La banda de "Los Horneros" fue contratada por el policía de Pinamar Gustavo Prellezo para secuestrar al fotógrafo José Luis Cabezas, quien luego fue asesinado por haber fotografiado al empresario mafioso Alfredo Yabrán. A 25 años del crimen, la plataforma Netflix publicó El fotógrafo y el cartero, un documental que indaga acerca del homicidio. Las cartas a la familia de Cabezas, el silencio cómplice y las aberraciones detrás del crimen.
La carta de Los Horneros a la familia de Cabezas
Los delincuentes que integraban la banda eran Héctor Miguel Retana, Gustavo González, Horacio Anselmo Braga y José Luis Auge, a quienes se los conoció popularmente como "Los Horneros", debido a que eran de la localidad platense de Los Hornos. En una carta enviada a la familia de Cabezas, Los Horneros pidieron disculpas por el crimen y sostuvieron que en ningún momento pensaron que iban a asesinar al fotógrafo, sino que creían que solo sería un susto.
"En ningún momento fuimos a matar a José Luis Cabezas, que lo nuestro fue de alguna forma un complot para poder disfrutar unas vacaciones en donde se le sacaba provecho nada más que a la policía y si era necesario darle un susto en el cual nunca se habló de secuestro o de muerte", escribieron en la carta y luego se victimizaron al decir que hicieron un acuerdo para involucrarlos en el crimen.
"No nos dimos cuenta hasta último momento que el complot era contra nosotros y su familiar. Ya no teníamos oportunidad de salir de ese juego de muerte que fue armado alrededor nuestro y de José Luis Cabezas y en el cual tuvimos que terminar haciendo lo que hisimos (SIC) por la presión que había sobre nuestras vidas", señalaron y alegaron que no tenían dinero para volver con su familia a sus casas.
Coartada de la banda: la declaración en la causa
En las declaraciones judiciales, Los Horneros se despegaron del crimen. Alegaron que no sabían que iban a matar a Cabezas, que fueron presionados y que el objetivo era solo darle un "susto". Braga, uno de los albañiles de la banda de Los Hornos, declaró: "Prellezo gatilló dos veces en falso y luego escucho la explosión del disparo. Yo quedé tildado por la situación. El cuerpo (de Cabezas) se inclinó y cayó. Prellezo tenía la cara desorbitada. Se alejó unos metros y volvió sobre sus pasos y le tiró un segundo disparo"
Braga argumentó que el motivo del asesinato fue que el fotógrafo de la revista Noticias «molestaba» con su trabajo a los policías de la Costa Atlántica. Luego contó que a mediados de diciembre de 1996 se encontraban en la casa de Auge en Los Hornos y «llegó Prellezo (quien por entonces cumplía tareas en la comisaría de Mar de Ajó) con la propuesta de ir a asustar a un fotógrafo».
Qué fue de la vida de Los Horneros
De los cuatro integrantes de la banda de Los Horneros, Miguel Retana murió preso en 2001. El primero en beneficiarse con la reducción de la condena y el combo del 2 por 1 fue José Luis Auge, quien recuperó su libertad el 14 de diciembre de 2004 y el último dato que se tiene es que era changarín en Los Hornos. Gustavo González obtuvo la libertad condicional a fines de 2005 y luego fue detenido por una causa de narcotráfico. Braga vive en Los Hornos y se recibió de abogado.
Cómo fue el homicidio y el juicio
El homicidio de Cabezas fue cometido el 25 de enero de 1997 tras una fiesta de cumpleaños en la casa del empresario postal Oscar Andreani, en Pinamar.
Para la Justicia, la víctima fue capturada en un operativo clandestino supervisado por los policías Aníbal Luna y Sergio Camaratta, y luego llevada hasta una cava de un camino rural de General Madariaga, donde Prellezo lo asesinó de dos disparos en la cabeza e incendió su cuerpo dentro del auto que utilizaba para la cobertura periodística de la temporada de verano.
Tras una compleja investigación criminal, el juez de Dolores que instruyó la causa, José Luis Macchi, determinó que el empresario fallecido Alfredo Yabrán fue el autor intelectual "mediato" del crimen de Cabezas y su jefe de custodia, el exsargento del Ejército, Gregorio Ríos, el inmediato.
El 2 de febrero de 2000, los horneros Auge, Braga, Héctor Retana y Sergio González fueron condenados a prisión perpetua por sustracción de persona agravada por la muerte de la víctima en concurso ideal con homicidio simple, mientras que Ríos recibió la misma pena por instigador del mismo delito.
En tanto, los expolicías Gustavo Prellezo, Aníbal Luna y Sergio Camaratta, fueron sentenciados a reclusión perpetua, y en segundo juicio fue condenado a la misma pena el ex comisario Alberto Gómez.