En 2023 no sólo se podrá en juego la presidencia sino las condiciones de gobernabilidad de la próxima gestión. Este año demostró que un Congreso partido al medio, en una sociedad atravesada por la grieta y la oposición por la oposición, imposibilita el avance de proyectos incluso consensuados, trabando cualquier acuerdo político y chance de negociación. Con las elecciones, se verán las mayorías y minorías que empezarán a regir a partir del 10 de diciembre y Juntos por el Cambio ya mostró la intención de crecer en el Parlamento, pero también en sillas de mando, tanto provinciales como municipales.
Diputados
En el Congreso, el año que viene se pondrán en juego 129 bancas de Diputados, la mitad de la Cámara. De ellos, 55 serán de Juntos por el Cambio: 24 del PRO; 17 de la UCR oficial; 4 de Evolución; 7 de la Coalición Cívica; 2 de Encuentro Federal y uno de Producción y Trabajo. El macrismo, de hacer una elección aceptable, seguiría siendo el bloque mayoritario de la oposición en el órgano de los representantes del pueblo y la pregunta pasará por cuál será el espacio que le dejarán a la Coalición Cívica.
Elisa Carrió se transformó en una aliada importante, fundadora de Cambiemos, pero, cada tanto, problemática. La intención, al menos de un sector del amplio ecosistema de la alianza, será erosionar su poder de fuego con paciencia para quitarle, progresivamente, injerencia. Por eso, la cantidad de nombres que la Coalición Cívica pueda escribir en la lista, en lugares “entrables”, será importante. Podría perder, si los planes se cumplen, tres o cuatro legisladores.
Los dos distritos donde los lilitos mostraron mayor peso son la CABA y Buenos Aires. En el primero, JxC pondrá en juego ocho bancas nacionales, repartidas en cuatro del PRO, dos por la CC y otro par por Evolución. Por la provincia, en tanto, la oposición apostará 14 sillas legislativas, de las cuales ocho serán del macrismo; tres de la UCR; dos de la Coalición y una de Encuentro Federal.
El Frente de Todos también se jugará mucho. En total, habrá 68 diputados oficialistas en juego, de los cuales cuatro serán por la Capital Federal y 19 por la provincia de Buenos Aires. Por el volumen del territorio bonaerense, una buena elección en el distrito será clave para mantener la leve ventaja sobre la oposición, actualmente sólo con dos legisladores más que el interbloque cambiemita. En total, la CABA renovará 12 sillas y Buenos Aires lo hará con 35, dentro de las cuales también estarán dos legisladores de Identidad Bonaerense
En Córdoba se disputará un partido interesante. Cambiemos quiere empezar a disputarle la gobernación al schiarettismo, con poca seguridad para el 2023 (pero con probabilidades) y muchas más chances en 2027, una construcción con paciencia. En el territorio que le dio empuje a la alianza opositora, habrá nueve bancas sobre la mesa, seis de ellas de JxC divididas en dos del PRO, tres de la UCR y una de la CC. El FdT apostará dos y Córdoba Federal uno.
Desde el norte, Catamarca pondrá en juego dos, una de Todos y otra de Cambiemos, bajo el título de los lilitos, mientras que en el Chaco habrá tres en disputa, dos por el oficialismo y una por la oposición ocupada por la UCR. Después del resultado del 2021, donde la alianza triunfó en la PASO pero perdió en las generales, hubo un impulso para intentar encontrar cierta competitividad en el distrito gobernado por Jorge Capitanich, por lo que será de particular interés.
MÁS INFO
Dos provincias importantísimas donde se desatará una batalla electoral feroz serán Chubut y Entre Ríos. En las dos se planteó más o menos el mismo escenario opositor: una figura fuerte del macrismo que disputaría una interna contra otra radical, menos taquillera, para intentar ir por la gobernación. En la primera, se suspendieron las PASO en la última sesión del año y el panorama se mostró un poco más parejo y turbulento que en la segunda.
En materia legilsativa, Chubut arriesgará tres diputados, dos del FdT y uno de JxC, en manos del PRO. Entre Ríos, por su parte, apostará cuatro, dos para el oficialismo y dos para la oposición dividios entre el macrismo y el radicalismo. El nombre fuerte para encabezar la cruzada en la Patagonia será el del actual senador amarillo, Ignacio Torres, y en el distrito del litoral la encabezará Rogelio Frigerio, larretista de buena relación con todas las tribus.
Corrientes, que no elegirá gobernador, también tendrá cuatro bancas en disputa divididas en mitades entre las dos coaliciones más grandes. Acá, la oposición también se las repartió entre el PRO y la UCR, partido que gestiona esa provincia. Otro distrito radical, Jujuy, también será importante. En este caso, Todos pondrá más en juego que Cambiemos: dos contra uno en manos del partido centenario.
Formosa, un distrito que está tachado dentro de los posibles, empezó a generar alguna luz de esperanza para un futuro prolongado. Allí habrá tres bancas en contienda, de las cuales dos serán del oficialismo y una de la oposición, encarnada en la UCR. En La Rioja, Juntos por el Cambio no perderá nada porque sólo se disputarán tres sillas, dos del FdT y una de Ser.
La Pampa abrirá el año electoral con PASO en febrero y generales en mayo. Cuando fueron las legislativas de 2021, el PRO creyó que podría dar el batacazo y quedarse con el distrito gobernado por el peronismo. Esa posibilidad hoy se planteó más lejana. Las dos coaliciones tendrán que intentar renovar un diputado cada una, en el caso de JxC, en manos de Evolución.
Mendoza también será importantísima, sobre todo porque el macrismo buscará arrebatársela al radicalismo, y Alfredo Cornejo apareció como la única posibilidad de retener el territorio. Aún bajo definición. Allí, la alianza apostará una mayor cantidad de bancas que el Frente de Todos, tres contra dos, repartidas una para el macrismo y un par para el espacio centenario.
En Misiones, habrá cuatro en juego. Dos serán del FdT, una del PRO y otra del Frente de la Concordia. En Neuquén, en tanto, serán dos, una de Todos y otra del macrismo. Desde el sur, Río Negro apostará dos sillas del gobierno nacional y otra de Juntos somos Río Negro. Y en Salta habrá cuatro, dos del oficialismo y dos de la oposición, una por la UCR y otra por el macrismo.
San Juan, una provincia en la que la oposición también cree poder hacer un buen desempeño el año que viene, dejará tres en disputa. Dos del FdT y una de Producción y Trabajo, integrante del interbloque de JxC. Marcelo Orrego, de este espacio, será el elegido para ir por la gobernación. En San Luis, Todos apostará una y Evolución otra, mientras que en Santa Cruz el par en cuestión será del oficialismo.
Santa Fe será clave porque habrá diez bancas en juego. Otra provincia en la que JxC apuesta victoria. El FdT apostará cuatro mientras que Cambiemos lo hará con cinco (dos del PRO, dos de la UCR y una de la CC) y el Socialismo otra. De formalizarse el famoso “frente de frentes”, con el ingreso de los socialistas a una alianza con Juntos, el universo estaría dividido en dos y no en tres.
En Santiago del Estero las cuatro sillas a disputar están hoy ocupadas por el FdT, mientras que las tres de Tierra del Fuego se dividieron en dos para el oficialismo y una para el PRO. Finalmente, en Tucumán se jugarán cinco, tres de Todos, y dos de JxC (UCR y Encuentro Federal).
Senado
En la Cámara Alta, la cuenta será mucho más sencilla. Buenos Aires, San Luis, Misiones, Santa Cruz, Jujuy, La Rioja, Formosa y San Juan renovarán, cada una, sus tres senadores. A diferencia de Diputados, donde se cambia media representación cada dos años, en este caso la elección se hace por tercios y el mandato tiene una duración de seis períodos, no cuatro.
En Buenos Aires, el FdT apostará una banca mientras que JxC lo hará con dos, correspondientes al PRO. En Formosa, la ecuación se planteará a la inversa, dos por el oficialismo y una por la oposición, en este caso radical. En Jujuy, en tanto, la UCR volvió a ser la protagonista con dos sillas por intentar retener versus una del peronismo.
Por La Rioja, el radicalismo pondrá en disputa una banca; el Frente Nacional y Popular lo hará con otra y Hay Futuro Argentina apostará la tercera del distrito. En Misiones, el PRO intentará mantener la que ya ocupa y Todos hará lo propio con la suya, al igual que el partido Misiones, de Magdalena Solari Quintana, una aliada del gobierno.
En San Juan habrá dos espacios en juego por el FdT y otro de JxC, en este caso bajo el sello de Producción y Trabajo, un partido local aliadoo a la coalición. Por San Luis, serán dos de Todos y una del PRO y en Santa Cruz, dos de la UCR y otra del oficialismo.
Intendencias
De las 135 intendencias de la provincia de Buenos Aires, Cambiemos apostará 55 y, con partidos vecinalistas aliados o que mostraron vínculos con la coalición, el número ascenderá a 59. El Frente de Todos, por su parte, lo hará con 72 tierras en manos de alcaldes propios. El resto, está dividido en espacios más chicos y locales pero el disgtrito está claramente partido en dos.
De ellos, 33 municipios están en manos radicales, la mayoría en el interior de la provincia y sólo cuatro en las populosas primera y tercera sección electoral. El PRO pondrá 22 sobre la mesa, con seis intendencias entre las dos secciones con mayor caudal de votos. El gran objetivo será retener el conurbano, ampliar a zonas posibles y, en caso de lograrlo, empezar a expandir el margen de acción hacia la zona productiva dominada por la UCR.
Después de varios meses de debate producto de una ley votada durante el vidalismo para terminar con las reelecciones indefinidas de los intendentes, en 2023 habrá una nueva oportunidad para todos por lo que en los próximos comicios no regirá el calendario y los caciques fuertes podrán dar la batalla para mantener sus distritos.