En medio de la novela judicial que tiene como protagonista a Mauricio Macri, Juntos por el Cambio sigue con la campaña nacional camino a las elecciones del 14 de noviembre. En Buenos Aires miran un escenario similar a las PASO, arriba del Frente de Todos pero por poco. En la Ciudad apuntan a mantener e incrementar un poco el piso obtenido en las internas, lejos del número mágico esperado para una candidata fuerte como María Eugenia Vidal. Pero la clave pasará por el interior del país. Con la campaña "5 senadores", la oposición está concentrada en las ocho provincias que elegirán legisladores para la Cámara Alta y hay tres distritos, uno de ellos clave para esa cruzada electoral, que todavía no están asegurados y no descartan dejar de verlos pintados de amarillo.
Fuentes opositoras confirman a El Destape que Tierra del Fuego, Santa Cruz y La Pampa son miradas como distritos con riesgo potencial. La última elige tres senadores. Aquí, Juntos por el Cambio renovará sólo un legislador para la Cámara Alta y el Frente de Todos dos. Si se repitiera el resultado de las PASO, la oposición podría sumar un escaño más y ocupar dos bancas en lugar de una, pero se achicó la distancia de 10 puntos con el oficialismo y el futuro no se pinta tan certero.
En Tierra del Fuego, la oposición mira con cuidado la escueta ventaja que consiguió el 12 de septiembre. Poco más de tres mil votos y cuarenta mil ausentes en las PASO. Un resultado que el FdT podría dar vuelta. Diferente es la situación en Santa Cruz donde JxC llevó seis listas a la interna y piensa que es muy difícil retener tanto voto en una sola nómina. A eso le suman el efecto de las medidas que el Gobierno nacional tomó después de los comicios. Uno favorable, claro. Pero en ambos distritos no se eligen senadores.
En los planes opositores, según contó Patricia Bullrich en una entrevista en Twich hace unas semanas, Cambiemos debería sumar cinco senadores - restándoselos al oficialismo - para quitarle el quórum a Cristina Kirchner en el Senado. Según sus cálculos, mantendría los legisladores que ya tiene en Córdoba (2), Mendoza (2) y Tucumán (1) con la intención de crecer en otros distritos: en Santa Fe el objetivo es sumar uno más y pasar de uno a dos legisladores; conseguir otro par en Chubut, donde hoy no tienen ninguno; en La Pampa lograr dos en lugar de uno solo; y dos en Corrientes en vez de uno.
En caso de no repetir el resultado en La Pampa, que es el temor cambiemita, la cuenta matemática podría quedar compensada con el resultado en Chubut. Por esa provincia, el Frente de Todos tiene tres senadores y con el resultado de las PASO quedaría con uno. Con los números del 12 de septiembre, Cambiemos quedó primero, a casi 13 puntos de diferencia con el FdT que también le sacó una diferencia considerable al oficialismo provincial de Chubut Somos Todos.
Para la oposición, esa provincia no sería un inconveniente no sólo por los números conseguidos el 12 de septiembre sino porque, entienden, Alberto y Aníbal Fernández los "están ayudando" en la campaña con el conflicto mapuche. Según su análisis, es un error creer que los votos de Chubut Somos Todos irían para el kirchnerismo, en caso de que el gobernador Mario Arcioni hubiera optado por bajar la lista, porque la mayoría de sus electores, el 60%, optaría por migrar a Cambiemos. Por lo tanto, sostienen, para el FdT fue mejor que siga en la competencia.
El resto de los distritos, dicen, están consolidados. En Buenos Aires, por ejemplo, los números internos apuntan una diferencia de tres puntos y medio para la oposición, muy similar a la distancia obtenida en las PASO, con el Gobierno creciendo un poco. Incluso, no descartan un resultado más ajustado producto de las medidas y anuncios oficiales de las últimas semanas, sumado a la mayor movilización de los intendentes. Sin embargo, no tienen estudios que indiquen una derrota o un empate.
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En el caso de la Ciudad, hay una mezcla de deseo y realidad. Juntos por el Cambio apuesta a renovar nueve o diez diputados de la decena que pone en juego en estas elecciones. Para lograrlo, tiene que partir de un piso superior al 50%, más cercano al 55%. Por eso Vidal ocupó ese espacio, para darle volumen a la lista e intentar arrasar en las urnas pero no salió tan bien como esperaban.
Más alllá de eso, la noche del 12 de septiembre cerca de la ex gobernadora destacaron el resultado. Con la suma de las tres listas que Cambiemos llevó a internas, el piso llegó al 48% y es lo que intentarán conservar. No creen en las encuestas y apuntan a mantener lo obtenido en las PASO e incrementar un poco más, en caso de ser posible, entendiendo una complejidad: casi 800 mil personas no fueron a votar y todas las fuerzas quieren conseguir electores de una misma bolsa, por lo que no hay mucho de qué agarrarse para crecer.
Hasta ahora, sólo una cosa parece casi definida y es el búnker. Otra vez, Cambiemos AMBA no estará en un mismo espacio, la Capital Federal y la provincia de Buenos Aires no compartirán un salón de Costa Salguero y estarán separados. Vidal se volverá a mostrar en el histórico espacio PRO mientras que Diego Santilli y Facundo Manes cierran un lugar unificado para esperar los resultados. En septiembre, eligieron La Plata.