Para Patricia Bullirch, en el gobierno de Mauricio Macri se hicieron muchas cosas pero, por falta de tiempo, no llegaron a concretar la transformación de una matriz de poder signada por el peronismo en la Argentina. Esa tarea inconclusa comenzó a funcionar, desde diciembre de 2019, como el motor anímico de la oposición para intentar volver a la Casa Rosada en las elecciones del año que viene empujados por la "crisis" del Frente de Todos, al que le "queda poco tiempo" en la conducción del país. La jefa institucional del PRO volvió a volar hacia Estados Unidos, esta vez con un fuerte lazo al fundador del partido amarillo porque participó de una charla en el instituto en que el ex presidente actualmente dicta clases. El vínculo entre ambos no es novedoso pero se profundizó en las últimas semanas, con un espaldarazo político de su líder, que le aportó equipos técnicos y territoriales para la campaña desventajosa frente a la caja de su principal adversario, Horacio Rodríguez Larreta.
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El fin de semana, Bullrich viajó a Estados Unidos para participar en el Foro “Derecha e Izquierda en el Siglo XXI”, organizado por el Interamerican Institute For Democracy y el Adam Smith Center For Economic Freedom, en Miami. En octubre del año pasado, Macri ya había anunciado su incorporación al "programa de liderazgo académico" del "Adam Smith Center para interactuar y ser un mentor para futuros líderes en el ámbito de diseño de políticas públicas, con la mirada especialmente puesta en el progreso de América Latina”.
Los dirigentes no se encontraron en la travesía estadounidense. Mauricio está en Buenos Aires y durante la intervención de Patricia se encontraba en sus oficinas de Vicente López. El ex presidente había estado en el Georgetown Americas Institute la semana pasada y a principios de abril se mostró en Florida junto a Donald Trump, lo que le valió la crítica de Elisa Carrió, su socia fundadora de Cambiemos.
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El rol de Macri en el instituto fue destacado por Bullrich en su breve discurso ante los presentes y poco más de 40 personas en Youtube, donde se pudo seguir el encuentro. Pero el auditorio no fue lo importante. La aparición de Patricia en un ámbito macrista formó parte de un gesto mucho más amplio, el apoyo de Mauricio para permitirle llegar con posibilidades concretas al 2023.
Macri todavía no definió si será o no candidato y ya hay quienes empezaron a especular con qué harán, si llegara a decidirse por la positiva, los actuales aspirantes a la Casa Rosada. A Larreta no le queda mucha más alternativa que lanzarse por la presidencia, no puede reelegir en la Ciudad de Buenos Aires y tiene muchas ganas de ser el próximo jefe de Estado. A Bullrich más o menos lo mismo, pero sin el mandato del "salto" de un cargo ejecutivo a otro cargo ejecutivo.
Pero, pese a la indefinición de Mauricio, algo quedó en claro: el ex presidente no será prescindente en la elección y tener al menos dos candidatos propios le subirá el precio a su decisión por uno o por otro. En ese camino signado por el ego, mantener con posibilidades a Bullrich es casi un mandato propio. Por eso, en el último tiempo sumó personas de su confianza al equipo de Patricia para ayudarla a ganar volumen político y todavía más llegada al territorio. Pero, sobre todo, para ordenar.
Frente al enorme aparato institucional, comunicacional y económico que maneja Larreta, Macri vio que a Patricia le faltaba estructura y organización. Las declaraciones de la ex ministra de Seguridad, esas en las que aseguró que Mauricio no sería candidato presidencial, lo molestaron y por eso buscó evitar futuros nuevos errores innecesarios. A Macri nadie le dice qué puede o no puede hacer.
En ese contexto, Bullrich participó de la charla en la Universidad de Macri y analizó que durante el Gobierno de Cambiemos "no terminamos de cambiar esta matriz de poder" instalada por el peronismo. El problema actual, analizó en una breve intervención, es la implosión de las categorías de tiempo y espacio de la mano de la hiperconectividad e interacción masivas. La sociedad pide cambios veloces que se contradicen con los momentos institucionales, del Estado de derecho y de la construcción originaria de las democracias liberales. Algo así como que los votantes de la alianza opositora quisieron transformaciones que no fueron rápidas y por eso no los volvieron a elegir en 2019.
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La anunciada precandidata presidencial por el PRO concentró gran parte de su intervención en criticar al peronismo, en anunciar su final cercano y en la posibilidad de volver a ser gobierno, con Juntos por el Cambio, en 2023. Según su visión, al formato actual del peronismo, encarnado en el Frente de Todos, "le queda poco tiempo" en el Gobierno. Es la "primera vez en la historia que está en una crisis, no voy a decir 'terminal' porque siempre reviven", sostuvo, pero agregó que esperará esa terminalidad para poder enunciar la afirmación.
Acompañada por Fernando Iglesias, que el miércoles presentará su libro "El medioevo peronista" en el Institute For Democracy, la agenda norteamericana de Bullrich incluye encuentros con economistas, empresarios y estudiantes argentinos que residen en Florida. También tiene previsto encontrarse con referentes de agrupaciones que trabajan en el seguimiento de las elecciones en el exterior, con quienes planea discutir las estrategias para el año que viene, además de la confección de un proyecto de ley que regule el voto argentino en el exterior y que tome sus propuestas en la redacción.
En la agenda de Juntos por el Cambio, hoy miércoles está pautada una reunión de la mesa nacional de la alianza opositora. El temario todavía no fue promocionado pero será, con los que estén, presencial de 13 a 15. La última vez que se encontraron fue la semana pasada, de forma virtual, para cuestionar la jugada de Cristina Kirchner en el Senado, movimiento que le quitó al PRO la posibilidad de sumar un consejero de la Magistratura dentro del nuevo organigrama de 20 miembros.