El tenso episodio entre Patricia Bullrich y Felipe Miguel desnudó uno de los problemas que tiene la oposición: la confrontación dejó de ser de ideas para pasar a ser personal. La interna en Juntos por el Cambio se transformó en una lucha libre donde los enfrentamientos empezaron a escalar hasta llegar a la amenaza, la victimización en espejo, la ausencia de disculpas y la profundización de dos modelos amarillos que se disputarán la boleta presidencial final. Una guerra que tomó un color mucho más oscuro con la indefinición de Horacio Rodríguez Larreta a la hora de apoyar al PRO para buscar la continuidad en la Ciudad. Una guerra que también se potenció con alianzas halconas a pedido de Mauricio Macri para levantar a Patricia Bullrich. Sin un liderazgo claro, todos pelean y nadie ordena. Pero todos, también, empiezan a jugar las fichas definitorias. Sin tiempo para coquetear con duros y blandos, arrancó la fase de grupos.
El enojo de Bullrich hacia Felipe Miguel, jefe de gabinete porteño, tardó en estallar. La bronca estaba contenida desde el episodio de las vallas en la casa de Cristina Kirchner, en agosto. Ese hito propició la división entre los propietarios y carentes de carácter pero, también, los señalamientos internos para ver quién es más funcional al gobierno nacional. Bullrich acusó a Larreta de tibio. El larretismo salió a defenderlo y apuntó a la líder PRO por generar grietas innecesarias. En esa oleada, estuvo el funcionario que meses más tarde, sería cruzado por la ex ministra.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
Bullrich lo repitió todo el día ante cada consulta. "No voy a aceptar que me digan que soy funcional al kirchnerismo", fue la frase. Según su visión, fue víctima del ataque de Miguel y éste, como "victimario", debería hacerse cargo de lo que dijo por lo que ella no pedirá disculpas y tampoco optó por mostrarse preocupada por quién filtró las imágenes. En contraposición, el funcionario de Larreta también se sintió víctima, en este caso de la violencia. Ninguno de los dos quedó bien parado, los dos tuvieron sus apoyos, nadie se hizo cargo ni pudo adjudicar la difusión del vídeo. Para los más duros, las miradas se posaron en el larretismo pero con un resultado adverso. Para los más blandos, la mano negra fue bullrichista porque recibió felicitaciones en su tribu.
MÁS INFO
La anécdota del cruce entre los dos dirigentes ya era conocida. Se comentó el mismo día de la presentación del libro de Macri pero se desconocía la existencia del video. La pelea, dejó al descubierto el fracaso del pedido de Mauricio de competir pero sin golpes bajos. La discusión alejó a la dirigencia de los problemas de la ciudadanía, lo cual fue mirado con preocupación. Dejaron de discutirse programas de gobierno para pasar a la agresión persona a persona. Y, además, demostró que ya se empezó con la segunda fase camino a las elecciones: la de las divisiones claras, los equipos definidos y las tomas de posición.
La guerra se inscribió en una seguidilla que, en la Ciudad, ve a Larreta inmerso en la indefinición. El PRO, como partido, no entiende por qué el jefe de Gobierno no hizo una proclama fuerte a favor de que su espacio continúe al frente de la CABA y decidió, por el contrario, mostrarse muy cercano a los radicales. Eso le valió aprietes propios, a nivel nacional, y también bonaerenses. Néstor Grindetti, un hombre bendecido por Macri en la provincia, ya salió a bancar a Jorge públicamente, como lo hicieron el ex presidente y la ex ministra de seguridad. Para todos ellos, el macrismo debería tener un único candidato, no importa quién, pero debería ser PRO y el jefe de Gobierno no debería tener ningún tipo de tibieza al respecto. ¿El motivo? Un pacto con Martín Lousteau que todos desconocen pero que estiman fuerte porque, básicamente, le impide bancar explícitamente a un candidato amarillo.
Grindetti y Bullrich sellaron, a su vez, un pacto. "Bienvenido @Nestorgrindetti a sumar tu fuerza al equipo que tiene el coraje para cambiar la Argentina de verdad", anunció la ex ministra en sus redes sociales para sellar el acercamiento entre el posible candidato a gobernador apoyado por Mauricio y su propio proyecto presidencial. El alcalde está referenciado en el ex presidente, sin lugar a dudas, pero.si no llegara a postularse, Patricia sería el plan B. No es el primer dirigente que ya lanzó un listado de opciones posibles en caso de que Macri no sea. Y para los identificados con él, la titular del PRO siempre aparece en el primer lugar por representar pensamientos similares.
De hecho, los movimientos de Macri empezaron a darle lugar a otras especulaciones: la de una ausencia suya en la carrera electoral y un apoyo a Bullrich como la garantía de su visión y proyecto frente al de Larreta. La incorporación de Grindetti fue bendecida, pedida por el propio Macri para darle estructura a Patricia. El ex presidente siempre buscó emparejar la cancha y esta jugada le podría dar algo que no tenía: armado en Buenos Aires. Con el alcalde de Lanús, alguien que pueda cuidarle los votos en el sur y sea referente en la tercera sección electoral. Con la foto junto a Jorge Macri, también podría sumar algo similar en el norte del conurbano, en la primera sección. Entre ambas, hay más de nueve millones y medio de votos. Eso la pondría en un mejor escenario a la hora de competir.
Patricia ya nombró a Jorge como su candidato en CABA, pero Jorge sigue bajo la construcción de Larreta aunque esperando una definición del jefe de Gobierno, acorralado por el pacto con la UCR. Si la relación entre Macri primo y Bullrich terminara de consolidarse, el vínculo le sería muy funcional en la provincia, donde Diego Santilli mostró un importante apoyo de alcaldes, dejando poco para el resto. Con Grindetti y Macri, más Joaquín de la Torre y Javier Iguacel, el panorama bullrichista podría ser otro.
“Estamos muy contentos de que Néstor Grindetti se sume a trabajar a esta “Fuerza del Cambio”, alguien con quien compartimos los valores", celebró Bullrich al destacar que el sur del conurbano es "una zona donde tenemos que crecer en votos y en confianza con la población".Grindetti le devolvió el gesto al considerarla una "dirigente que ha demostrado coraje y compromiso a lo largo de toda su vida, es quien mejor representa los valores y las ideas que expresa @mauriciomacri que son los que dieron origen al PRO, vamos a trabajar juntos para recuperar nuestra Argentina y PBA en el 23". La excusa para el acercamiento fue el apoyo de la dirigenta nacional al proyecto que busca modificar el código penal y agravar las penas de aquellos que delinquen contra los adultos mayores.
Con esta movida, Patricia Bullrich ya mantuvo contactos con todos los candidatos locales bonaerenses. A sus dos nombres puestos, Iguacel y De la Torre, le sumó el.vinculo con Grindetti y las ya numerosas apariciones junto a Cristian Ritondo. Así, se conformaron también dos polos en Buenos Aires: los que quieren un candidato de gestión territorial y Diego Santilli, el importado de la CABA. Ritondo y Grindetti, que también empezaron a trabajar juntos hace meses, inaugurarán este miércoles un local partidario en Lanús Oeste.