Juan Schiaretti inauguró por última vez el período de sesiones ordinarias de la Legislatura de Córdoba. Tras doce años en el poder como gobernador de la priovincia-2077 hasta 2011 y 2015 hasta 2022-, Schiaretti no puede repetir y ya lanzó a la carrera electoral al intendente capitalino Martín Lllaryora, como candidato de la alianza oficialista Hacemos por Córdoba.
En su discurso de 21 minutos, el gobernador cordobés criticó a la Casa Rosada por impulsar el juicio contra los jueces de la Corte Suprema; y virtualmente expuso los logros de su gobierno como plataforma de lanzamiento de su campaña presidencial “por encima de la grieta”: “¡Debemos decir también un no rotundo a la grieta! Necesitamos unirnos, ponernos de acuerdo e ir para adelante, la Argentina nos necesita unidos y para adelante. Sé que somos más los que estamos dispuestos a poner el hombro para superar las diferencias que nos dividen, que aquellos que cultivan la grieta. Tenemos que atrevernos a dar el salto y poner rumbo hacia una Argentina mejor. Dar el salto significa avanzar con certezas, seriedad y firmeza para enfrentar los problemas que nos aquejan y resolverlos definitivamente. Dar el salto significa que los dirigentes políticos dejen de funcionar solamente alrededor de sus peleas, dejen de ser comentaristas de la realidad y se ocupen de resolver los problemas de la gente; que dejen de girar en una órbita que solo les interesa a ellos y pasen a girar en la órbita donde está la sociedad con sus necesidades”.
“Somos el cambio”
“El cambio es mejorarle la vida a la gente todos los días, es transformar la realidad de las familias siempre. Y el cambio que venimos haciendo todos estos años en Córdoba, es algo que está a la vista y ya nadie puede negar. ¡Por eso les pido que sigamos juntos cambiando y transformando nuestra provincia!”; arengó el gobernador, tratando de captar el voto de Juntos por el Cambio; que en las elecciones provinciales de este año puede destronar al PJ cordobesista, tras 24 años de gobierno.
Precisamente, la oposición le reclama a Schiaretti y a su delfín, Martín Llaryora, que anuncien la fecha de las elecciones provinciales y en la Capital, el distrito más importante. Distintas encuestas señalan que el senador Luis Juez o el diputado radical Rodrigo de Loredo podrían convertirse en el próximo gobernador e intendente de la Capital. El gobernador de Córdoba está evaluando qué le conviene: si pegar ambos comicios o si las elecciones deben ir en fechas separadas.
30.000 compañeros desaparecidos
Al iniciar su último discurso, como lo hizo durante sus doce años de mandato, Schiaretti reivindicó a las víctimas del terrorismo de Estado: “Vengo con la inmensa alegría de que este período, nuestra querida democracia cumple 40 años ininterrumpidos de vigencia. Esto es, sin dudas, un triunfo de todos. Nos costó mucho recuperarla, hubo sacrificio, dolor y perdimos muchas vidas en ese camino. Por eso, hoy reitero mi homenaje a los 30.000 compañeros desaparecidos que, con sus aciertos y errores, lucharon por la libertad y por un país y un mundo mejor. Quiero señalar también que para quienes padecimos en nuestra juventud la falta de libertad y democracia y peleamos contra ello, nos reconforta el alma ver que ahora ya son varias las generaciones de argentinos que nacieron y viven en este sistema institucional que garantiza las libertades de todos”.
Ahí nomás, aprovechó para ponerse del lado de los cuatro supremos: “El país debe tener mayor calidad institucional, debe respetarse la división de poderes, deben respetarse los fallos de la Justicia, ningún poder debe pretender avasallar a otro amenazándolo con juicio político, por eso, quiero ratificar mi más absoluto rechazo al intento de juicio político por parte del actual Gobierno nacional a la Suprema Corte de la Nación”. Uno de los cuatro jueces de la Corte Suprema, el cordobés Juan Carlos Maqueda fue ministro del gobierno de José de la Sota y diputado nacional de Unión por Córdoba, la antecesora de Hacemos por Córdoba, la alianza schiarettista.
También señaló que “en Córdoba, que no es una isla, logramos sortear gran parte de las dificultades que sufren todos; logramos avanzar con nuestros planes de gobierno, logramos comercializar con países del mundo que confían en nosotros”; a la vez que destacó: “Este crecimiento sostenido que tenemos en nuestra provincia, tanto en los ámbitos públicos como privados, está basado en la fuerza de las convicciones con que forjamos nuestro futuro, y también en que ningún poder del estado avasalla al otro, y funcionan con plena independencia”.
Hombre de palabra
Schiaretti reivindicó sus políticas al señalar que “el pueblo cordobés, con su confianza ratificó nuestro gobierno, se basa en que sabe que respetamos el orden institucional, y que somos un gobierno que habla poco y hace mucho, que lo que dice lo hace y lo que promete se cumple. Acá la palabra empeñada tiene valor, y ese valor se transforma permanentemente en políticas de desarrollo para la industria, el campo, el turismo, la economía del conocimiento, la educación, la salud. Y para otras cosas más. Siempre en procura de generar empleo genuino, buscando oportunidades para los cordobeses. Porque como siempre decimos: no hay mejor política social que un buen empleo. Y lo podemos decir sin temor: en Córdoba se subsidia el empleo, no el desempleo”.
Las mediciones del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC) desmienten las palabras del gobernador, ya que el Gran Córdoba supera la media nacional en desempleo y pobreza, cuyos índices superan el 40%.
Schiaretti y el progresismo
Parado claramente en la oposición al gobierno nacional del Frente de Todos, Schiaretti apuntó: “No es progresista quien gobierna de manera autocrática y feudal por más que recite consignas, sino que es progresista quien aplica políticas públicas que apuntalen la movilidad social ascendente, respetando la institucionalidad y coordinando con todas las expresiones de la sociedad. ¡Eso es el progresismo! Hubo grandes gobernantes provinciales en el siglo pasado que con sus obras y acciones cambiaron Córdoba y la pusieron en la vanguardia del progreso de Argentina”.
También reconoció como un logro propio ser el distrito con mayor crecimiento poblacional “Fíjense en el último Censo, que dio a conocer en cifras provisorias ayer el INDEC, muestran claramente, en Córdoba desde el 2010 al 2022 aumentó más la población que en el promedio del país. En Córdoba creció en 20.3% y en el promedio del país fue del 14,8%; eso nos consolida como segundo distrito de población de nuestra Patria”.
El recorrido de los logros de su último mandato, incluyó “el tendido de 2.800 kilómetros de gasoductos en dos años y medio”; “tenemos en marcha el plan de obras viales mayor de la historia de Córdoba, que incluyó una obra insignia para el progreso de la Capital y la provincia: después de 50 años, cerramos definitivamente la avenida de Circunvalación”; “hay 112 obras viales en ejecución que suman 1.129 kilómetros de pavimento, 70 de ellas se terminará este año”. Eso es el cambio, eso es progreso, eso es avanzar.
Schiaretti también reivindicó el acueducto que traerá a Córdoba agua del río Paraná; una obra criticada por distintas organizaciones ambientalistas, debido al fuerte impacto ambiental y a que se produce contra-natura: el río Paraná está 300 metros por debajo del terreno cordobés, por lo que deberán instalarse 20 instalaciones de bombeo: “Además, iniciamos una obra fundacional pensando en el futuro de la calidad de vida de los cordobeses que es el Acueducto río Paraná – Córdoba, en un trabajo hermanado con la provincia de Santa Fe. Muchos decían que era imposible hacerlo, pero ya lo estamos haciendo y vamos a avanzar hasta su construcción”.
Críticas de la oposición
“El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti tuvo la última oportunidad de hablarle con la verdad a los cordobeses, sin embargo, prefirió hablarle al poder. Describió su ambiciosa obra pública, pero le ocultó al pueblo de Córdoba que esas obras las van a pagar los cordobeses; que él va a cortar la cinta en campaña, pero el próximo gobernador, sea Luis Juez o Rodrigo de Loredo, deberá hacerse cargo de los pagos, comprometiendo a las finanzas provinciales”, apuntó el legislador radical Marcelo Cossar.
El dirigente de Juntos por el Cambio agregó que “Schiaretti no dijo ni una palabra acerca de que la deuda de Córdoba asciende a $ 413 mil millones, de los cuáles, el 97% está en dólares. Con el dólar disparado y sin techo, pueden darse cuenta de la mala praxis financiera en que viene incurriendo Schiaretti, quién quiere venderle al país, que es un buen administrador”.
Por su parte, la legisladora del Frente de Izquierda-UUnidad (FIT-U), Luciana Echevarría le dijo a El Destape que “como era de esperarse, el discurso tuvo un tono electoral, donde Schiaretti pintó una Córdoba tan inexistente como sus chances presidenciales. Dijo que acá cumplen lo que prometen y habría que recordarle al gobernador las 25 mil viviendas que prometió una y mil veces y no pusieron un solo ladrillo; las 100 mil notebooks; las obras de saneamiento del año pasado en el valle de Punilla tan necesarias para el dique San Roque, que las volvió a prometer ahora. Y cuando habló de temas sensibles como salud, educación o medioambiente, mintió descaradamente. En medioambiente sufrimos unas de las peores crisis hídricas en décadas, no es nuevo, ya comenzó esa crisis el verano pasado a niveles históricos. Porque no es sequía, es producto de décadas de este gobierno que privilegió la especulación inmobiliaria, el agronegocio y las obras faraónicas como las autovías”, señaló Echevarría, quién ingresó a la Legislatura con una remera que decía “No es sequía, es saqueo”.
Y el diputado nacional Eduardo Fernández, del Frente de Todos, opinó: “tenemos a un Schiaretti que no puede repetir y está en campaña presidencial. Nos mostró una Córdoba que no existe, los datos no mienten: el 98% de la deuda de Córdoba está en dólares. Pero además, este gobierno que se dice progresista tiene más de una decena de casos de gatillo fácil, tiene mayoría absoluta en la Legislatura y la Justicia le responde. Schiaretti nos habla de las instituciones y respalda a la Corte Suprema de Justicia de la Nación, una de las instituciones más sospechadas de la nación. Y lo que causa gracia es que se plantea por sobre la grieta, pero promete ser el cambio; vemos a un Schiaretti trabajando abiertamente para la derecha”.