A 50 años del asesinato del dirigente sindical José Ignacio Rucci, se realizará una misa para pedir "memoria, verdad y justicia". El homenaje será en la Catedral Metropolitana, ubicada en San Martín al 27, Ciudad de Buenos Aires, a una cuadra de la Plaza de Mayo, desde las 18 horas del lunes 25 de septiembre.
Rucci fue asesinado de 23 balazos por un grupo comando a plena luz del día, aunque ninguna organización se atribuyó el homicidio. Cuando sucedió el hecho, Rucci era secretario General de la Confederación General del Trabajo (CGT), cargo que ocupaba desde 1970.
Era un hombre muy fuerte dentro del sindicalismo, no solo por su rol dentro de la CGT, sino por su liderazgo en la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), donde había escalado posiciones durante la década de 1960 junto a Augusto Timoteo Vandor. En los años de proscripción peronista, Vandor se caracterizó por promover un "peronismo sin Perón", que no prosperó; en 1969, lo mataron en la oficina de la UOM.
Dos días antes del asesinato de Rucci, la fórmula (Juan Domingo) Perón - (Isabel) Perón se había impuesto en las elecciones presidenciales con más del 61% de los votos, ante el 24% que sacó la fórmula de la Unión Cívica Radical (UCR) de Ricardo Balbín y Fernando de la Rúa. Tan solo unos meses antes, el 20 de junio, había sucedido la "Masacre de Ezeiza", que dejó un saldo de, al menos, trece muertos, y tantos otros heridos.
Aunque la idea era recibir a Perón en su regreso definitivo al país para participar por primera vez en unas elecciones tras la proscripción, la Masacre de Ezeiza constituyó un antes y un después dentro del movimiento. Rucci, hombre cercano a Perón, fue uno de los organizadores del regreso. En el velorio del dirigente sindical, Perón dijo: "Me mataron un hijo".
El 25 de septiembre, día de su aseinato, Rucci iba a dar un discurso en Canal 13, con motivo del triunfo de la fórmula Perón - Perón. El discurso fue difundido por la UOM y publicado en sus distintas páginas web años después. "Ahora el fragor de las luchas ha pasado a convertirse en historia. La realidad de nuestros días es la unión, el trabajo y la paz. Por primera vez en 18 largos y sacrificados años se ha expresado sin limitación alguna, con absoluta soberanía, la voluntad popular", iba a decir el secretario de la CGT. "La reconstrucción de la Patria es una tarea común para todos los argentinos, sin sectarismos ni exclusiones. La liberación será el destino común que habremos sabido conquistar, con patriotismo, sin egoísmos, abiertos mentalmente a una sociedad nueva, para una vida más justa, para un mundo mejor", agregaba el discurso.