La foto está en carpeta. El viernes, María Eugenia Vidal y Horacio Rodríguez Larreta volverían a mostrase juntos en la Ciudad de Buenos Aires. Todavía no se definió qué harán ni a dónde irán, pero será en la Capital Federal. El acercamiento llegaría, así, después de varios guiños entre la ex gobernadora bonaerense y Mauricio Macri, el hombre que se propuso acompañar a todos los posibles candidatos y hacerle la travesía difícil a uno, justamente al jefe de Gobierno.
Larreta y Vidal tienen una excelente relación. Pese a la ausencia de recorridas juntos en el último tiempo, no hay distanciamiento entre ambos. De hecho, suelen verse periódicamente, semanal o quincenalmente. Ahora lo harían, según la actividad en carpeta, en el contexto de dos campañas. Por un lado, la que obedece al armado del mandatario porteño y, por otro, la enmarcada en la construcción nacional de la diputada.
Vidal juega su propio juego siempre en función, según dice, del partido y sus necesidades. Apuesta por su armado a nivel país aunque sin apuros. La construcción podría servirle para lanzarse el año que viene a una candidatura presidencial pero también podría ser útil para negociar, con mayor músculo, espacios en las listas de otros en 2023 y esperar a otras elecciones, tal vez las de 2027, para ocupar el lugar protagónico. Esta tarea, sin embargo, no implica una separación con otros referentes de la oposición. No son excluyentes.
La ex gobernadora estuvo esta semana en Corrientes y la próxima viajará a Santiago del Estero. En su esquema, le dedica un día de la semana a la Ciudad, otro a la provincia y cada quince días un viaje al interior. En esa estrategia, su recorrida por la Capital Federal no sería novedosa. Pero sí lo sería la foto con Larreta. Sin embargo, el evento pasó a ser minimizado. Un poco en línea con lo que planteó la diputada en una entrevista en la que aseguró que se ríe cuando le dicen que se amigó con Macri para molestar al jefe de Gobierno, que sin relaciones diferentes e, incluso, históricas. Con Horacio son muy amigos y con Macri ella goza de un vínculo casi preferencial, de padre político.
Con el ex presidente hubo varios guiños en el último tiempo producto de la recomposición de una relación que había quedado algo golpeada post derrota electoral con el Frente de Todos. Entre los gestos, la postura acertada de no asegurar que Macri será o no será candidato, la necesidad de no discutir nombres sino un programa, la reivindicación del liderazgo del hombre FIFA, las réplicas en redes sociales de los mensajes publicados y, por supuesto, la foto que generó muchas especulaciones. En La Plata junto a Mauricio y Cristian Ritondo. Se habló del tanteo de una fórmula presidencial que sería enteramente PRO y porteña. En uno de los armados amarillos se aseguró que, hoy, en federalismo es un valor prácticamente obligado de cualquier dupla que pueda competir por la Casa Rosada.
Pero también Vidal tuvo guiños al jefe de Gobierno. En una entrevista con La Nación habló de la necesidad de tener consenso y legitimidad social muy fuerte, pero no determinó los porcentajes de ese gran acuerdo. Por lo pronto, su vínculo político - electoral con Larreta no llegó a una definición. Después de haberla elegido como la cabeza de la boleta legislativa el año pasado, mucho se especuló con una posible candidatura para disputar la conducción de la Ciudad pero pareció quedar en la nada.
Hay quienes le reprochan haber dejado vacío el lugar después de los comicios del 2021, incluso con la duda en torno a sus posibilidades de hacer una buena elección el año que viene. Allí apareció Jorge Macri como el mejor posicionado para la carrera a las urnas. Sin embargo, no se descarta que pueda llegar a ser la elegida nuevamente. Algo que derivará de un acuerdo político, posicionamiento en las encuestas y el deseo de ella de ser. Por lo pronto, ya dijo que ocupará el lugar que haga falta para que Juntos por el Cambio vuelva al gobierno. Lo que puede implicar estar al frente de una boleta o no estar.
La semana de campaña velada estuvo bastante calmada, al menos en el universo del jefe de Gobierno que hace siete días tuvo su fuerte mensaje al campo y un posicionamiento con un comunicado de la mesa nacional. Por el momento no está en agenda ninguna reunión de ese órgano de conducción ni tampoco la repetición de un almuerzo PRO. Lo que sí no deja de tener lugar es el análisis y seguimiento del futuro del Frente de Todos y la crisis económica con la intención, aseguran, de que el gobierno termine su mandato el 10 de diciembre de 2023 cuando asumiría Cambiemos, según el pronóstico de la oposición.
En el camino a ese logro, diferentes posturas. Aquellas calificadas como de oportunistas y otras, presuntamente responsables. Algo de esto planteó Elisa Carrió en Radio Mitre. La dirigenta de la Coalición Cívica, que la semana pasada recibió a Larreta como también lo hizo y hace con otros dirigentes, le envió un mensaje a la oposición y seguró que "el presidente termina su mandato, las elecciones son dos meses antes del cambio presidencial. Acá la República se respeta, la Constitución se respeta". Según su explicación, el silencio es la mejor opción para la alianza en este tiempo porque no es un momento de "oportunismo político" sino de "desarrollo de un proceso que ellos (FdT) están haciendo irreversible".