La recorrida federal llevó a Patricia Bullrich a Misiones, desde dónde volvió a instalar el concepto del "sí se puede" usado cuando Juntos por el Cambio perdió las elecciones del 2019. Ahora, la jefa del PRO y una de las candidatas presidenciales para el año que viene se irá del país con destino a Oxford en plena campaña anticipada.
Bullrich partirá el viernes hacia el Reino Unido. Visiblemente contenta por haber ganado una beca, comunicó la novedad en un encuentro que encabezó en Puerto Iguazú el jueves. En el viaje de 15 días hará un post doctorado en Capacidad de Gestión Pública "para gobernar mejor la Argentina". Contó, en medio de los aplausos de la magra audiencia presencial y virtual (la transmisión en vivo de Facebook contó con un pico de 16 personas), que cursó tres años por Zoom, lo que se le complicó bastante por la diferencia horaria con Inglaterra, y que "ahora me voy allá" por dos semanas para enfrentar la instancia final.
De este modo, la presidenta del PRO abandonará las recorridas por el país por los próximos 15 días. La ex ministra de seguridad se caracterizó por su gran construcción territorial, pese a las observaciones que algunos dirigentes del partido puedan hacer sobre su equipo. Ahora esas actividades quedarán en stand by hasta que regrese a la Argentina porque la carga horaria en Oxford será muy importante, según le confesó una fuente cercana a El Destape.
Como en Córdoba, a comienzo de semana, Bullrich volvió a presentar su programa de Gobierno en Misiones. Por ahora, grandes títulos como desmafizar el Estado o desburocratizar, crear más empleo privado que público, tener un programa de educación igualitario, ponerle fin a los planes sociales y reducir impuestos.
Si bien esos lineamientos obedecen a un proyecto federal, uno de los grandes focos destacados por ella a lo largo de sus intervenciones es la necesidad de que Cambiemos pueda gobernar en más provincias. Misiones, La Pampa y Chubut, dijo, son parte de los "desafíos" para la alianza opositora. En Juntos por el Cambio crece la convicción de que podrían llegar a comandar siete u ocho distritos, entre tres y cuatro más que en la actualidad.
La esperanza se inscribió en la "nueva oportunidad" que les dió la sociedad con la elección del 2017, después de la derrota ejecutiva. Si bien no consiguieron aumentar el caudal de votos ni llegaron al 45% deseado en las generales del año pasado, el resultado les dió un empujón anímico. "Esta vez no nos roban el gobierno", dijo la ex ministra de Macri.
La presentación duró algo más que 20 minutos y fue escenario para la vuelta del "si se puede". Al hablar del Puente Trancredo Neves y la necesidad de darle volumen y capacidad para exportar la producción nacional, no dudó: "Claro que se puede, sí se puede". La frase no nació con Macri, de hecho la popularizó Barack Obama, pero fue el slogan con el que, en septiembre de 2019, el ex presidente convocó a caravanas en 30 ciudades del país para intentar revertir el resultado de las PASO ante el Frente de Todos.
Para ella, en caso de que JxC vuelva a ser Gobierno, serán necesarios "cambios de fondo, fuertes desde el primer día. Claro que se puede". A diferencia de la gestión del 2015, dónde fueron "ingenuos, pasito a pasito", ahora irán "paso a paso", más rápido, porque "si hoy destrabamos la Argentina, sacamos a los que impiden que crezcan" y aoarecen mandatarios con ideas nuevas, las cosas serán distintas.
De ese modo, a diferencia de lo que ocurrió con la experiencia anterior, deberán "animarse a ir a la profundidad y sacar todo lo que hay que sacar". Este fue, tal vez, uno de los mayores "aprendizajes" de Cambiemos. La cuestión del tiempo y la calidad de la "transformación". No podría hacerse en mil días, no existe el segundo semestre. Todo debería ocurrir lo más rápido posible. El primer día o las primeras cien horas. Por eso todos trabajan en un plan que pueda estar finalizado este año para saber qué proponer en campaña pero, sobre todo, cómo cumplirlo en el Gobierno.
Bullrich lanzó su plan ante Mauricio Macri y ahora lo llevó por el resto del país. Los puntos básicos son la desburocratización del Estado, que el Banco Central no pueda emitir moneda para financiar el Tesoro, el anclaje de las reservas fuera del país, la legalización de una economía bimonetaria, la reforma laboral, el "fin de los privilegios" de la política, el fin de los planes sociales y un programa educativo con un eje igualitario para cada provincia.
Algunas cuestiones todavía son a título personal y hay quienes aún esperan el ámbito de debate global para consensuar un programa que deje contentos a todos. Porque la oposición planea redactar un mismo plan para quien sea el elegido. Quien gane, pondrá su impronta. Pero la base será la misma para todos.
En el resto del mapa PRO, Horacio Rodríguez Larreta volvió de una gira que lo llevó por Madrid e Israel, con balance positivo y el programa de un país que combatió altos índices de inflación. Tras su regreso, pasó fugazmente por Berazategui y ahora se enfocará en la gestión y en los próximos días estará en la Ciudad.
María Eugenia Vidal optó por viajar por el país y fomentar un crecimiento en su imagen positiva para construir un buen lugar de negociación en la mesa de la alianza y, eventualmente, ser candidata. Ya expresó sus deseos presidenciales pero todavía no está definido si su nombre será impreso en alguna boleta y, mucho menos, en cuál.
Macri, finalmente, optó por mostrarse con todos, pero con el particular hobby de ponerle bastantes trabas a Larreta, el candidato natural que, de tan natural, a veces parece haber quedado viejo. El ex presidente coquetea, cada vez que puede, con una postulación suya pero mantendrá el misterio hasta marzo del año que viene. Como varios, está más enfocado en la definición de un plan que en la elección de un nombre.