La Coalición Cívica (CC) podría votar a favor de la admisibilidad del pedido de juicio político contra el juez de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti, siempre y cuando se cumplan determinadas demandas planteadas por el espacio fundado por Elisa Carrió. Para ello, habrá una reunión con el oficialismo con la intención de delinear algunos aspectos sutiles pero importantes que podrían derivar en un Juntos por el Cambio dividido en la materia.
Después de la segunda jornada de debate en comisión, en la que dos diputados de la CC expusieron sus argumentos en contra de Lorenzetti, se planteó la duda sobre cómo será la dinámica de votación para admitir o rechazar los pedidos de juicio político que son personales, no institucionales. O sea, contra los cortesanos y no contra la Corte Suprema.
Según se concluyó este jueves, la semana próxima se votará un solo informe, una sola resolución, por sí o por no. A favor o en contra de la admisibilidad. De ser así, los lilitos no acompañarían aunque eso no implicaría ningún impedimento para el Frente de Todos que cuenta con mayoría ajustada para poder avanzar en soledad e iniciar la etapa de producción de pruebas.
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En este caso, si no se determinaran las causales, el voto de la Coalición Cívica podría ser negativo porque estarían apoyando todos los hechos y no sólo aquellos planteados por el espacio. Por eso, desde el bloque se pidió que el jueves que viene se especifiquen los item imputados a cada juez en particular. De este modo, podrían acompañar el proceso contra Lorenzetti, en base a sus propias causales, y no contra el resto. Esas cuestiones deberán ser resueltas en una reunión, con Carolina Gaillard, titular de la comisión, el lunes.
La Coalición Cívica fue la primera en exponer sus argumentos en la comisión, pese a que originalmente estaba planificada la apertura en manos de Vanesa Siley, diputada del Frente de Todos. La que más se explayó fue Paula Oliveto, que apuntó contra Lorenzetti como una persona que acumuló mucho poder, se transformó en un hombre “muy temido, con una influencia insospechada, no solo dentro del tribunal sino también afuera”.
Puntualmente, lo señaló por 29 hechos que el espacio le imputó a partir de tres ejes vinculados al “mal desempeño en el ejercicio de las funciones y eventual comisión de delitos” por “articular de una matriz de negocios dentro dentro del ámbito de las competencias; una evidente falta de transparencia en su gestión al frente de la Corte Suprema; y por cooptar estructuras del Consejo de la Magistratura para la concentración del poder y el manejo de los fondos de la Justicia”.
En medio de una tensión evidente con los socios de Juntos por el Cambio, tanto Oliveto como Juan Manuel López, el segundo lilito en exponer, se diferenciaron de la presentación del oficialismo al asegurar que no avanzarán contra toda la Corte Suprema. Para ellos, la jugada del Frente de Todos apuntó al oportunismo político y al apriete institucional, lo que los diferenciaría en las motivaciones procedimentales.
Como ya había adelantado El Destape, una de las cartas de oro para intentar matizar los conflictos internos pasó por la historia reciente. Oliveto destacó que el pedido de juicio político se presentó durante la gestión de Cambiemos y que nunca tuvo el apoyo del Presidente ni del ministro de Justicia (en referencia también al “oportunismo político”). Esa iniciativa tampoco fue habilitada por la comisión, presidida en ese entonces por el larretista Álvaro González. Una diferencia entre los espacios que, evidentemente, viene desde hace tiempo pero no motivó ríos de sangre. Por eso, esperan que tampoco lo haga en esta ocasión.
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“Nuestras diferencias con el Frente de Todos son enormes. Vamos a sostener el pedido contra Lorenzetti, pero no vamos a ir contra una Corte entera para presionarla”, sostuvo López para ratificar esta postura. Sin embargo, como contó este medio, más allá del respeto por la coherencia del partido y la necesidad de sostener un proyecto presentado hace tiempo para no flaquear ante la opinión pública, hubo algunos cuestionamientos.
Desde distintos bloques mayoritarios del enorme interbloque de Juntos por el Cambio en Diputados se apuntó a que la Coalición Cívica, con su actitud, le está haciendo el juego al kirchnerismo y que no tiene ningún justificativo para poder avanzar con la posición. A su vez, se los mostró como aislados del resto de los socios y también de las preocupaciones de los argentinos y de las argentinas, vinculadas a la economía. Uno de los factores que Cambiemos pondrá sobre la mesa de manera contundente.
Más allá de las críticas, sin embargo, se intentó poner un manto de piedad numérica. Según su matemática, aún con los once votos de los lilitos, el Frente de Todos no conseguiría avanzar con el pedido de juicio político en el recinto al quedar muy lejos de los dos tercios de los votos de los presentes necesarios para su aprobación.
Lo más grave, en todo caso, sería la foto que recaería pura y exclusivamente sobre los Cívicos en caso de votar junto al oficialismo y alejados de su alianza electoral en un año, justamente, electoral. Ese sería un problema grave, sobre todo teniendo en cuenta la pretensión de algunos sectores de reducir el poder de fuego de Elisa Carrió al erosionar el bloque en la Cámara Baja. Final abierto.