Después de los fallos de la Corte sobre dos medidas cautelares para suspender las elecciones en Tucumán y San Juan, apareció otro blanco para la oposición, Formosa. Si bien un sector de Cambiemos rechazó haber iniciado una maniobra avalancha para apuntar contra todos los gobiernos peronistas, lo cierto es que ya se dejaron entrever algunas puertas abiertas para, al menos, intentar extender las fronteras de la inhabilitación de candidatos.
Casi como una victoria olímpica, viajaron a Tucumán Gerardo Morales, presidente de la UCR y Maximiliano Ferraro, titular de la Coalición Cívica. La jornada tenía que ser un cierre de campaña pero se convirtió en un festejo producto de la suspensión total de los comicios de este domingo tras la observación, hasta ahora momentánea, de la postulación de Juan Manzur al cargo de vicegobernador.
Ambos acompañaron a la fórmula del radical Roberto Sánchez y Germán Alfaro, aliado de Juntos por el Cambio e impulsor de la presentación judicial. A su lado, Morales lanzó un sugestivo mensaje en una entrevista con La Gaceta. Luego de cuestionar la cadena nacional de Alberto Fernández, respaldó la definición de la Corte al entender que desnudó “una situación que viene ocurriendo en todas las provincias gobernadas por el Frente de Todos”.
Morales no habló puntualmente de las re-reelecciones o de la famosa perpetuidad esgrimida sólo para el peronismo, sino de las presuntas maniobras para complicar a la oposición. Se omitieron mencionar, por ejemplo, las modificaciones constantes del sistema electoral para intentar beneficiar al PRO en al Ciudad o a Cambiemos en la nación con boletas electrónicas, elecciones separadas, elecciones conjuntas, prohibición de llevar más de un candidato presidencial, etcétera.
Para el gobernador de Jujuy y precandidato presidencial, la Corte resolvió contra las maniobras del peronismo respecto al “cambio de reglas de juego” y mencionó, como ejemplos, la reinstalación de la ley de lemas en provincias como San Juan o la eliminación de las PASO, que tanta publicidad negativa tuvieron desde Juntos por el Cambio pero ahora se convirtieron en necesarias por una cuestión discursiva y para evitar las internas sangrientas.
Sin embargo, esa salvedad de ponerle fin a “una situación que viene ocurriendo en todas las provincias gobernadas por el Frente de Todos” podría haber sido una cuestión aislada si no fuera porque casi en paralelo se inició una operación contra Gildo Insfrán, mandatario de Formosa. El diputado halcón, Fernando Iglesias, publicó que “se va a acabar! Se va a acabar! El feudalismo provincial!” y mencionó no sólo a Alberto Fernández, Cristina kirchner y los dos mandatarios impugnados – Manzur y Uñac – sino también al formoseño.
A esto se le sumó el anticipo que hizo Gabriela Neme, candidata a intendenta de Formosa capital quien, tras las resoluciones del máximo tribunal, informó que se comunicó con otros partidos opositores para “impulsar el amparo para frenar la re re re re re elección de Insfran”. Sin embargo, aclaró que deberán esperar hasta el 21 de mayo, cuando el mandatario deba presentar formalmente su participación en los comicios.
Esta intención ya había tenido un antecedente en la provincia pero bajo otra figura penal. La existencia, ahora, de antecedentes le dio la posibilidad de pensar en una competencia favorable para avanzar contra el gobernador. Sin embargo, también reconoció que la Constitución provincial permite la postulación de Insfrán pero lo puso como condicional porque “esa sesión fue de facto porque no hubo votos a favor e igual lo hicieron”. El caso sería mucho más complejo.
Al menos un sector de la oposición desconoció la existencia de un operativo a nivel país para intentar inhabilitar a todas las grandes figuras del peronismo en estas elecciones pero la fuente consultada quedó muda al leer la publicación de Neme. Para Cambiemos, si bien se celebró el freno a dos candidaturas, en San Juan no había necesidad de hacerlo porque “ganábamos nosotros”. Ahora, Marcelo Orrego, el nombre competitivo de JxC, quedará huérfano en los comicios porque se desdoblarán las categorías y este domingo se irá a las urnas pero no para optar por cargos ejecutivos, por lo que no traccionará de abajo hacia arriba.
El accionar de la Corte se incorporará como una nueva causal de juicio político a los miembros del máximo tribunal pero a Cambiemos no le modificará la estrategia. Para la alianza, la inclusión de este tópico obedece a la misma lógica cuestionada con los cuatro ejes originales: juzgar a los magistrados por sus fallos. Sobre esto opinó Mauricio Macri en un breve escrito que usó para aclarar que nunca quiso llamar “feudo” a Jujuy y apuntó contra el Gobierno.
Para el ex jefe de Estado, el Frente de Todos no “tolera” que “un poder del Estado les ponga límites, aunque su trabajo constitucional sea precisamente ése. No sólo critican el fallo: critican la misma legitimidad de la Corte para decidir. Esa conducta, del presidente y la coalición de gobierno, es antidemocrática”.
Llamativamente, en medio de este escándalo hubo una pelea que demandó muchos esfuerzos por parte de Cambiemos en torno a una gaseosa, su originalidad o su carácter de imitación para golpear a Horacio Rodríguez Larreta. Nadie se hizo cargo del armado, se apuntó contra los medios, incluso contra el Gobierno, se especuló con una maniobra de los liberales y se sospechó de la lluvia de tuits bullrichistas.
La disputa superficial a favor y en contra de la gaseosa de naranja llegó pocas horas después de una foto conjunta, casi inesperada, entre tres precandidatos presidenciales, dos de ellos peleados al menos hasta terminadas las PASO. Fue en Córdoba, para la presentación de la candidatura de Luis Juez a la gobernación y contó con las presencias de Larreta, Patricia Bullrich y Gerardo Morales. El primero y el tercero compartieron escenario de triunfo en Jujuy el domingo.
Morales habló con dirigentes cercanos a Bullrich para que ella esté presente en el cierre de campaña e incluso en el festejo electoral pero la titular del PRO bajo uso de licencia optó por no hacerlo. Según ella, lo ideal es no colgarse de todos los festejos pero analiza las chances de asistir a provincias con fuerte tradición peronista en caso de dar el batacazo.
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La interna entre ambos dirigentes ya está más que planteada. A nivel nacional, se irá a una PASO. A nivel provincial todavía restan definir algunos detalles, particularmente desde el lado del bullrichismo. Patricia ya confirmó que Cristian Ritondo se sumará a su equipo pero ratificó el acuerdo refrendado con Néstor Grindetti, Javier Iguacel y Joaquín de la Torre para que el candidato a gobernador salga de ese tridente.
El más complicado en la pulseada es De la Torre, que no acompañará una candidatura de Ritondo por no haber formado parte del acuerdo. Sí lo hará con una propia o de los otros dos contrincantes iniciales que mantuvo Patricia para la provincia. Por eso, la necesidad de ser precavidos y cautelosos en la incorporación del jefe del bloque PRO en Diputados.
El que también jugó fuerte en provincia por estas horas fue Larreta, que, como adelantó El Destape, se reunió con la mesa PRO bonaerense. El segundo encuentro de presidenciales con dirigentes provinciales. La nacionalización se había inaugurado con la presencia de Mauricio Macri, Bullrich estuvo hace diez días y ahora le tocó al jefe de Gobierno.
Cuando fue Macri, todavía estaba la chance de lograr una unidad en la base. Con Bullrich y la guerra porteña ya planteada al convocar a elecciones concurrentes, el panorama cambió. Con Larreta se terminó de confirmar. El capitalino le dio el visto bueno a las listas de unidad en municipios propios, para defender a los alcaldes macristas pero consideró que, en aquellos comandados por otras fuerzas, “lo más sano es la competencia. Tenemos la madurez suficiente para hacerlo. Si nos manejamos bien, la competencia nos fortalece”.