A las 18:30, en un bar de plaza Houssay, Patricia Bullrich le dió su apoyo formal a la candidatura de Jorge Macri en la Ciudad de Buenos Aires. El ministro de Horacio Rodríguez Larreta ya tuvo la banca de su primo, Mauricio, y todavía aguarda la definición del jefe de Gobierno, que optó por dejar jugar a todos y tomar una posición hacia el final. La imagen del martes funcionó como un mensaje hacia el capitalino, un acorralamiento halcón para que deje de coquetear con el radicalismo local, justo el mismo día en que volvió a mostrarse con Martin Lousteau.
La comunicación oficial fue estilo Bullrich al 100%. Primero, no dejó lugar a dudas al anunciar que trabajará "fuertemente para que el próximo jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires sea del PRO", junto a una foto con Jorge. Para ella, "son momentos para encarar cambios profundos con orden y austeridad, con la decisión de bajar los impuestos" y, evidentemente, Macri sería el indicado para ello.
El pedido de la foto fue adjudicado directamente a Patricia Bullrich, que no tiene un candidato en la Ciudad y que ya había adelantado, con movimientos tercerizados, el acercamiento a Jorge Macri. La captura, según pudo saber El Destape, intentó ser demorada para evitar hablar de candidaturas en un año próximo a finalizarse y con un Mundial en el medio. La máxima de la política argentina reza que no es momento de lanzarse abiertamente a la campaña porque las preocupaciones de la ciudadanía son otras.
El alcalde de Vicente López en uso de licencia se vio en una posición incómoda. De buena relación con las distintas tribus, quedó en el medio de la disputa entre su primo, la jefa del PRO y el mandatario capitalino. Macri ministro se convirtió, primero, en el candidato de su primo y, después, en el de Bullrich. Logró unificar al bando halcón bajo la premisa de que el espacio amarillo no puede entregarle la CABA al radicalismo y que, para ello, será necesario tener un solo nombre bancado por todos.
Ese pedido se convirtió en un dardo envenenado teledirigido a Larreta. El jefe de Gobierno mantuvo, este martes, un encuentro con Martin Lousteau, el postulante de UCR Evolución en la Capital Federal, y senadores estadounidenses. Horacio decidió que todos tienen que competir libremente y no habrá inclinación, en el corto plazo, a favor de ninguno.
Según se interpretó en filas PRO, el dirigente de la Ciudad no quiere ponerse en contra al senador y prefiere mantener una buena relación con él ya que ambos generaron, con otros partidos aliados, una suerte de co-gobierno. Además, ante los ataques de los propios, el candidato presidencial no lanzado necesita de sus socios. Pero, en un futuro, seguramente habrá cruces. Al menos así lo consideraron cerca de un dirigente amarillo, desde donde también se apuntó la existencia de un grupo especializado para buscar ejes que puedan servirle al radical para enfrentarse a los macristas.
Para el bullrichismo, Jorge encarna la continuidad del macrismo en la Ciudad. "Todo nuestro apoyo", dijo Gerardo Milman con la publicidad de la foto. Para otro mesa chica de Bullrich, Juan Pablo Arenaza, el intendente representa los valores amarillos del "compromiso, experiencia y valentía" para garantizar la dinastía PRO en la Capital.
La indefinición de Larreta irritó a los halcones.
El 12 de octubre, Juan Pablo Arenaza, legislador y mesa chica de Bullrich, se mostró con Jorge Macri para fortalecer su candidatura. En esa recorrida, como contó El Destape, el bullrichista planteó que el PRO debería tener un solo candidato, que el ministro de Larreta es el más "claro" del espacio y, en ese entonces, ya adelantó el apoyo de la titular del PRO. Ese día, tuvo lugar el primer dardo porteño contra Larreta. Palabras más, palabras menos, Arenaza cuestionó la ambivalencia y dijo que su sector no juega "con dos a la vez" porque no deberían "regalarle" el distrito al radicalismo. Eventualmente, la unificación podría tender el puente entre halcones y palomas pero ese escenario aún está lejos.
Al macrismo le surgió una duda de cara al año que viene. Entre Macri y Larreta, el PRO gobernó por cuatro periodos consecutivos. En 2023, serán 16 años al mando de la Ciudad. ¿Qué pasaría si los porteños se mostraran cansados de una misma gestión? ¿Y si ahora le interesan otros debates, más allá del cantero o la mesa de ping pong en una plaza? Esas preguntas se plantearon como un posible desafío, sobre todo porque la CABA tiene balotaje y, salvo en 2019, nunca se ganó en primera vuelta. Desde el sector amarillo capitalino se aseguró que habrá un nombre PRO, que se lo apoyará y que ganará. O sea, eventualmente, Larreta se la jugará por uno.
Las encuestas mostraron que esas preguntas retóricas podrían tener una respuesta en la vida real. Un sondeo de Federico González se asemejó mucho a los números internos. En ese estudio, Lousteau se impondría por cuatro puntos frente a Macri en una interna cambiemita de cuatro, con Soledad Acuña y Fernán Quirós incluidos. Si se respetara la idea PRO de tener un solo candidato, Jorge captaría las voluntades de los otros ministros porteños y sacaría una ventaja de 12 puntos frente al radical. En los sondeos internos, sin embargo, Lousteau no apareció con tan alto porcentaje ni Macri con tan bajo.
Jorge Macri, más allá de la foto con Patricia y la banca de Mauricio, está ubicado dentro del armado de Larreta. Pero los dos halcones lo usaron de palanca para presionar a Larreta que, además de la foto con Lousteau, mantiene periódicas actividades con los otros dos posibles candidatos, Soledad Acuña y Fernán Quirós. La imagen buscó marcar una diferencia entre los dos bandos, fue anticipada a algunos medios para generar presión y no pudo contenerse.