Con la intención de encarar la construcción de un plan de política internacional para la campaña para las elecciones 2023, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, estuvo en el Consejo de las Américas. En su exposición, adelantó parte del programa de gestión que impulsaría en caso de ganar los comicios el año que viene e hizo foco en tres cuestiones que el mundo necesita y que Argentina podría proveer: energía, alimentos y minería. El próximo capítulo encontrará al mandatario capitalino este viernes en la reserva de gas no convencional Vaca Muerta.
Hace diez días, Larreta mantuvo un encuentro con casi treinta especialistas en materia internacional ligados a la ideología cambiemita. Muchos de ellos ex funcionarios de la gestión de Mauricio Macri a nivel nacional. Una reunión en la que se desplegaron datos de encuestas y que derivó, en las horas posteriores, en un cortocircuito interno por la difusión que se le dio al evento. Pareció la confirmación de un equipo de gestión larretista y esto no contentó al ala halcón que tildó el acontecimiento de “mentiroso”, producto casi de un engaño.
Ese encuentro, organizado por Fernando Straface, el canciller de Larreta, fue mencionado durante el Consejo de las Américas por haber concentrado algunos pilares fundamentales de la visión integral PRO, siempre bajo el paraguas de los halagos a la gestión de Macri en la materia. Por un lado, profundizar las relaciones con Brasil, por otro promover el pacto Mercosur – Unión Europea y concretar el ingreso a la OCDE. Porque la Argentina tiene, “de sobra”, tres cosas que el mundo necesita: alimentos, minería y energía.
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Tras el reordenamiento de la distribución de subsidios a la energía, el precandidato presidencial del PRO dirá presente en el debate a futuro. “En energía, tenemos Vaca Muerta, que es la segunda reserva de gas no convencional del mundo”, dijo el jueves en el Consejo y destacó el potencial nacional para desarrollar renovables e hidrógeno verde. Con la intención de reforzar la postura, hoy estará en Neuquén y visitará la reserva, una oportunidad para el país que el macrismo optó por no cuestionar en su etapa como oposición. La construcción del gasoducto se mostró como prioritaria incluso para Juntos por el Cambio, sin condicionamientos. Un tema que se debatió, tras la salida de Matías Kulfas del Ministerio de la Producción, en varias reuniones partidarias con la misma conclusión.
Es que el gasoducto permitiría reducir la importación de gas, autoabastecer al país y exportar energía al resto del mundo. Un factor importante a la hora de mejorar las cuentas de la Argentina, ítem central del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y del programa de Gobierno de Cambiemos. El plan de la oposición, secreto por estar inconcluso, ya tuvo algunos adelantos. Los distintos dirigentes hablaron de la necesidad de generar reformas laboral y previsional, alguno mencionó más suba de tarifas, la apertura al mundo y la baja en las cargas impositivas para los empresarios.
Algo de esto dejó plasmado el jefe de Gobierno en su exposición: único tipo de cambio competitivo para que los exportadores puedan vender a un “precio razonable” e importar a un “valor justo”; ordenamiento de la balanza comercial mediante mayor cantidad de exportaciones, duplicándolas en cuatro años; equilibrio fiscal; y bajar la presión impositiva a los empresarios porque son los que generan trabajo. La teoría, ya aplicada en 2015, es que los incentivos al sector privado harán que tengan mayores intenciones de invertir y de abrir vacantes en sus empresas generando mayor empleabilidad después de seis a doce meses de sacrificios de la población para lograr el ajuste de cuentas.
Un mecanismo ensayado por Macri a medias, según los análisis actuales de la oposición. Un mecanismo que no funcionó porque no se tomaron las decisiones que había que tomar en el momento que había que tomarlas. Por eso, “lo mismo pero más rápido”.
Macri en el conurbano
El ex presidente también tuvo su protagonismo este jueves. Como ya había adelantado El Destape, mantuvo una reunión con el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, en su oficina ubicada en Olivos. El cacique es uno de los hombres del equipo del fundador del PRO para la provincia de Buenos Aires, junto a Cristian Ritondo. Ambos, designados por él para caminar el distrito y ver quién llega mejor al 2023.
Pero antes estuvo en Tres de Febrero junto al intendente Diego Valenzuela. Visitó comercios y caminó por las calles sin una “zona cuidada” libre de insultos. De hecho, recibió uno durante su recorrida. En su excursión, el ex presidente ingresó a una heladería, donde probó dos gustos poco usuales para un cucurucho: postre rosa y licuado de (atención, no es un chiste) banana.
Valenzuela construye para la candidatura presidencial de Larreta. Tal vez, el intendente del conurbano más cercano al armado del jefe de Gobierno. También con pretensiones personales para el 2023, el cacique empezó a recorrer para ganar volumen y, en caso de ser necesario, intentar ir por la gobernación bonaerense aunque siempre con un pie en el municipio en caso de buscar la reelección.
La foto con Macri, sin embargo, no fue entendida como una traición a Larreta porque Valenzuela adoptó la posición, trabajada por la mayoría, de tener buena relación con todos, de recibir a todos los dirigentes y de dirimir las internas de forma saludable en 2023, mediante algún tipo de acuerdo. Si bien el ex presidente y el jefe de Gobierno trabajan juntos hace dos décadas y el larretismo confía en que la relación transitará por buenos carriles post año electoral, ambos se mostraron en dos construcciones diferentes. Una, con la consigna del consenso. La otra, con las advertencias del caso.
Las mujeres del PRO
En Buenos Aires también habrá una reunión especial este viernes. Las mujeres del PRO empezaron a empujar para lograr más cargos de conducción en las intendencias resonantes ya que el partido amarillo tiene sólo una dirigenta al frente de una comuna. Es el caso de Soledad Martínez, que ocupó el lugar de Jorge Macri en Vicente López cuando el primo de Mauricio se mudó a la Ciudad.
En la Sociedad Mutual Pescopaganesa de Lanús Oeste, a las 14:30, llevarán adelante un encuentro con eje en la educación con una invitada especial: Soledad Acuña, ministra de Larreta en la Capital Federal y foco de las críticas y cuestionamientos tras la muerte de una alumna de 11 años por desnutrición. Acuña es una de los posibles candidatos para intentar conquistar la CABA en 2023 y mantener la primacía amarilla en la Ciudad.
La funcionaria ya hizo explícita su intención de participar en una competencia que, al menos en su etapa preliminar, la ubicó en el casillero de la postulante halcón del jefe de Gobierno frente a otras figuras de peso dentro del armado: Jorge Macri, ministro de Gobierno con la ventaja del apellido; Fernán Quirós, titular de Salud, candidato fallido para el año pasado y nombre de Elisa Carrió; y Martín Lousteau por Evolución radical, consolidando la PASO en la Capital.
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Su participación en la jornada de referentas mujeres que buscan ganar espacios de conducción servirá como un espaldarazo a su posible candidatura, huérfana de padrinos. Después de la presentación de Aldana Ahumada, que oficiará de anfitriona e intentará conquistar la intendencia de Merlo, y de Grindetti, la funcionaria de Larreta será la primera en exponer bajo el panel de “educación para el desarrollo”. También se debatirán los “desafíos” de la escuela en la provincia y las preocupaciones de los padres. En total, la jornada durará unas cuatro horas.
La participación de Acuña, además del impulso para conquistar algo cercano a la paridad de género en la conducción, también tendrá su pata de construcción bonaerense. Pareja de Diego Kravetz, un hombre fuerte en el armado de Grindetti, el candidato de la ministra para la provincia es el intendente de Lanús porque “demostró gestión en un municipio difícil”, que “era un espacio del peronismo y dio vuelta la estructura política. SI lo pudo hacer en el municipio así, tiene las herramientas para” hacerlo a nivel distrital, según confirmó en una entrevista con Perfil.
El gran debate en Buenos Aires pasará, una vez más, por el mismo eje: ¿Un porteño tiene que hacerse cargo de la provincia o ésta debería ser comandada por alguien que la conozca? Por eso, Grindetti apostó por la construcción de los intendentes o, en su defecto, de un dirigente como Ritondo, que fue ministro y caminó los municipios. Ese fue uno de los motivos del movimiento cantado en el distrito: la alianza entre el cacique de Lanús, el ex funcionario de María Eugenia Vidal y Mauricio Macri. Todos contra Larreta y Diego Santilli.