En Juntos por el Cambio esperan que Patricia Bullrich sorprenda durante el segundo debate presidencial. Después del precalentamiento, el reconocimiento de la cancha, las reglas, los jugadores y varios días después de una gripe – de la que ya se recuperó -, volverá a intentar ejecutar un golpe doble que lastime tanto a Sergio Massa como a Javier Milei, con quien mantuvo un enfrentamiento feroz esta semana.
Desde abajo del escenario, Mauricio Macri mirará el desempeño de sus dos candidatos. La oficial, Bullrich, y el del corazón, el libertario. El ex presidente regresará al país ese mismo día y desde el bullrichismo ya confirmaron que dará el presente. También lo harán los otros dos presidenciables del PRO que quedaron fuera de carrera, Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal, que estuvo en Santiago del Estero la semana pasada.
Nuevamente, Patricia intentará hacer show con la novedad de los debates, el derecho a réplica. El momento en donde se encontró que podría ser más espontánea y auténtica. Lo que quieren mostrar ante la sociedad es a la “verdadera Bullrich”. En un contexto en que lo acartonado apareció como vintage, en el que los candidatos tienen que generar sensaciones – primordialmente las de odio y bronca con la situación actual para perjudicar al gobierno -, el coucheo no apareció como la solución.
El fin de semana pasado no hubo una “verdadera Bullrich”. Tuvo algunos pocos momentos destacados, como un cruce con Milei por los vouchers para la educación o un encontronazo con Massa cuando lo acusó de ser un pésimo ministro. Pero eso estuvo ensayado. Ahora, se espera que esté más cómoda para poder soltarse.
Cada candidato tendrá un total de cinco derechos a réplica para usar cuando quieran. Una vez agotados, no podrán recurrir al botón rojo, por lo que deberán elegir muy bien los momentos. Si quedó algo en el tintero, se guardará para los cruces mano a mano pautados para la mitad del debate.
En ese contexto, Bullrich ahora sí buscará concentrar un poco la atención y no quedar relegada en los cruces replicantes. Apuntará contra Sergio Massa, porque la identidad antiperonista no puede abandonarse. La inflación y la corrupción serán dos temas a repetir una y otra vez. La primera, no demanda demasiada explicación. Fondo Monetario Internacional, especulación, sequía, guerra, etcétera.
La segunda, en cambio, será una especie de segundo round por lo no dicho en Santiago del Estero. El escandaloso viaje de Martín Insaurralde, que le costó su puesto de jefe de Gabinete y la eliminación de ese cargo en Buenos Aires, será el tema más recurrente para Patricia a la hora de atacar a Unión por la Patria.
Sin información, los medios de comunicación se encargaron de mantenerlo en agenda para que el tema pueda sostenerse una semana pese al incremento del dólar, por ejemplo. Lugar para la revancha bullrichista exigida por la corporación mediática que, molesta por la omisión en Santiago del Estero, le mantuvo el asunto en la tapa del diario para que se redima. Una exigencia. Claramente, buscará atacar al candidato presidencial pero también al bonaerense Axel Kicillof, porque se mencionará el caso de Julio Segundo “chocolate” Rigau.
Rigau fue encontrado con varias decenas de tarjetas de débito de empleados de la legislatura bonaerense y extracciones de dinero con esos plásticos. Lo que se dirá, como algunos especularon en la previa, es que esa plata fue utilizada por Unión por la Patria para financiar la campaña de Javier Milei. Por consiguiente, denunciarán, una vez más, un pacto entre Massa y el libertario contra Juntos por el Cambio.
A Milei no lo atacarán por su “inestabilidad”, como acusaron esta semana en redes sociales luego de que acusara a Bullrich de haber matado niños en su etapa de Montonera al poner bombas en jardines de infantes. Sí se volverá a la soledad del candidato libertario, a su falta de equipo y proyectos irrealizables.
Esos condimentos, junto al presunto pacto con Massa, le permitirán afirmar que el único espacio en condiciones de “terminar con el kirchnerismo para siempre” es Juntos por el Cambio y no La Libertad Avanza, cascarón vacío. Pero habrá, probablemente, mucha más acción contra Milei que la que hubo en otros momentos, incluso la semana pasada.
En materia de contenidos, este debate tendrá ejes diferentes al de Santiago del Estero. Su fuerte se centrará en la seguridad, con datos o relato sobre lo que hizo durante su gestión como ministra de Mauricio y lo que el kirchnerismo destruyó. Algo de esto ya fue planteado en los medios al asegurar que con ella se terminó el narco y que con el Frente de Todos volvió a las calles.
A la hora de abordar el segundo tópico, el de empleo, hablará de los planes sociales y de su programa para hacerles frente, también del mal de las indemnizaciones y las regulaciones laborales que cree necesario derogar. En el Coloquio de IDEA, el jueves, dio algunas puntas sobre este proyecto.
Para Bullrich, su régimen laboral tendrá “un 60% de baja del costo de las indemnizaciones, que hoy es una espada de Damocles. Vamos a derogar todas las leyes que han destruido el concepto de la indemnización y han ampliado el juicio como una manera de resolver temas laborales. La industria del juicio es terrible”. Según ella, estas iniciativas se harán “rápido” en caso de ser gobierno y se complementarán con “un régimen especial laboral, simplificado, barato y económico para todas las personas que están en la informalidad y tienen planes sociales”.
Finalmente, la ciudadanía decidió incorporar al debate el eje del desarrollo humano, la vivienda y la protección del ambiente. En este caso, y a dos días de una sesión clave en Diputados sobre la ley de alquileres, Patricia podría volver sobre la necesidad de derogar la ley o de modificar los parámetros establecidos para darle más espacio al libre mercado.