En medio del bullicio por el debate de la ley ómnibus en Diputados, reapareció una figura del PRO que, después de algunos meses de reflexión, apostó por encarar la construcción del volumen político necesario para disputar poder. Horacio Rodríguez Larreta encaró una mini gira por el interior del país, con visitas puntuales a gobernadores e intendentes que encontraron su apoyo en la campaña del año pasado y seguirá en esa línea de acción.
El ex jefe de Gobierno decidió no meterse de lleno en los debates del último tiempo pero apareció para marcar su posición con temas centrales como la seguridad o diferencias con las formas utilizadas por el Ejecutivo para encarar la ley ómnibus y el DNU, también para pararse en contra del ajuste a los jubilados.
Si bien los diputados referenciados en él acompañaran la ley de Javier Milei, se remarcó que no lo harán con el él proyecto original sino con uno modificado, cuestionando ampliamente la falta de construcción de consensos, uno de los ejes de la campaña de un Larreta que no abandonó esa posición política y que eligió dar gobernabilidad a una gestión que recién inicia.
En Diputados, la sesión se planteó extensa. Se estima que la votación en general recién se podría dar el jueves a la noche para avanzar el viernes con la particular. Privatizaciones apareció como uno de los temas más conflictivos mientras que hay muchas diferencias a la hora de encarar la delegación de facultades. La Coalición Cívica y una parte de la UCR preferirían no dar ninguna, pero se empezó a dar por hecho que buscarán - y que tendrían votos - para consolidar siete emergencias.
Un dato llamativo. Durante la primera jornada de debate en Diputados el oficialismo no caminó el recinto para comenzar el poroteo y, al menos desde uno de los sectores dialoguistas, no recibieron llamados para continuar las negociaciones. Desde otro espacio con las mismas características reconocieron contactos solo con algunos para, a través de ellos, operar en torno a acuerdos que deben ser cumplidos. Esto podría tener impacto en las facultades delegadas y las privatizaciones.
Estos puntos y otros, de aprobarse, podrían eliminarse o modificarse significativamente en el Senado, donde Unión por la Patria está a solo cuatro legisladores del quórum. En principio, números acompañarían y la posición, el miércoles, de tres diputados fue destacada. Natalia de la Sota acompañó una moción pedida por Germán Martínez para volver a comisiones, pero también dos representantes de Santa Cruz que, se interpretó, podrían ser una señal para la Cámara Alta.
Los gobernadores, que tendrán un peso superlativo en el Senado pero ya lo mostraron en Diputados, siguen de cerca la sesión en la Cámara Baja pero, al considerar que no habrá determinadas emergencias - especialmente la fiscal - se relajaron un poco. Además, se quitaron artículos que golpeaban legislaciones de hidrocarburos, pesca y zona fría, dando más lugar a la negociación.
El tema retenciones todavía sigue siendo clave. Gisela Scaglia, vice de Santa Fe, y los gobernadores de Entre Ríos, Rogelio Frigerio, y de Córdoba, Martín Llaryora, se reunieron con la Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias para conversar sobre las retenciones. Nuevamente manifestaron su rechazo pero, al no estar incorporadas en el proyecto, ¿por qué siguen abordando la cuestión? Para prepararse a futuro.
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Según trascendió, y ya contó El Destape, se podría haber aceptado una suba de retenciones siempre y cuando, dentro de la misma ley, se estipulara una fecha límite y un cronograma de descenso progresivo. Tal vez se comenzó a conversar una propuesta para presentar ante el Ejecutivo.
Larreta estará en Santa Fe este jueves, después de haber pasado por San Luis, donde se reunió con el gobernador Claudio Poggi, y en Mendoza, donde estuvo con el intendente de la ciudad capital, Ulpiano Suárez. Con los santafesinos Scaglia y Maximiliano Pullaro mantiene un buen vínculo, de hecho fueron candidatos en su lista durante las PASO del 2023. Con el resto también tejió lazos y todos le reconocieron ese trabajo y trampolín del año pasado con estos recibimientos.
El ex jefe de Gobierno encaró, después de la derrota, una etapa de reflexión y ahora decidió volver con una construcción territorial. “Hay mucha energía positiva a lo largo del país pero definitivamente a la Argentina la vamos a sacar adelante entre todos, trabajando juntos, gestionando, concretando las reformas”, dijo en sus redes sociales.
Para él, el consenso y la gestión son dos pilares y buscará volver a intentar transformar la realidad desde la política, aunque todavía es incierto su futuro y desde dónde buscará hacerlo.
Esta semana, Mauricio Macri fue el protagonista de un operativo clamor para comandar el PRO. Esto no fue acompañado por todo el partido amarillo que, en algunos sectores, temió que el espacio quede pegado a la buena o mala fortuna de este gobierno, pudiendo buscar otras alternativas. Para Larreta, las nuevas generaciones son las que tienen que comandar.
En esa tarea, empezó a buscar construir volumen político para, de conseguirlo, tal vez pelear por la conducción y la cosmovisión del PRO. En caso de avanzar con una propuesta alternativa, el partido irá a elecciones en junio. De ser Macri el nombre de unidad, con asunción en marzo al no haber internas, Larreta podrá quedar debajo suyo una vez más – con todo lo que sucedió – o, con algo de estructura, buscar nuevos horizontes. Nada está escrito ni decidido, solo que el espacio político será el encargado de elegir.
Larreta está decidido a aportar a un proyecto, puede ser el suyo o puede ser el de otro dirigente, pero con vocación de diálogo y una línea similar a la que planteó en campaña. Para eso, avanza con su Fundación, una especie de nuevo think tank que proponga - y ponga a disposición - herramientas ya desarrolladas.