En modo campaña, Macri abrazó al campo y sintió el rigor de la memoria en el conurbano

El ex presidente abandonó las zonas favorables y viajó al oeste del conurbano donde, entre los vídeos amables, se coló una situación incómoda. Antes, el refuerzo a la estrategia opositora de consolidar el voto de la zona centro del país con fuertes guiños al agro.

21 de julio, 2022 | 00.05

Las apariciones de Mauricio Macri en el norte de la Ciudad y la provincia le dieron un envión. Los aplausos en un bar y las fotos en la calle de un municipio amigo alimentaron la autoestima del líder PRO y su intento de reivindicarse post derrota electoral. Pero como algunos pidieron, finalmente tuvo lugar el experimento de colocarlo en una zona menos favorable para él. No fue a La Matanza como se solicitó, por lo bajo, luego de su presencia en Recoleta, pero estuvo en zona Oeste y no hubo solamente flashes.

Al ex presidente le rechazaron un apretón de manos y le pidieron que ayude, que le dé de comer a la gente con la plata que se "robó". Junto a Hernán Lombardi, una figura de su riñón, Macri se aventuró a recorrer las calles de Ituzaingó. Además de la captura viral, hubo varios vídeos muy cortos y, los filmados por ellos, todos favorables. Con fotos y con pedidos de un retorno al poder. Dos escenas completamente opuestas pero esperables en un conurbano hostil para el dirigente, con situaciones incómodas pero, al mismo tiempo, aceptación festejada en el partido amarillo. Lo cierto es que, más allá del deporte de riesgo que significó semejante travesía M, las apariciones se convirtieron en un importante factor político.

Macri, frente a la delicada situación económica actual, entendió que podría tener un segundo tiempo y que podría ser reivindicado. Sus bajadas al territorio son parte de ese proceso de revalorización. Una suerte de prueba en la vida real sobre la aceptación que pueda cosechar. Después de su foto en Lanús, una aparición para nada publicitada que, de hecho, no tuvo una instantánea producida, hubo sorpresa. No era una zona fácil pero salió airoso. Luego se mostró en un bar de Recoleta, donde fue aplaudido y generó más entusiasmo. No sólo se difundió el recibimiento sino que incluso se comentó en el círculo amarillo. Ahí fue cuando se pidió, un poco en broma pero también de verdad, que la zona le era favorable y que sería interesante verlo en La Matanza.

Es que antes de esos aplausos había ido a La Plata, en una recorrida casi íntima con María Eugenia Vidal, Cristian Ritondo y el intendente Julio Garro. Y después, el martes, en Vicente López con su primo Jorge y la intendenta Soledad Martínez. Un distrito en el que juega de local. Pero finalmente se aceptó el reto y viajó hasta Ituzaingó. Después de esa visita algo problemática, el líder amarillo mantendrá unos días de calma. No tiene en agenda nuevos recorridos para esta semana ni un viaje al exterior, según confiaron cerca suyo. 

Macri volvió de un viaje por Europa el lunes, justo para ocupar la agenda con estas caminatas y una reunión de la mesa nacional de Juntos por el Cambio con fuertes críticas al Gobierno, tanto en materia económica como judicial, y la premisa de que el único responsable del futuro inmediato del país es el Frente de Todos. Por lo tanto, el diálogo quedó descartado, así lo manifestaron Maximiliano Ferraro y Juan Manuel López de la Coalición Cívica que, un día después del mitin, aseguraron que "el único ámbito institucional de la oposición es el Congreso de la Nación" y que "los trascendidos sobre diálogo con la oposición son difíciles de entender cuando no hay diálogo en el Frente de Todos".

Entonces, la única propuesta que salió de la mesa nacional fue el ajuste y el impulso de un proyecto para garantizar la autonomía del Banco Central. Posturas que ampliaron distintos dirigentes, en línea con lo expuesto por la alianza, al manifestar su apoyo al sector concentrado del agro, al que calificaron como motor del país, y el rechazo a la suba de las retenciones.

En 2019, muchos votos del cordón centro del país, vinculados al agro, volcaron sus preferencias hacia el Frente de Todos. Situación que el año pasado Juntos por el Cambio revirtió, recuperó el apoyo y ahora buscará consolidarlo. Una representación natural para la alianza opositora, defensora de los grandes productores y exportadores que rechazan medidas como los derechos de exportación. Las apariciones y posicionamientos de la última semana fueron en ese sentido, para garantizar un acompañamiento en 2023.

La nota publicada por Macri en Infobae, con una crítica al gobierno que, para él, no aprovechó las oportunidades y ahogó al campo, sirvió como un posicionamiento del ex presidente pero también de sus dirigentes más cercanos, que replicaron el mensaje. Funcionó, también, como un acto de presencia luego de la ausencia notoria en el lockout del miércoles pasado. Como lo hizo Horacio Rodríguez Larreta el martes en la inauguración de la Exposición Rural, donde marcó la oposición a cualquier intento de desacoplar precios internacionales de los locales mediante una suba de las retenciones. El jefe de Gobierno estuvo el martes a la noche con Elisa Carrió y Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica, parte de distintos encuentros que la ex diputada mantiene con referentes del espacio, como ya hizo con Macri y Gerardo Morales. En esta oportunidad, hizo foco en la necesidad de que JxC sostenga las instituciones de la democracia y aborde problemas vinculados a la economía, seguridad y educación.

A la línea de gestos al sector productivo también se sumaron Patricia Bullrich y Rogelio Frigerio, que recorrieron juntos Entre Ríos para reunirse con productores. "El campo es parte de la solución de los problemas" del país, dijo la titular del PRO. Regresada de un viaje de estudios en Europa, la ex ministra se enfocó en la zona productiva y su reunión con el ex titular del ministerio del Interior marcó un nuevo acercamiento al sector. El actual diputado fue el que, llamado de Diego Santilli mediante, coordinó con la radical Carolina Losada para hacer presencia, la única, en la manifestación de la mesa de enlace de la semana pasada.

De muy buena relación con todos los sectores de Juntos por el Cambio, Frigerio se convirtió en el candidato de la oposición con más chances para intentar disputar la gobernación de Entre Ríos. Es amigo de Larreta, de Bullrich, se lleva bien con Macri y con los gobernadores radicales, con quienes forjó un vínculo en su paso por la cartera de Interior. Por el momento, prefirió no meterse en la interna nacional, no potenciar las disputas hacia adentro, y apostó por recibir a todos en la provincia mientras trabaja en un plan de gobierno y hace recorridas municipales todas las semanas.

Por ahora, la alianza no comunicó su plan de gobierno. Con todas medidas atadas a lo económico, los lineamientos todavía no terminaron de escribirse producto de la incertidumbre por los números macro, pero sí hubo algunas sugerencias. Respecto al agro, puntualmente, la baja progresiva de las retenciones según volumen producido. Para Juntos por el Cambio, incentivos de este estilo generarían una mayor producción y, por lo tanto, mayor ingreso de dólares que, con un fuerte ajuste de las cuentas internas, empezaría a acomodar la balanza del déficit fiscal. Como consecuencia de ese presunto ordenamiento, la lluvia de inversiones prometida en 2015 y que no llegó porque, en aquel momento, no se tomaron las medidas que debían tomarse.