Al caer del sol, Mauricio Macri volverá a las pistas el jueves. Con un acto en La Boca, presentará al equipo del PRO nacional. El lanzamiento del partido que postergó desde que se convirtió, una vez más, en presidente del espacio amarillo. No quiso reaparecer en primera plana durante los inicios del gobierno de Javier Milei pero ahora, con las leyes inaugurales aprobadas y la responsabilidad depositada enteramente en la Casa Rosada, lo hará.
El escenario será la Ciudad de Buenos Aires, donde una encuesta reservada muestra el sello PRO en una situación electoral incómoda ya que, por primera vez, un jefe de Gobierno tiene diferencial negativo a la hora de medir la imagen. Las críticas llegan desde el interior del partido, donde se remarca que, más allá de los recursos, la Capital Federal necesita de una entrega constante.
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El barrio será La Boca, donde Macri supo transitar y formar su carrera política al calor del club Boca Juniors. Será a dos cuadras de la Usina del Arte y ocho de la cancha del Xeneize, en el Arena Studios. Se trata de un amplio predio formado tras la recuperación de un espacio industrial en el que funcionaba la Compañía Italo-Argentina de Electricidad (CIAE), que generaba energía eléctrica para abastecer al Puerto de Buenos Aires. Actualmente cuenta con locaciones de más de 20.000 mts2 y sets de filmación.
Las invitaciones fueron cursadas el viernes y llegaron a las casillas de mail de los invitados. El ingreso será bastante controlado, ya que cada asistente tendrá que mostrar un código QR para poder acceder. Está previsto que las puertas se abran a las 17, pero el plato fuerte llegará una hora y media más tarde.
Mauricio Macri no será el único orador, pero sí el más esperado. Sus palabras llegarán pasadas las 18:30, pero se esperan exposiciones previas de dirigentes. Se espera que hablen algunos intendentes amarillos, que los tres gobernadores PRO den una charla y, en total, unos tres paneles. El ex presidente va a ser quien cierre el evento.
Soledad Martínez, intendenta de Vicente López y vice del partido, se mostró, por estas horas, entusiasmada por que Macri “vuelva a liderar” al PRO “en primera persona”. En Radio Mitre, pidió “salir de las discusiones de personas” y recordó que, tanto en el partido amarillo como en Juntos por el Cambio, quedó demostrado que “las internas sin sentido, que las discusiones entre personas, que resaltar solo las diferencias y no lo que nos une, llevó a que hagamos una de las peores elecciones que tuvimos en los últimos tiempos como espacio político”.
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En el macrismo hay una crítica abierta a las internas celebradas entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. El problema es que cada uno señala como responsable del fracaso a otro. Los críticos de Mauricio cuestionan que el ex presidente jugó en contra de los dos candidatos amarillos. El jefe PRO, por su parte, se despega de esa pelea dada entre dos personas, entre las cuales no está su nombre. A lo sumo, critica que la ministra de Milei lo convocó demasiado tarde en su intento por no perder en las urnas.
Por eso, también se quisieron evitar disputas internas a la hora de elegir autoridades. Pero no es la única batalla dentro del macrismo. La otra, más profunda, es por la esencia. Según planteó Soledad Martínez, “el PRO tiene que seguir manteniendo su identidad política partidaria, sus ideas, sus banderas. Mantener esta identidad y lo que nos trajo hasta acá con una definición clara: no fusionarnos con otros espacios políticos”. Esta es otra de las críticas que Mauricio hace, en forma velada, a quien hoy trabaja para Milei: que destruyó el partido, que lavó su misión y que perdió federalismo.
Larreta no estará presente el jueves en el acto de Macri. Algunos dirigentes lo llamaron para que esté en La Boca, pero no el ex presidente. Hace unos meses, cuando se discutieron las autoridades partidarias, el ex jefe de Gobierno le comunicó a Mauricio que ni él ni su gente iban a ser parte del armado, por lo que no irá al evento. Bullrich, en tanto, abordó este tema, por estas horas, en una reunión de Zoom. Resolvieron que no irán.
La relación con Macri no es la mejor, y suelen hablar en malos términos el uno del otro, por lo bajo. La última vez que protagonizaron un escándalo fue cuando Mauricio le quitó la conducción de la Asamblea a Patricia, dándole ese espacio a Martín Yeza. La funcionaria inauguró, en ese momento, una línea interna llamada PRO Libertad.
El bullrichismo fue aislado por el macrismo. Damián Arabia, hombre de confianza de la ministra de Seguridad, ocupa la segunda vicepresidencia del partido pero nunca fue invitado a las reuniones que se convocaron. Se trató de encuentros de la mesa chica de Mauricio, aunque bajo el velo del PRO.
Por esas horas, saldrá un nuevo informe de la Fundación Pensar, el think tank del macrismo. El último, pero el primero bajo la gestión de María Eugenia Vidal, fue lapidario a la hora de describir la gestión de Milei, con inflación aún en niveles preocupantes, desempleo, jubilaciones de pobreza, brecha cada vez más amplia, entre otros puntos.
Se espera que Mauricio continúe en esa línea de apoyo al gobierno con ciertos reparos. Puntualmente, el ex presidente coincide en el rumbo económico y los objetivos planteados en la materia, pero acompañará los proyectos que considere buenos para el país y que, a su criterio, atienda las urgencias. También marcará cierto sentido de la propiedad sobre algunos asuntos importantes, como ya lo hizo a la hora de sentar posición en el debate por la reforma laboral o la baja en la edad de imputabilidad.
En las últimas horas, Macri volvió a mostrarse activo públicamente. Lo hizo con su visita a la exposición rural el jueves, donde aclaró que él no es parte del gobierno, y también el domingo con un posicionamiento en contra del resultado de las elecciones en Venezuela. Sobre el primer punto, Mauricio sostiene, como en el primer día, que no es ni busca hacer un co-gobierno con La Libertad Avanza.