Que Mauricio Macri haya volado, casi instantáneamente, de regreso a Europa luego de asistir a Tucumán para acompañar a Javier Milei no fue un buen indicio. El ex presidente no quedó fascinado con el trato recibido, más bien todo lo contrario. Si bien su retorno al viejo continente estaba en los planes, fue destacado como un punto clave para entender cierto destrato del oficialismo y el rol del jefe del PRO en el rearmado del partido. Los ánimos no son los mejores, pero las dudas son cada vez más.
La figura del ex presidente está envuelta en rumores. Según fuentes del oficialismo, Mauricio quería asistir sí y sólo sí su nombre formaba parte de las firmas estampadas en el acta, cosa que no sucedió. Cerca del titular del partido amarillo rechazaron esta versión y aseguraron que Macri no pidió nada, sino que los que pidieron fueron los dirigentes del oficialismo, casi como un favor.
"Llamaron para que Macri esté presente. Tuvo el gesto de volver de Europa solo para estar en Tucumán", lanzó una fuente que conoce de cerca al titular de la FIFA y calificó la noche histórica para Milei: le puso un 2, la nota clásica de un bochazo universitario. Las "desprolijidades" fueron destacadas como uno de los puntos más bajos de la jornada libertaria.
Otro dirigente que conoce a Macri, sin embargo, aseguró que, dadas las características del evento, todo salió muy bien, pese a que siempre alguno va a mostrarse enojado por el lugar de la lista que le tocó ocupar. Sin embargo, la ida de Mauricio al viejo continente despertó algunas suspicacias. Por un lado, "el destrato del gobierno es total", se analizó desde el sector amarillo al tiempo que se destacó la debilidad presidencial como para jugar con fuego en esas relaciones.
También hubo quienes quisieron bajarle el tono al enojo al asegurar que siempre se supo que Macri volvería en forma exprés a Europa. Uno de los presentes en el pacto de mayo incluso se atrevió a bromear: ”hacía tanto frío que, si hubo desprolijidad o destrato, ni se dio cuenta. La temperatura fue el factor distintivo del acto mileísta.
MÁS INFO
Más allá de coincidir con el rumbo económico, en el PRO saben que vendrán meses duros y que el gobierno necesitará de actores políticos hoy ninguneados. No tratarlos como se merecen, no pareciera ser la opción más adecuada para relacionarse con aquellos que, además de lugares de decisión, buscan reconocimiento.
El problema que tiene el macrismo es que tampoco está en condiciones de convertirse en una alternativa ante el posible fracaso del modelo económico. Además de los dos exponentes más belicosos, como Macri y Patricia Bullrich (Horacio Rodríguez Larreta está muy retirado de la escena), no aparecieron muchos dirigentes consolidados, aunque algunos nombres empezaron a destacarse.
Otro de los mensajes que dejó la huida de Macri a Europa se limitó al futuro del PRO. Según el optimismo o el pesimismo que maneje el dirigente, la visión será diferente. La negativa indica que Mauricio y Bullrich están envueltos en una guerra que destruirá al partido y sólo le servirá a La Libertad Avanza. Según esta lectura, la ida del ex presidente demostró que no va a reconstruir el espacio porque, para eso, necesitaría estar presente en el país. El resto de los referentes, en orfandad. Migrar hacia el oficialismo no pareció ser una buena opción dada la cerrazón del gobierno.
Del lado optimista, a diferencia de esta sensación, se vio un Macri activo, que levanta el teléfono bajo la consigna de la refundación. Algo que llamó la atención porque "nunca le interesó el partido". Mauricio no es una persona que disfrute de la discusión fina política, ni de la negociación por armado de listas o cargos.
En la misión por recuperar el PRO, Macri quiere mantener la identidad del espacio, volver a los orígenes, señalarse como impulsor primario del cambio y lograr una coalición electoral con una mesa de trabajo común previamente convocada (hasta ahora inexistente) junto a La Libertad Avanza. En Diputados, donde al menos dos fuentes referenciadas en el ex presidente destacaron el trabajo conjunto con el oficialismo, los canales aceitados y la posibilidad de un desempeño común, se descartó un interbloque.
"Lo dijimos mil veces", lanzó una fuente amarilla parlamentaria ante la posibilidad de una fusión en un mismo espacio en Diputados. El vínculo no sería tan próximo, al menos no "más de lo que es (la relación) ahora", con una plena colaboración. El hecho de haber proporcionado una gran cantidad de legisladores al pacto de mayo fue parte de una demostración de camino común, al menos en lo ideológico: "Fuimos a acompañar el espíritu", sostuvo uno de los presentes.
En el otro lado del dialoguismo, la UCR no mostró demasiada actividad. Con todo paralizado por la inminencia de las vacaciones, lo que quieren los centenarios es tener aprobada la movilidad jubilatoria antes de que ingrese el presupuesto 2025, en septiembre. La presencia que más llamó la atención fue la de Maximiliano Pullaro, gobernador de Santa Fe ligado al combativo Martín Lousteau.
Después de haber formado parte del centro de la foto con Milei, marcó su distancia con el gobierno nacional. Para el santafesino, hay coincidencias como la "administración, con el equilibrio fiscal, con terminar con el déficit y la inflación", pero señaló muchas más distancias con la Casa Rosada que cercanías, desde el mundo del trabajo hasta la producción y el crecimiento económico.
Cuestionó la centralidad en la que está inmerso el gobierno nacional, como un mal camino para cambiar resultados y pidió que escuchen a las provincias para mejorar la producción y que bajen dinero para ayudar con obras públicas. Como contó El Destape, algunos dialoguistas empezaron a recibir algunos fondos, pero no todos. Y son los gobernadores los que negocian personalmente fondos para las Universidades y el FONID, en una siguiente etapa.