Hay incógnitas en el PRO aliado a Javier Milei. Los primeros días de transición de gobierno, en los que el presidente electo empieza a diagramar los nombres de su próximo Gabinete, Mauricio Macri y sus dirigentes cercanos todavía no tienen la confirmación de que se cumpla el acuerdo para ocupar primeras líneas en la próxima gestión. No son quejas las que circulan entre los amarillos, ni ganas de tensar el vínculo con La Libertad Avanza, pero sí dejan trascender incertidumbre sobre qué puestos ocuparán.
Justicia, Transporte y Seguridad eran los tres Ministerios que Macri estaba interesado para poner allí hombres de su confianza. Para los dos primeros los nombres que circulaban eran los de Germán Garavano y Guillermo Dietrich, mientras que para el último no estaba definido. Una versión indicaba que podría aterrizar allí Cristian Ritondo, pero desde su entorno se lo desmintieron. El rol de Ritondo para la fiscalización de Milei fue clave ya que entre la provincia y la ciudad de Buenos Aires aportó 12 mil fiscales. Tarea que en el territorio bonaerense dio sus frutos para evitar maniobras fraudulentas ya que la diferencia fue de poco más del 1% según el escrutinio provisorio.
Milei necesita allí puentes con la oposición. Al ahora titular del bloque de diputados del PRO le prometieron la presidencia de la Cámara de Diputados cuando manifestó su apoyo a Milei para la segunda vuelta tras la derrota de Patricia Bullrich en las generales. Si bien tiene buen vínculo con legisladores del Frente de Todos, no tiene todavía asegurado ese lugar producto de que en las últimas horas Milei lanzó guiños a los peronistas Miguel Ángel Pichetto y Florencio Randazzo. Un dato no menor del beneficio que obtendría el libertario de su sociedad con Ritondo es que a las 38 bancas que tendrá LLA el próximo período legislativo, y el bonaerense las puede robustecer con otras 51 del Frente PRO, en las que no solo hay amarillos sino también aliados. No cuentan con esas bancas ni Randazzo ni Pichetto. Aún así, todavía estará lejos del quórum.
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“Está todo verde”, aseguran en el PRO como resultado de lo que fue la reunión de ayer entre Macri y Milei en el Hotel Libertador, el búnker desde donde el presidente electo hizo campaña y ahora diagrama su gobierno. “No están habiendo los lugares que aparentaban iban a haber para Mauricio en los ministerios, por lo menos en las primeras líneas”, describe un armador del PRO bonaerense ante este medio.
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Pero el PRO está en una encrucijada. Si bien no tienen intenciones de protestar y aclaran que no hay cortocircuitos por la falta de definición, tampoco tienen margen para la queja. La sobrevida del parte del PRO que militó el voto al libertario para “terminar con el kirchnerismo” no puede retirarle el apoyo porque sufriría una condena social prematura. El día después de la victoria llegó y si bien es una semana corta tras un feriado y no hay desesperación, sí hay incógnitas que necesitan ser dilucidadas. “No hay tensión porque no hay forma de que seamos oposición a Milei. Si somos opositores, el próximo presidente es peronista de vuelta y la sociedad no nos perdonaría otra interna”, sueltan desde ese espacio.
Esas incógnitas surgen también de las designaciones que se dieron en estas últimas horas para lugares que se esperaban para el PRO. La de Justicia para Mariano Cúneo Libarona es una y la de Horacio Marín para YPF es otra. Ese lugar que ahora quedó para el hombre del grupo Techint se esperaba que sea para Javier Iguacel. Pero el ruido también responde a la interna del PRO porque Sandra Pettovello, la designada ministra de Capital Humano, quiere en el PAMI a Federico Azpiri, ligado a la gestión de Horacio Rodríguez Larreta y de buen vínculo con Felipe Miguel. Sin embargo y pese a haber formado parte de la gestión de Cambiemos, no parece tener el aval de Macri. Los nombres del PRO para el gabinete de Milei pasan sin excepción por el filtro de Nicolás Posse, futuro jefe de Gabinete de Milei, Karina Milei, Guillermo Ferraro y Guillermo Francos.
A sabiendas que las medidas que se vienen serán impopulares y que las cabezas de las carteras pueden sufrir rápidamente el desgaste, en el PRO no ven con malos ojos las segundas y terceras líneas. Son lugares estratégicos que le permitirá a los debutantes ministros que tendrá Milei en la gestión pública rodearse de dirigentes con experiencia de gestión. Son secretarías, direcciones u organismos que requieren de desarrollo territorial. Este punto es una falencia de LLA y quedó demostrado que el PRO lo suplió en la fiscalización. Estos lugares le dan un poder de condicionamiento al PRO para bloquear avances de ciertas medidas.
Un dato no menor es que mañana se reunirán los gobernadores de Juntos por el Cambio para definir qué posición tomarán ya con un nuevo gobierno electo. Mientras Macri arranca una semana fuera del país, Milei puede querer esperar a ese encuentro y tender puentes con ellos para tener su visto bueno con algunos nombres para su Gabinete. Al fin y al cabo, necesita gobernabilidad Milei y votos en el Congreso para aprobar sus proyectos.