La oposición dialoguista le pasó la pelota al gobierno nacional. Le dio las herramientas y le dijo “ahora, hacete cargo”. Se abre una nueva etapa en la relación entre unos y otros, una etapa en la que no necesariamente proliferen proyectos que pongan contra las cuerdas a La Libertad Avanza, sino una para darle el tiempo que necesita para mostrar algún efecto de gestión. Lo aprobado en el Congreso coincide, en gran parte, con los deseos de los aliados de la Casa Rosada que, sin atribuirse la responsabilidad de mostrar resultados concretos, marcó la cancha al valorar sus aportes para las sanciones y el mismo espíritu de cambio.
Desde los gobernadores hasta el ex presidente Mauricio Macri, todos salieron a pronunciarse después del tardío y erosionado triunfo de Javier Milei en el Congreso. El mensaje fue el mismo, ahora la atención no tendrá que estar puesta en si la oposición amigable le da o no los instrumentos, sino en la madurez del gobierno para actuar y hacerse cargo de las consecuencias.
En esta nueva etapa, según sostuvo Cristian Ritondo, el PRO no es gobierno ni co-gobierno pero comparte determinados valores y objetivos con La Libertad Avanza. En la misma línea fue Macri, que publicó un mensaje en redes sociales. El jefe amarillo recordó que los “cambios fundamentales” fueron impulsados y apoyados por el macrismo. Una suerte de propiedad intelectual.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
Mauricio Macri tomó las riendas del PRO para iniciar un proceso de transformación y de recuperación de la identidad que, según su análisis, el partido perdió en estos años. Una debacle de personalidad que comenzó con la mismísima fundación de Cambiemos, en 2015, una alianza que lo ató a la necesidad de negociar con espacios políticos que no lo convencen y a los que, por el contrario, cuestiona.
La implosión del partido se dio el año pasado, según analizan cerca del ex presidente, cuando se desarrolló una “pésima interna” entre Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. Estos dos dirigentes son los señalados como responsables del golpe final, cuya frutilla del postre fue la derrota estrepitosa de la actual ministra de Javier Milei, que quedó lejos en un tercer lugar. “La competencia era entre dos”, justifica el entorno de Mauricio.
Macri, sostienen, no apoyó explícitamente a ninguno pese a tener un favorito. Entendió, el año pasado, que no correspondía jugar en la interna pero se encontró, en las generales, con un rechazo del bullrichismo a su participación en la campaña. Esa lejanía se cortó cuando los números empezaron a no acompañar y tuvieron que pedirle que se involucre. “Ya era tarde”. Viajó a Córdoba, Pergamino y Junín, entre otros destinos, con la actual ministra pero al equipo de la ministra “no le dio la nafta” y quedaron terceros.
Alguien que conoce bien el funcionamiento interno del PRO cuestionó la versión de Mauricio. Para la fuente amarilla desencantada, Patricia tiene una relación consolidada con Milei y apuesta a ese vínculo para seguir su carrera política, ya no tanto en el macrismo por lo que poco le importa lo que haga, diga o crea el jefe del partido. Por ahora, no quieren romper para no cargar con el costo de la retirada y para no meterse en una discusión de casta, pero en cuestión de días podría precipitarse la crisis.
Bullrich, que ya pasó por distintos ámbitos de la política, no tendría ningún problema de conciencia ante la posibilidad de dar un nuevo paso. Hay quienes la chicanean diciendo que, más allá de todo, su corazón es peronista. Pero “el problema fue Macri”, sostuvo el referente amarillo que recordó que le advirtieron, a Mauricio, que la actual ministra iba a usar el partido como una plataforma personal y que, llegada la oportunidad, se iba a retirar de la fuerza. Esto fue en 2021, cuando el ex presidente decidió inclinarse por ella en las peleas internas.
Por no haber escuchado, culpa de su “ego”, según se indicó, no corrigió la decisión, se inclinó a apoyar a una persona sin raíces en el PRO y se perdió la elección del año pasado. “Es el principal responsable que Juntos por el Cambio no esté gobernando ahora”, acusó. A diferencia de la versión de Mauricio, según este análisis, el ex mandatario destrozó a Horacio Rodríguez Larreta en las PASO y a Bullrich en las generales, traicionando en ambos casos a las dos personas que él mismo había elegido para cargos clave: jefatura de Gobierno porteña y presidencia del partido.
El PRO, según acusan desde todos los frentes internos salvo el manejado por Macri, se está transformando en un cascarón vacío. La pelea de Mauricio con La Libertad Avanza obedecería a su intención de adueñarse de la conducción del nuevo espacio de derecha en la Argentina, el problema es que tiene resistencias dentro del gobierno.
Karina Milei y Santiago Caputo no lo quieren. El propio Milei se lo confirmó a Macri en una de sus charlas. Últimamente, no habían conversado demasiado, casi un mes sin intercambios. Pero hace dos semanas eso se cortó y hubo contacto. “Decís que está todo bien, después hacés lo contrario y la gestión no avanza”, le recriminó Mauricio al presidente
La Libertad Avanza no mostró una actitud acogedora con el PRO. No hizo nada para “abrazarlos” y los vínculos entre ambas fuerzas son más individuales que institucionales. Algunos todavía se referencian en el partido amarillo y otros, como el bullrichismo, no tendrían problemas en abandonar el barco que los trajo hasta esta orilla.
Para resolver la relación tirante entre los dos armados, “mínimamente” debería haber una mesa de acción política que encare la construcción de un espacio electoral para el 2025. El macrismo no quiere , al menos por ahora, es la fusión. No está dado el ámbito, pero sí un ámbito de discusión que permita pensar en los comicios del año que viene para fortalecerse en el Congreso.
El martes, en una nueva reunión de bloque, los amarillos empezarán a delinear en Diputados la nueva agenda que, desde el inicio, estará marcada por los proyectos represivos de Patricia Bullrich y la baja en la edad de imputabilidad que la ministra anunció el viernes. Pero también, como anticipó El Destape, otros intereses del partido como “la esencialidad de la educación, ficha limpia, volver a impulsar la Boleta Única Papel y el voto de los argentinos en el exterior”. Por ahora, no se trata de iniciativas que puedan complicar a la Rosada.