La ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, atraviesa sus últimas semanas fuera de la vorágine mediática. Con un libro en el que relatará la gestión política y el vínculo con su vida privada y profesional, a fines de marzo o principios de abril volverá a la escena pública aunque aún se desconoce si con definiciones electorales. Unos días antes, también dará un curso en el Instituto que comanda Elisa Carrió, dirigenta de la Coalición Cívica y fundadora de Cambiemos junto al PRO y el radicalismo.
La figura de Vidal es muy codiciada por el larretismo que, junto a los intendentes del PRO, espera una definición sobre su juego político electoral de este año y, sobre todo, del 2023. A diferencia de otros comicios, los del 2021 se transformaron en una instancia clave. No sólo serán una suerte de plebiscito para el Gobierno nacional sino que catapultará, o enterrará, ambiciones ejecutivas para el próximo año impar. Por eso, cerca de la ex gobernadora aseguran que no tiene apuro y que posee el beneficio de la decisión personal, pensada. Si se presentara en octubre (mes que puede cambiar según el calendario pandémico) y ganara, la pista podría allanarse a futuro. Pero si perdiera, todo sería al revés y es un riesgo que, tal vez por ahora, prefiere no correr.
“Está en el rol de contar su experiencia en la provincia, igual a lo que hace en la Universidad” Di Tella donde está al frente de la materia Planificación y Gestión de Políticas Públicas. Es lo que hará, analizan desde la calle Uspallata, en el curso que dictará en el Instituto Hannah Arendt, de Carrió, la primera quincena de marzo. Serán tres encuentros que, a la fecha, tienen cerca de 200 personas inscritas para hablar de "Gestión de Políticas Públicas”. Desde el Gobierno porteño analizan que es una jugada para “intentar contener a Lilita, que no se enoje”. Una de las figuras que el larretismo quiere mantener en calma para evitar roturas en la aspiración moderada-aperturista del candidato presidenciable de Juntos por el Cambio para 2023, Horacio Rodríguez Larreta.
MÁS INFO
“Tiene una gran relación con Lilita, ella se lo pidió y le dijo que sí automáticamente”, dicen cerca de Vidal, análisis que también comparten desde la Coalición Cívica. El vínculo, aseguran, mejoró mucho una vez terminada su gestión en la provincia con más diálogo, confianza y trato. Sin embargo, también reconocen que Carrió es una caja de Pandora y que nunca se sabe qué puede pasar con ella.
Vidal optó por, en este año y monedas, bajar el perfil mediático, “que no significa bajar la rosca. Está activa” pero sin mediatizarlo, dicen. La estrategia obedece a la necesidad de darle espacio a Axel Kicillof y Alberto Fernández para evitar que se malentiendan los comentarios de la ex vicejefa de Gobierno porteño de Mauricio Macri. Cada vez que alguien la mencionó, dicen desde su entorno, subió en las encuestas. Por lo tanto, no hay apuro para una reaparición que ya tiene fecha estimada.
La dirigenta volverá a los medios en marzo o abril de la mano de un libro en el que relatará cómo la gestión la afectó como persona, en lo privado pero también en lo profesional y con la conclusión, o al menos una de ellas, de que no basta con ganar la elección para gobernar la provincia. La salida del libro estaba pautada para marzo, pero a mediados de ese mes Mauricio Macri hará lo propio con un escrito suyo y la idea es “no salir juntos”.
“Ella no tiene definido todavía (qué hará electoralmente). Horacio cree que hay posibilidades de que juegue”, dicen desde Uspallata al tiempo que reconocen que Vidal está tranquila y cómoda con el perfil bajo porque “la pasó mal” en la derrota de 2019. Desde su entorno, en cambio, aseguran que está activa y que le dio espacio a los intendentes para que salgan a jugar, que hagan y crezcan como figuras alternativas.
“Es una chicana decir que tiene miedo de volver”, aseguran en su entorno. Además, dicen que le agradece a Macri y Larreta por las oportunidades pero la decisión de su futuro político va a depender exclusivamente de ella y de lo que quiera o no hacer. Posiblemente alineada con el actual jefe de Gobierno porteño, pero las tres opciones siguen en la mesa, en igualdad de condiciones: candidata a diputada nacional por la provincia, por la Ciudad, o no postularse este año para evitar riesgos.
Su rol es clave porque Larreta quiere bloquear a Patricia Bullrich a quien quiere dentro del espacio pero no como candidata para no radicalizar el discurso de Juntos por el Cambio. Allí podrían aparecer las figuras de Diego Santilli por la Ciudad, para encabezar la lista, y de Vidal en provincia para traccionar y no sólo ponerle un freno a la presidenta del PRO sino también hacer una buena elección. “Vidal tiene la libertad de decidir qué es lo que quiere hacer en 2023”, aseguran en su entorno. Mientras tanto, Bullrich recorre el conurbano - con reuniones junto a intendentes – y ciudades del interior del país. Si bien aún no se sabe si su armado será nacional o porteño de cara al 2023, nadie niega su peso dentro de la coalición.
En ese camino también está Larreta que se anotició del vacunatorio VIP durante un viaje por Corrientes. Desde su entorno aseguran que el mandatario le pidió a Fernán Quirós, su ministro de Salud y posible candidato para disputarle una interna a Bullrich, que no haya privilegios ni favores en la Ciudad. Sostienen que estuvo preocupado por el colapso de los turnos y que la privatización de dosis porteñas obedeció a una “descentralización en lugares privados para que llegue de la mejor manera”. Por eso dicen estar “muy tranquilos” frente a la imputación en la causa.
Larreta planea seguir con los recorridos. Si bien no está definida su agenda de marzo, no descartan comenzar a recorrer el conurbano y, luego, el interior de la provincia. En el territorio bonaerense siguen manteniendo a Diego Santilli como el candidato a 2023 y aseguran que los intendentes tendrán un peso importante para el armado de esas listas, pero también el radicalismo y el vidalismo, si María Eugenia no se presenta.