos Aires, la provincia a conquistar para eliminar la guarida kirchnerista. Creen que con el apoyo de Diego Santilli los votos no se van a perder en el universo del peronismo ni irán con Carolina Píparo, por lo tanto se quedarán en JxC con la posibilidad concreta de elevar el caudal de votos.
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La estrategia también estará concentrada en Córdoba y Mendoza, dos provincias en las que perdieron votos y son casi propias. Por lo que habrá muchas acciones dirigidas a esos votantes. En la segunda, JxC quedó con la medalla de plata, 172.360 sufragios abajo de Javier Milei en la categoría presidencial. En la primera, apenas si alcanzó la de bronce con 48.726 voluntades abajo de Juan Schiaretti y 173.228 de los libertarios. Una catástrofe.
En Santa Fe, otro distrito que buscarán conquistar en septiembre, quedaron segundos a 66.448 votos de La Libertad Avanza. Pero esta provincia no causó el mismo impacto que las otras dos – y el posibilismo bonaerense – dado que suele ser socialista, por lo que importó pero no dolió. De todos modos, incrementar las voluntades allí será importante.
Además del trabajo territorial, de la foto de unidad del jueves y de un plan económico más concreto comenzado a charlar el viernes, se buscarán las debilidades de los adversarios. Con el kirchnerismo, el desorden del país. Con los libertarios, la imposibilidad de sus ideas y la imagen machista de su candidato. Milei tuvo el doble de votos de hombres que de mujeres.
Se abrió una posibilidad allí. Habrá mensajes destinados a las mujeres que optaron por acompañar al “peluca” que, evidentemente, forman parte de un sector que no termina de referenciarse en él por considerar que irá en contra de varios derechos adquiridos y que no tiene un mensaje de inclusión. Entonces será un universo a explotar para conquistar y atraer.
Donde se vieron algunas flaquezas fue en lo económico. El viernes se reunieron los equipos de las cuatro Fundaciones para pulir la puesta discursiva dado que el plan ya fue trabajado por años. En principio, habrá esfuerzos para concentrarse en el aspecto positivo de este programa para bajar la inflación con la intención de mostrar que JxC es el único espacio político con mayoría parlamentaria para, desde el 10 de diciembre, aprobar reformas.
Las dos principales leyes para conseguir la baja de la inflación serán la de la independencia del Banco Central y de presupuesto equilibrado, que incluye parte de reforma del Estado para que nunca más haya que "usar la maquinita". Con eso, consideran que se reducirá el indicador y Milei, al no tener fuerza en el Congreso, no podría hacerse de las herramientas.
Siempre sin ridiculizar al candidato sino sólo mostrando lo impracticable o errado de sus ideas. Incluso contradictorias con la imagen que quiere vender. La libertad de elección del bimonetarismo versus el corset de la imposición de la dolarización. El mantenimiento del status qúo al votar contra las reformas a la ley de alquileres fueron algunos de los ejemplos.
Pero el concepto central será que Juntos por el Cambio es la única garantía, por experiencia, estructura y posibilismo, para que el kirchnerismo no vuelva a gobernar la Argentina ya que Milei se convertiría en un presidente débil con ideas impracticables que pondrían el “vamos a volver” en boca de los peronistas, una vez más.