Después de arduas horas de negociación, y con la posibilidad de perder la chance de avanzar con la movilidad jubilatoria y un mensaje de freno opositor al gobierno, los jubilados tuvieron media sanción en Diputados. Esto generó mucho optimismo en quienes protagonizaron esa victoria parlamentaria, cuya jornada de debate dejó expuestas algunas diferencias internas a los espacios políticos dialoguistas, no solo entre partidos.
Los bloques apostaron por ceder para acercar posiciones para evitar rechazos que inhabilitan el tratamiento de estos proyectos por un año. Pasadas las 19, ya se estaba redactando un acuerdo que abarque a los dos dictámenes pero que no incluya la liquidación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, como querían la UCR y Hacemos Coalición Federal y reemplazarlo por un fondo de asignación específica de la ANSES financiado por recaudación.
"Esa nueva mayoría va a hacer lugar a la primera media sanción de nuestra propia agenda, de nuestra autonomía parlamentaria", sostuvo una fuente dialoguista. "Vamos a mostrar que si es posible aprobar proyectos", señaló con optimismo. No obstante eso, la previa mostró las dificultades para avanzar fácilmente por culpa de diferencias internas.
Sin poner en riesgo la unidad, a esta altura, la UCR volvió a mostrarse dividida a la hora de abordar temas importantes como la posibilidad de interpelar a Sandra Pettovello, ministra de Capital Humano, o la inclusión del debate presupuestario en materia de educación. “Son temas que están en camino de solución”, sostuvo una fuente boina blanca que acusó de “demagógicos” a todos los apartamientos de reglamento hechos durante la sesión.
El voto de los sectores dialoguistas que pudieron haber estado dentro de Juntos por el Cambio hasta hace unos meses pareció no guardar demasiada lógica. Esto dejó al descubierto las diferencias internas propias a cada bloque, más allá de las lejanías entre los espacios políticos. La experiencia de Javier Milei y la derrota electoral del año pasado rompió la homogeneidad de acción, salvo en aquellos sectores que tienen una identidad muy marcada, como el PRO y La Libertad Avanza por el oficialismo; y la izquierda y Unión por la Patria por la oposición. En el resto, sobresalen los matices.
Sí se evidenció una línea de coherencia para unir lo actuado durante la votación de la ley Bases y lo que sucedió este martes. Desde Hacemos Coalición Federal, los socialistas lideraron el acompañamiento al pedido de interpelación de Pettovello y la inclusión de temas educativos. El nombre de Natalia de la Sota y el de Margarita Stolbizer también apareció en algunas de estas votaciones.
Por el lado de la UCR, el sector de Facundo Manes volvió a dar el presente. Fernando Carbajal, Pablo Juliano, el neurofientífico, el jujeño Jorge Rizzotti, entre otros, acompañaron los distintos pedidos. Hubo algunos agregados, otras figuras boina blanca que también se sumaron a las solicitudes, pero no en mayoría. Pareció primar la libertad de acción.
Según supo El Destape, en materia educativa hubo una jugada de último momento motorizada, especialmente, por el sector de Evolución. Rodrigo de Loredo y Emiliano Yacobitti avanzaron, minutos antes de la sesión, con un pedido de sesión especial para el 3 de julio. Se compraron, así, la excusa perfecta para rechazar la inclusión del debate por el presupuesto universitario y el Fondo Nacional de Incentivo Docente.
El gran temor radical pasó por quedar en una situación incómoda durante el debate. Sabían que Unión por la Patria buscaría exponerlos, al haber convocado una sesión tres horas más tarde, en caso de no permitir la ampliación del temario o no colaborar con el quórum de una reunión fracasada. Usaron, entonces, los caminos institucionales y formales para dilatar el tratamiento.
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Según se explicó en y fuera del recinto, todavía hay negociaciones en marcha, en especial por la cuestión del FONID, y no quieren correr el riesgo de rechazos cruzados que puedan inhabilitar el debate de esos proyectos por un año. Buscan una síntesis, la que no se consiguió, en la previa, para la movilidad jubilatoria.
Ese pedido de sesión especial para julio no fue conocido por todos los miembros del bloque. Quienes acompañaron la inclusión de los proyectos en el debate del martes no estaban al tanto de la convocatoria. Una señal clara de la partición interna que maneja el radicalismo a meses de haberse unificado en el Congreso. De momento, no habría ninguna ruptura, solo una convivencia en la diversidad.
La unificación radical en Diputados hizo desaparecer, en los hechos, el bloque de Evolución que quedó integrado a la UCR tradicional. Evolución es un espacio referenciado en Martín Lousteau que, además, es presidente del partido. El senador porteño se mostró mucho más combativo con el gobierno que sus compañeros de partido en Diputados e, incluso, pidió que Pettovello concurra a dar explicaciones por el escándalo de los alimentos. Por eso, a veces no parecen trabajar en la misma sintonía.
En la Cámara Baja, Manes es uno de los impulsores, en un pedido conjunto con otros bloques, de un pedido de informes para que el gobierno explique la falta de distribución de alimentos. La UCR “tradicional” presentó otro el viernes. La diferencia es que el primero acompañó la solicitud de interpelación y los otros no, amparados en una convocatoria a la comisión de Salud y Acción Social, para las 17 de este miércoles, con el fin de poner una fecha a la exposición de la funcionaria. El socialista Esteban Paulón pidió un emplazamiento para el jueves con el fin de garantizar la presencia de la ministra.
“Que la citen primero a la comisión”, lanzó una de las personas que decidió no plegarse al llamado de la funcionaria ante el pleno de la Cámara. “El único que va citado al pleno es el Jefe de Gabinete de Ministros, que tiene que venir a dar su informe. El resto de los funcionarios tiene que ir a las comisiones”, se justificó.
“En Diputados marcamos una agenda. Hoy es jubilaciones. Lo del FONID y presupuesto universitario será el 3 de julio”, excusó una fuente radical de la Cámara Baja ante la consulta por la diferencia de criterio. “Todos los sectores participaron” de la convocatoria a esa sesión, lanzó para evitar el resaltado de las diferencias internas.
Un diputado boina blanca amplió los argumentos en favor de la abstención generalizada a la que se acogió el radicalismo. Según su visión, “todos los apartamentos de reglamento son demagógicos” y persiguen el objetivo de “conseguir 15 minutos de fama en las redes sociales de los kirchneristas, que están desesperados”.
Para él, todos los apartamientos de reglamento (interpelación a Pettovello, Universidades y FONID) “están en camino de solución, o ya hay sesión convocada” para resolverlos. Dentro del radicalismo, en el sector que decidió no acompañar las inclusiones temáticas, están convencidos de que no es necesario mezclar discusiones, porque las jubilaciones eran la prioridad. “Es otro tema que requiere tratamiento aparte”, se sostuvo sobre la cuestión universitaria y se cuestionó el “recurso de máxima” utilizado por la oposición al gobierno al comprender que “se usa cuando estás en una situación extrema, que no es el caso”.
En el caso de la interpelación a Pettovello, requerida por la izquierda, los radicales que acompañaron fueron Mario Barletta, Fernando Carbajal, Facundo Manes, Jorge Rizzotti, Mariela Coletta, Marcela Coli, Pedro Galimberti, Pablo Juliano, Juan Carlos Polini. En el propuesto por UP, ese número se redujo y lo hicieron los cuatro primeros, con la adhesión de Natalia Sarapura.
A la hora de votar la inclusión del FONID, aportaron su voluntad los radicales Mario Barletta, Julio Cobos, Pablo Juliano, Facundo Manes, Jorge Rizzotti y Natalia Sarapura. En el caso universitario, lo hicieron todos ellos, salvo la última, y se sumaron Pablo Cervi, Marcela Coli, y Juan Carlos Polini.