La maestra de cuarto grado de Javier Milei dialogó con la prensa antes del acto en el que participó y aseguró que, actualmente, como jubilada "muy bien no estoy", dejándole un mensaje al Presidente de cara al futuro. "Estoy esperando que nos mejore la jubilación y no nos apriete tanto", le pidió la mujer llamada Teresa en el marco de la inauguración del ciclo lectivo en el Colegio Cardenal Copello del barrio porteño de Villa devoto, donde estudió durante su juventud y donde brindó un extenso discurso.
"Esperemos que sean buenas para todos las medidas del Presidente. Yo soy jubilada y muy bien no estoy, estoy esperando que nos mejore la jubilación y que no nos apriete tanto con todos los ajustes que están haciendo", le reclamó la mujer en diálogo con la prensa. Y añadió: "Los medicamentos están terribles, gracias a Dios yo no tomo pero tengo compañeras que la están padeciendo bastante".
Por otro lado, Teresa se refirió al salario docente en el marco de un conflicto que escala día a día mientras no logran ponerse de acuerdo con la paritaria a nivel nacional. "El salario docente es muy bajo. Justamente tengo que venir al Colegio, cada vez que hay un aumento en la jubilación, a pedir los papeles porque me jubilaron mal y no sé lo que hicieron", se quejó.
El Presidente vivió una jornada accidentada en Villa Devoto. Mientras daba su discurso, una persona se desmayó y causó preocupación entre los presentes. El máximo mandatario debió interrumpir su exposición y pedir asistencia para quien no pudo continuar de pie. "Me acuerdo que dentro del poquito interés que se ocupaba de dar el profesor en los temas de crecimiento... ¡Uy, se cayó!", se interrumpió a sí mismo mientras contaba una anécdota. Rápidamente pidió un médico y aseguró que "mencionar a comunista es tan peligroso que genera problemas siempre".
Minutos más tarde, el joven abanderado que se encontraba a su izquierda también se desplomó. "Hablé ahí en el Foro de Davos y casi que les digo 'ustedes son todos unos zurditos'", recordaba el Presidente. Karina Milei fue la primera en darse cuenta. "Uh, ¿otro más? Y sí, los nombro y son infalibles", chicaneó.