Casi como un espejo de lo que ocurre en Entre Ríos, Chubut se transformó en otra provincia de disputa electoral clave de cara al 2023. La oposición se plantó fuerte detrás del senador PRO Ignacio Torres, que supo recibir y llevarse bien con todos los bandos del macrismo, algo poco habitual en las filas amarillas, pero, a diferencia del territorio litoraleño, la división de la alianza se mostró dura, particularmente con un sector del radicalismo apoyado por Gerardo Morales que también buscará tener representación en las boletas del año que viene. La UCR se encontró partida por los vínculos de un bando del espacio con el oficialismo de Mariano Arcioni, algo que quedó expuesto con el debate por la posible suspensión de las PASO, y se planteó como un tema a resolver.
Sin lugar a dudas, Torres será candidato el año que viene para intentar disputar la gobernación. Al tener vínculos con los tres referentes PRO que se mostraron como casi excluyentes en la batalla electoral, se convirtió en una figura difícil de adjudicar a uno o a otro. Considerado larretista, también hay quienes lo señalaron como un alfil del bullrichismo. A fin de cuentas, la mejor relación es con el jefe de Gobierno porteño, pero el senador tuvo actos con los tres, con Horacio Rodríguez Larreta, con Patricia Bullrich y con Mauricio Macri.
“Le tengo mucha fe al cambio que va a provocar Rogelio Frigerio en Entre Ríos, Nacho Torres en Chubut”, había dicho Macri en una entrevista con La Nación a mitad de año. En septiembre, el senador recibió a la titular del PRO en su provincia y aseguró, junto a ella, que “con el acompañamiento de Patricia y de cada uno de los vecinos que se suman día a día seguimos construyendo un espacio político abierto, un proyecto sólido, y un futuro con oportunidad de cambiar el rumbo de la provincia". También se mostró con Larreta, de quien destacó su presencia, junto al equipo porteño, para involucrarse directamente con los vecinos, conocer las necesidades de primera mano y “proyectar una Argentina más federal”.
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Jugador de toda la cancha. En una entrevista con Perfil, destacó “la inteligencia y la gestión de Horacio”, la “fortaleza de Patricia” y “la experiencia de Mauricio”. Sin embargo, se mostró mucho más cercano a la estrategiad del porteño que a la de los fans de la grieta extrema al asegurar que el coraje no es gritar más fuerte, destacando la capacidad de diálogo del jefe de Gobierno al que consideró el “más preparado para ser presidente”. El fin de semana, se mostraron juntos en la provincia.
El problema provincial estaría, entonces, en el vínculo del PRO con el radicalismo. En septiembre estalló la interna local, que se nacionalizó con dardos fuertes entre Macri y Gerardo Morales, por las negociaciones para suspender las PASO. A nivel general, Juntos por el Cambio se mostró en contra pero un espacio de la UCR estaría a favor y aún hay chances de que eso ocurra. En Chubut, el intendente radical de Rawson, Damián Biss, cuestionado por el ala macrista y parte de su partido, podría lanzarse para competir pocos días antes de la Navidad.
Hacia adentro de la alianza, a Biss le reprochan su relación con el gobernador Arcioni, vínculo que dividió a la UCR en la provincia. Según los cuestionamientos, el intendente negoció con la gestión provincial para recibir dinero en el municipio a cambio de apoyar la eliminación de las PASO en un debate en la legislatura y votar, eventualmente, la ley de lemas con algunos dirigentes propios más debilitados políticamente.
En septiembre, el presidente del Comité provincial de la UCR, Biss, señaló que una parte de su partido acompañaría la eliminación de las PASO. Morales intentó calmar las aguas a nivel nacional pero Macri los acusó de ser “cómplices” del oficialismo chubutense. Al 2022 le quedarán dos sesiones en la legislatura local, una el martes 6 de diciembre y otra el 15 del mismo mes. En cualquiera de esos dos debates, podría avanzar la suspensión de las Primarias.
Según una fuente con conocimiento de la realidad chubutense, los votos podrían estar asegurados si se lograra avanzar con una negociación paralela vinculada a la habilitación de una reelección para los intendentes, instancia que se había prohibido una vez iniciados los mandatos. Si eso llegara a saldarse, la PASO podría quedar sin efecto para el año que viene y volver a alborotar los ánimos.
El vicegobernador, Ricardo Sastre, ya adelantó que cualquier cambio electoral debería darse este año y se mostró a favor de hacer una elección general sin PASO porque los partidos pueden dirimir sus cuestiones internas de otra forma, o en ámbitos internos. A su vez, descartó, a su gusto, el retorno a la ley de lemas pero dejó la discusión en manos de la Legislatura.
En Chubut, la situación no es fácil para Juntos por el Cambio. En líneas generales, podría resumirse como el caso de Entre Ríos. Un candidato más fuerte, como Ignacio Torres, y un sector minoritario de la UCR enfrente con la posibilidad, por ahora descartada, de romper la alianza por los vínculos tejidos por cada bando. En la provincia, nació, hace casi tres meses, una línea interna del radicalismo para canalizar el “descontento” con la conducción de Biss que está “más cerca del arcionismo que de sus propios correligionarios”. Según se manifestó, la rama surgió para fortalecer al partido centenario pero el intendente de Rawson no descartó que el PRO haya metido la cola para motorizar la división. O sea, de un lado y del otro, se acusaron de generar conflictos.
Según la información difundida por medios locales, Biss tendría pensado lanzar su postulación el 22 de diciembre junto a Gerardo Morales y Martín Lousteau, dos figuras importantes de la UCR a nivel nacional. En una entrevista, el dirigente chubutense dijo que varios le plantearon que podría ser “una de las opciones más importantes” para ir por la gobernación. El alcalde se mostró con el jefe del partido recientemente en un encuentro de Mujeres Radicales y el jujeño volvería para la presentación en sociedad camino a las urnas.
Más allá de esto, Torres hasta ahora se mostró cómodo con sus movimientos electorales por tener a parte del radicalismo adentro y al PRO unificado. Una vez más, espejo de Entre Ríos. Muestra de esto es que Edith Terenzi, de la UCR, ingresó como senadora nacional en la lista de Ignacio y en la Cámara Alta integra el bloque Cambio Federal, presidido por el macrista chubutense dentro del interbloque de Juntos por el Cambio.
Por el lado del peronismo, el alcalde de Comodoro Rivadavia, Juan Pablo Luque, se lanzó en noviembre oficialmente como candidato a gobernador. En 2019 ganó la intendencia por más del 50% de los votos, ya comenzó con recorridas de campaña y optó por el slogan “coincidimos”. De perfil kirchnerista moderado, será uno de los protagonistas del año que viene. El vicegobernador, que según los rumores podría postularse pero todavía no lo hizo formalmente, aprovechó para chicanear al alcalde del peronismo invitándolo para que conforme un mismo espacio político con él y con Arcioni, “de vice o de diputado”.
Hasta ahora, lo único seguro es que las elecciones chubutenses no estarán adelantadas respecto de las nacionales y serán el 27 de octubre. El resto, aún está a definir. Si habrá más de un candidato por alianza o no y si, en caso de lograr suspenderse las PASO en la primera quincena del mes, se romperán las coaliciones o lograrán algún manual de convivencia interna. Algo en lo que la mesa nacional de Juntos por el Cambio ya empezó a trabajar y bajar línea para tener elecciones partidarias locales que diriman, con afiliados a JxC o independientes, quién será la persona elegida para encabezar la boleta.
Mirar encuestas a esta altura del año, faltando tanto para la elección, más que un escenario es una película de ciencia ficción. Pero un sondeo de Vot/Sí de hace dos meses mostró a Torres con la imagen positiva más alta, en torno al 35%, pero una negativa superior, en el 40%. Por lo tanto, el diferencial es negativo. Luque, por su parte, está en segundo lugar de visión favorable, con casi el 33% y el mismo número para la percepción desfavorable, por lo que el diferencial le quedaría mucho más cómodo.
Según este estudio, los que se mostraron con imagen negativa más alta, en torno al 44%, fueron el intendente de Trelew, Adrián Maderna, del PJ, y el vicegobernador Sastre, del mismo espacio. Por su parte, el presidente de Ciudadanos por Chubut y referente de la alianza con el Partido Independiente de Chubut, César Treffinger, también lanzado, registró casi un empate entre ambas percepciones, ambos en niveles bajos, mientras que el radical Biss tuvo una baja aceptación y un altísimo rechazo. En estos casos, el nivel de desconocimiento es alto.
Como imagen no es lo mismo que intención de voto, vamos a lo importante. En una hipotética PASO, Torres estaría primero, a seis puntos de Luque seguidos por Treffinger. Sastre y Biss son los que registraron porcentajes superiores al 50% en la categoría “no lo votaría” mientras que el hombre del PRO y el intendente peronista Luque, casi con una diferencia dentro del margen de error, fueron los que captaron un mayor voto seguro. La elección será peleada y nacionalizada.