Patricia Bullrich retomó la campaña full time con una visita a la provincia de Corrientes, que será la vedette de estos días por ser el escenario de la tradicional fiesta del Chamamé, un evento que se extenderá por un total de diez jornadas con entradas a precios populares. La festividad empezó a llegar a su fin y muchos de los candidatos pasarán por allí para saludar y ser vistos junto al gobernador local, el radical Gustavo Valdés, una figura a conquistar por sectores amarillos.
Temprano, la presidenta del PRO arribó a la provincia después de terminar unas vacaciones que la tuvieron activa producto de la interna en Juntos por el Cambio y de un arranque de año movido. El viaje contó con una comitiva importante de dirigentes referenciados en su proyecto, entre los que se destacaron Damián Arabia, su armador en el interior, y Federico Angelini, un hombre identificado 100% con Mauricio Macri que comenzó a colaborar con la postulación de la ex ministra de Seguridad y hoy está en sus filas sin lugar a dudas.
En Corrientes siempre le bajaron el tono a la visita. Valdés se encargó, en todos estos meses, de recibir a cada uno de los referentes que quiso mostrarse por su territorio. Los vio en la casa de Gobierno, se sacaron fotos y siempre se lo vio predispuesto al diálogo. Se lo describe como un hombre que tiende a la unidad. En el caso de Bullrich, se vieron en la gobernación, dieron una conferencia de prensa matutina y, luego, caminaron por la peatonal para hacer el clásico cara a cara con los vecinos.
Según trascendió, ambos coincidieron en la necesidad de fortalecer Juntos por el Cambio y de federalizarlo. Este tal vez sea el punto más fuerte a la hora de armar fórmulas electorales. Se volvió casi indispensable que el compañero de un candidato macrista esté acompañado por un radical, pero no cualquier radical sino uno del interior. Carolina Losada sería el upgrade de ese armado porque también incorporaría paridad de género a una boleta comandada por un hombre. En el caso de Bullrich, eso ya estaría saldado.
Conversaron sobre la necesidad de lograr cambios en la Argentina con un equipo, con trabajo y con coraje, un mensaje repleto de palabras descubiertas en focous group con el agregado del óvulo, uno de los latiguillos de Bullrich para diferenciarse de su principal contrincante en el PRO, Horacio Rodríguez Larreta. Después, la clásica caminata por una provincia que el radicalismo gobernará por otros dos años. Es que el mandatario obtuvo la reelección en 2021 producto de tener comicios separados del resto del país luego de una intervención federal que ya cumplió 30 años.
En la previa se especuló con que la foto significaría el quiebre del radicalismo producto de la molestia generada entre los dirigentes por la actitud de la conducción, en manos de Gerardo Morales, y sus constantes negociaciones unipersonales en nombre del partido. Pero la UCR seguirá unida más allá de las diferencias, completamente ciertas y palpables y que ya detalló El Destape.
Las disconformidades en el radicalismo fueron las que intentaron explotarse con esta reunión. La incomodidad de algunos dirigentes con Morales por su actitud de negociar en soledad en nombre del partido sin participación del resto de los referentes. Para un sector amarillo, el jujeño se entregó a ser furgón de cola del PRO, resignando la posibilidad de ser candidato presidencial para poner un boina blanca (él) como vice, probablemente de Larreta. Mientras que otros preferirían que el partido centenario adopte un rol más sólido en el armado.
Una fuente presente en el encuentro correntino contó que Bullrich y Valdés acordaron en la necesidad de hacer todo lo posible para ganarle al Frente de Todos y, en paralelo, bajar la discusión interna entre los dirigentes de Juntos por el Cambio. Según el mismo testimonio, el gobernador dará libertad a los suyos para apoyar al postulante que quieran, con el que se sientan más identificados. También vio una simpatía fuerte por la ex ministra, pero advirtió que no la hará pública hasta que no se resuelva el conflicto radical mencionado anteriormente.
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De todos modos, Valdés logró ubicarse en un lugar de hospitalidad con todos los dirigentes, por lo que la simpatía mostrada podría relativizarse sin ningún tipo de problemas. Más que nada porque siempre sonó como un posible vice de Larreta. Sin embargo, con dos años de gestión provincial por delante, el gobernador no abandonaría su rol en Corrientes pero podría empezar a explorar su proyección nacional a mediano plazo. En el horizonte cercano, no dejaría su silla para ser el segundo de otro.
Por la misma razón, en la reunión con Bullrich no se habló, pese a una publicación sospechosa, de una fórmula presidencial pero sí de trabajar en equipo. Lo cierto es que pareciera que la presidenta del PRO empezó a explorar otros horizontes radicales pese a mantener una muy buena relación con Alfredo Cornejo, que se mostró como potencial pareja en una boleta presidencial pero, eventualmente, podría retornar a Mendoza para intentar retener la provincia frente a una avanzada PRO que se orientó a tensionar los vínculos hasta el borde de la ruptura con Omar de Marchi a la cabeza. Esa decisión recién llegaría en febrero.
Las vacaciones también influyeron en la falta de fotos y recorridas en conjunto aunque, según explicaron a El Destape, las comunicaciones con Cornejo son semanalaes. De hecho, la de este jueves fue la primera actividad oficial de Bullrich después del receso. Ahora continuará con otras jornadas calientes de campaña. Su visita al country Cumelén, en Villa La Angostura, se demoró y no será este viernes sino el lunes y martes, días en los que trabajará con Mauricio Macri que ya recibió a Horacio Rodríguez Larreta para despedir el 2022 y darle la bienvenida al 2023.
Después de eso, Bullrich estará en Mar del Plata, Dolores y Balcarce. Pero no será la única protagonista de un tour federal en año electoral. María Eugenia Vidal, que en principio no tiene el destino litoraleño en agenda, estuvo este jueves en Pinamar con su candidato bonaerense, Cristian Ritondo y el intendente y jefe de equipos técnicos del diputado, Martín Yeza. El viernes viajará con el jefe del bloque PRO a Mar del Plata para mostrarse junto a Guillermo Montenegro, la semana que viene se trasladará a Necochea y febrero probablemente la encuentre en Santa Fe y Córdoba.
Por su parte, Carolina Losada y Luis Naidenoff también estuvieron la fiesta del Chamamé para sacarse una foto con Patricia. El sábado, no se descartaba, podrían hacer lo mismo con Larreta, que también viajará. Salvo Vidal, estarán todoslos presidenciales porque Gerardo Morales y Facundo Manes darán el presente este viernes y todos serán recibidos de igual manera por Valdés. La foto del gobernador correntino con Morales servirá para mostrar que “no va a haber ruptura” pese a las diferencias.
“Hay unidad”, aseguraron desde Corrientes al tiempo que aclararon que, con ciertos mensajes consolidados en ausencias a actos importantes (como el de Costa Salguero por el aniversario del triunfo de Raúl Alfonsín o el primer encuentro dirigencial en Mar del Plata este verano), se buscó marcarle la cancha a la conducción para advertirle que no maneja a todos los referentes del partido y que deberían trabajar juntos. ¿Disputa por el partido en puerta?
Al mismo tiempo, se reclamó la necesidad de mayor federalismo al sostener que no todas las actividades deberían ser en la Capital Federal o, en verano, en la Costa, sino que es indispensable también viajar al interior del país, caminar y hacer reuniones de dirigencia en las provincias. Básicamente porque el pensamiento del electorado porteño y bonaerense es lo que piensa todo el país porque las realidades son diferentes.