La foto de unidad esperada para el domingo se enturbió en medio de una nueva interna entre los equipos de los dos presidenciables de Juntos por el Cambio. Con el fin de la neutralidad de Rodrigo de Loredo, empezó una suerte de batalla subterránea para mostrar apoyos de uno u otro lado y bajo ese clima de tensión se encararán las elecciones en Chubut. Los comicios, que se presentaron mucho más tranquilos en la previa, ahora irán “palo a palo” y “parece” que efectivamente serán peleados, por lo que la presencia nacional en la provincia pasará de tener una imagen victoriosa casi segura a la incertidumbre total, con chances de repetir un Córdoba.
Patricia Bullrich, hasta el cierre de la nota, tenía confirmada su presencia en Chubut. La precandidata sigue firme en su actitud de acompañar a los propios sin especular con el resultado. No estar sólo para las victorias sino también para las derrotas. Parte de la campaña de ponerle el pecho a la situación y apelar a los sentimientos. Esa actitud, por el momento, le trajo tres tragos y medio un tanto amargos: el de Santa Fe, Córdoba provincia y capital y la pobre PASO en Mendoza.
Horacio Rodríguez Larreta que, “en principio”, también espera estar en Chubut este domingo, solo tuvo una leve acidez con la performance de Rodrigo de Loredo el fin de semana pasado. Leve porque el jefe de Gobierno no era primer referente del candidato, sino Martín Lousteau, y porque Bullrich siempre se mostró como la más potente en la provincia. Después, siempre eligió fotos ganadoras. Habrá que ver este domingo con el desempeño de Ignacio Torres, el senador PRO que intentará sacarle el distrito al peronismo.
La inclinación de De Loredo llegó para generar ruido. Si bien se trató de un movimiento previsible dada su pertenencia a Evolución, espacio de Martín Lousteau con el que Larreta mantiene un acuerdo político, había decidido mantenerse en la neutralidad para captar votos de los halcones y las palomas. En el campamento bullrichista se temió el apoyo al jefe de Gobierno después de una victoria en las urnas, lo cual hubiera sido terrible, pero se minimizó este movimiento por su derrota inesperada.
Sin embargo, evidentemente no fue un hecho más en el arduo trabajo de sumar dirigentes. Se desató una mini batalla en las redes sociales entre bullrichistas y larretistas, con los segundos intentando dejar a los primeros como poco defensores de la unidad. Eso, sumado a que luego empezaron a aparecer apoyos de otros cordobeses a Bullrich, dejó en claro que lo de De Loredo molestó bastante.
Entre esos pronunciamientos estuvieron los de Marcos Carasso, presidente del Comité provincial radical y compañero de fórmula de Luis Juez, la diputada nacional Soledad Carrizo, también de la UCR; y Diego Mestre, titular del Comité Córdoba Capital del partido centenario. Una clara jugada para dejar en claro que no todo el radicalismo se fue con Larreta. Para ellos, Patricia está lo suficientemente consolidada como para no depender ni asustarse por el posicionamiento del diputado. Para el larretismo, De Loredo sacó una cantidad de votos considerable y es importante tenerlo adentro, sobre todo por la necesidad de pisar mejor en esas tierras.
Juez, en tanto, optó por una estrategia diferente. Seguirá siendo “neutral” y no se pronunciará por ninguno, todo lo contrario, recibirá a cada dirigente que quiera ir a Córdoba. Los dos presidenciales caminaron la provincia junto a él y él les devolverá la gentileza pese a los ruidos que se generaron en torno a Larreta por el Schiaretti – gate. Después de las PASO, militará por el triunfador de la interna. Mientras tanto, le dio libertad de acción a los suyos y se desperdigaron hacia ambos lados.
En ese contexto de dificultad absoluta y sensibilidad extrema, este fin de semana pasarán dos cosas. La primera, volverá Mauricio Macri de Europa. Será el domingo y se espera que pueda poner algo de paños fríos, al menos para que en público haya sensación de unidad. Por otro lado, por una cuestión de tiempos, se mostró dificultosa su presencia en Chubut donde sí se espera la presencia de los otros dos.
En la provincia patagónica, última elección antes de las PASO, jugará muy fuerte el factor clima. En pleno invierno, se vieron imágenes de calles completamente nevadas, un condicionamiento a la hora de ir a votar en un año que demostró tener una baja participación electoral. En Rawson, para el domingo están pronosticados 10 grados de mínima y 15 de máxima. Pero en Lago Puelo, para el sector de la cordillera, la mínima será de 2º y la máxima de 10º, con lluvias y nevadas. En Comodoro Rivadavia, 8º y 12º respectivamente; en El Hoyo, 2º y 10º; y en Puerto Madryn, 10º y 16º. Sólo por poner unos ejemplos de jornada fresca.
La participación en las urnas claramente se convirtió en uno de los factores principales de esta campaña. Ya lo dijo De Loredo en Córdoba, dejó para el final la última propuesta, la de ir a votar, y se consiguió una baja ida a las escuelas. Por diversos factores pero, uno de ellos, la falta de trabajo para convencer a la ciudadanía de ir a emitir su sufragio.
Ignacio Torres (PRO) y Gustavo Menna (UCR) se transformaron en la fórmula de la unidad después de la primera gran interna federal de Juntos por el Cambio. Tras muchos amagues de rupturas por fallidas negociaciones, finalmente la alianza logró mantenerse. Damián Biss declinó sus pretensiones de ir por la gobernación y buscará la reelección en Rawson, el único que irá con la boleta taquillera de la oposición. Un dato que sirvió para mostrar cierta paz interna.
Torres, más inclinado al larretismo pero con puentes en cada tribu producto de la dificultad de la elección y la necesidad de tener a todos adentro, basó su campaña en vincular a Juan Pablo Luque, el candidato del PJ, con el gobierno de Mariano Arcioni, del Frente Renovador, pese a que son dos armados diferentes. Además, hubo mucha centralidad de los tópicos más calientes en la provincia, de uno y otro lado de la grieta, educación, salud, seguridad, empleo y se incorporó la temática de los recursos estratégicos.
Hace más de una semana, en diálogo con LN+, Torres dejó en clara la estrategia al asegurar que “Luque es el delfín de Arcioni”. Algo que el peronista respondió: “Tiene como única propuesta de campaña la intención de involucrarme directamente con el gobernador, cuando represento diametralmente gestiones muy distintas”. Agregó que apoyó la candidatura de Carlos Linares cuando Mariano Arcioni buscó la gobernación y que nunca le dio nombres propios al gabinete actual.
Luque, que llevará de vice al actual vice Ricardo Sastre, se centró en la experiencia, en que la provincia no necesita dirigentes que vayan a improvisar, que las obras en Comodoro Rivadavia, municipio del cual es actualmente intendente, hablan por él y la promesa de llevar lo hecho en esa ciudad a toda la provincia. Un clásico “yo ya lo hice”.
Su compañero de fórmula también encaró en ese sentido. Antes de ser vicegobernador, fue cacique de Puerto Madryn, experiencia que sacó a la luz para la campaña contra un legislador nacional. Su hermano, Gustavo Sastre, quedó frente al municipio en 2019 y buscará reelegir este año. Otra de las apuestas fuertes del domingo. Como también lo será Rawson, para saber si Biss es revalidado o no.
La elección se presentó muy ajustada. Si se mostraron encuestas con Torres arriba de Luque por 7 puntos, también hubo sondeos oficialistas en sentido contrario. Los dos se vieron ganadores y ya nadie puede ocultar que el resultado no se mostró sellado. Por lo tanto, el domingo se develarán varios misterios.
Podría darse una foto de la victoria, con batacazo incluido para Juntos por el Cambio o una nueva derrota ruidosa, la última camino a las PASO nacionales. Casi como el gol rival en el último minuto del primer tiempo. Te descoloca, te saca del partido y, encima, te deja 15 minutos de descanso en el medio para que sea más difícil reponerse del golpe al no poder aprovechar el impulso.
De ganar, Larreta tiene altas chances de ganar otra figura, como fue con De Loredo en Córdoba pero, esta vez, con un buen antecedente. De hecho, si bien Torres se manifestó en buenos términos sobre todos, el año pasado lanzó varios guiños que lo acercaron al jefe de Gobierno. Lo señaló como “una de las más personas más preparadas de la Argentina para ser presidente” y valoró que “no sigue la política por Twitter”.
En materia de construcción, el senador mostró un “frente transversal” en Chubut, muy similar a lo que pregona Larreta para la Nación. “Tenemos mucho vecinalismo, parte del peronismo, un movimiento ciudadano plantado frente al cristinismo, un peronismo republicano, varios referenciados con Miguel Ángel Pichetto, también muchos intendentes desencantados que no quieren saber nada con el gobierno”, dijo en LN+. Claramente, en caso de tener un buen resultado, como en San Juan y San Luis, Horacio dirá que la ampliación es el camino.