A menos de tres semanas de las elecciones generales, Juntos por el Cambio prepara dos shows políticos para estos días. Por un lado, el martes en la Cámara de Diputados donde, más allá de las diferencias, se espera la aprobación de todos los proyectos en discusión. Durante una jornada maratónica, buscarán pegarle al gobierno con el conflicto Mapuche en la Patagonia con pedidos de interpelación, citaciones y comité de crisis. Por otro, el jueves en Dolores, momento en que Mauricio Macri deberá presentarse a declarar por el espionaje ilegal a familiares de las víctimas del submarino ARA San Juan. Ante el juzgado que subroga el juez Martín Bava, la oposición convocó a dirigentes y voluntarios del núcleo duro a viajar en micros PRO para acompañar al ex presidente.
Después de una sesión fallida bloqueada por la falta de quórum consecuencia de la ausencia de Cambiemos, Diputados tendrá este martes su primer debate enteramente presencial y se espera una jornada de casi 26 horas donde se tratarán el etiquetado frontal, derechos para personas en situación de calle, proyectos para los viñateros - muy esperados por la zona cordillerana -, promoción ovina y otras iniciativas incorporadas durante dos semanas de negociaciones entre oficialismo y oposición.
Esta vez, el quórum no estará en discusión y la ley que generó más idas y vueltas, la de etiquetado frontal, se terminará de sancionar sin problemas junto al resto del temario del día que, al ser consensuado, tiene vía libre. Desde el interbloque de Juntos por el Cambio tienen una línea clara: la mayoría acompañará el proyecto, otros lo harán en general y mostrarán objeciones en particular, algunos pocos se abstendrán y otros, sobre todo del PRO, mostrarían su rechazo.
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Desde el PRO se dejaron ver disgustados no con la ley en forma global sino con las restricciones que plantea, como por ejemplo prohibir que se vendan determinados productos poco saludables en los colegios o que se entreguen de forma gratuita a menores. Argumentarán que en una Argentina con altos niveles de pobreza, no es una discusión para dar en este momento.
Pero lo más picante estará por fuera del debate pautado. Cambiemos planteará apartamientos de reglamento para incluir iniciativas no tratadas en comisión. Con la necesidad de tener los dos tercios de los votos para lograr el cometido, algo imposible, sólo lo harán para el show mediático. El tema elegido es el conflicto con los Mapuches en el sur del país. Si bien todavía están en definición, los pedidos girarían en torno a las interpelaciones de Aníbal Fernández, ministro de Seguridad, Juan Cabandié, de Ambiente y Magdalena Odarda, del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas.
Además, podrían plantear la citación del embajador argentino en Chile, Rafael Bielsa, y la convocatoria del comité de crisis establecido en la Ley de Seguridad Interior. El proyecto fue presentado por Luis Petri junto a Waldo Wolff, Pablo Torello, Omar de Marchi, Julio Sahad, Álvaro de Lamadrid y Carla Piccolomini, todos del mismo interbloque. "La ayuda que debe enviar la Nación no es una opción ni una concesión, es una obligación", dijo el autor de la iniciativa.
The Macri show
En paralelo a la actividad del Congreso, diputados y dirigentes nacionales del PRO organizaron una suerte de caravana hacia Dolores el jueves a las 11 de la mañana para acompañar a Macri en su declaración indagatoria por espionaje ilegal. La convocatoria fue lanzada en redes sociales y está dirigida al núcleo duro del macrismo, al cual trasladarán en micros y se esperan algunas decenas de figuras opositoras.
Después de faltar a dos citaciones, el ex presidente decidió presentarse ante el juez Martín Bava a quien no dejó de criticar. En una entrevista difundida por el Twich PRO, dijo que el kirchnerismo lo metería preso "si pudiera", porque hay "casi como una obsesión muy difícil de entender" sobre su persona. Después de recaer en el discurso de la persecución, quiso analizar que hubo personas que no gustaron de su Gobierno "pero nadie puede dudar de nuestra intencionalidad" donde "nadie abusó del poder", lo que le da "mucha tranquilidad" porque "ni mandé a espiar a los familiares del ARA San Juan ni a nadie".
Pero Macri, además, está pensando en candidaturas, armados y unidad. Según dijo en esa entrevista partidaria, "el día que salís del poder tenés que asumir otro rol y no esperar tener ese mismo nivel de protagonismo porque no corresponde y también tenés que demostrar que hubo una vida antes y una vida después".
En ese rol, el ex presidente optó por mantener el bloque cambiemita sin fisuras. "Todo lo hecho sirvió porque la unidad nunca estuvo en crisis", dijo y aclaró que, en paralelo, está "ayudando a que todos los curas que quieren ser Papas puedan crecer, es el mayor aporte que puedo hacer", en relación a dirigentes como Horacio Rodríguez Larreta, públicamente lanzado como candidato presidencial. Sin embargo, "para el 23 falta mucho", cerró Macri.