Javier Milei no quiere coparticipar el impuesto PAÍS, una de las posibles fuentes de financiamiento que solicitaron los gobernadores para hacer frente al ahogo fiscal producido por esta gestión. La repartición de lo recaudado por este tributo es una de las opciones incorporadas a la ley ómnibus, pero no la primera. Tampoco es la primera opción, al menos no para discutir en la actualidad, de todos los mandatarios del interior. La mayoría quiere abordar esta negociación un poco más adelante, con un paquete fiscal que les permita sacar una mayor tajada, pero desde Córdoba se empujó para anticipar el debate e incorporarlo a este proyecto de ley.
La semana pasada, cuando Guillermo Francos se reunió con los gobernadores dialoguistas, conversó sobre la coparticipación de este impuesto aunque, horas más tarde, el Ejecutivo lo desmintió. La discusión se topó con tres posiciones diferentes: por un lado, la negativa rotunda del presidente de repartir ese dinero; por el otro, la postura de algunos mandatarios de postergar la conversación; finalmente, la decisión de Martín Llaryora, cordobés, de incorporar esta cláusula en la ley ómnibus.
Los recursos recaudados por el impuesto PAÍS quedan, en un 70%, para la Nación y, en otro 30%, para el Renabap, obras en barrios populares. Juan Grabois es uno de los referentes de esta tarea social.
Quienes quieren coparticipar el tributo aseguran que no tocarán el porcentaje de Nación y que, por lo tanto, no impactará en su recaudación. Apuntan a repartir la otra porción, dejando un 9% para urbanizaciones y un 21% en manos de las provincias. Pero al presidente no le termina de cerrar esta opción.
El jefe de Estado ya le avisó a los gobernadores que, de aprobarse en el Congreso la coparticipación del tributo, la vetará. Pero, además, que irá reduciendo el porcentaje que le corresponde a los barrios populares. O sea, comerá recursos de otras áreas para que todo quede bajo la órbita de Nación. Este es uno de los principales cuestionamientos de los provinciales que ven que sus distritos cargan con todo el esfuerzo fiscal.
En Diputados, la coparticipación del impuesto PAÍS es el plan B. La primera opción para financiar a las provincias es el flujo hacia sus cajas jubilatorias. Esto está incorporado en artículos vinculados al fondo de los jubilados y su liquidación. Este artículo tiene los números complicados, por eso se sumó la posibilidad de repartir el tributo cobrado a operaciones en moneda extranjera.
La presión fue encabezada por Llaryora que, ante la falta de confianza en el gobierno nacional, no quiso dejar para más adelante la discusión del financiamiento provincial. En la previa, se confió en que los mandatarios llegarían a un acuerdo, dado que la mayoría entendió que la discusión se daría en un futuro. Pero por ahora eso no sucedió.
Los gobernadores mostraron dos posiciones claras. Una de ellas indica que la coparticipación del impuesto PAÍS quedará para más adelante, envuelta en la discusión de un paquete fiscal más amplio. Según esta visión, el tributo debería quedar excluído de la ley ómnibus, no dándole su prórroga al gobierno nacional. De este modo, ni los provinciales ni el presidente tendrán esos recursos. Así, le generarían a Milei una necesidad de recaudación y, por consiguiente, de negociación.
Sin ese ingreso, el jefe de Estado tendría que sentarse con los gobernadores más temprano que tarde, tal vez la semana que viene, para abordar el nuevo pacto fiscal. Un concepto que volvió a sonar hace siete días, después de la reunión entre provinciales y Guillermo Francos, ministro del Interior.
En ese escenario, podría discutirse también el retorno del impuesto a las Ganancias coparticipable en condiciones favorables para los distritos del interior, o lo recaudado por el nuevo blanqueo de capitales. Asuntos que habían sido habilitados para su discusión pero que el gobierno decidió eliminar de un plumazo ante la adversidad.
Del otro lado, la posición de Llaryora, que optó por discutir los fondos coparticipables ahora, con la ley ómnibus. Tiene el número para aprobarlo. El problema es que Milei ya les avisó que vetará esa iniciativa, en caso de avanzar.
Nicolás Massot, de Hacemos Coalición Federal, explicó que el regreso a la ley ómnibus de artículos referidos al fondo de los jubilados y al impuesto PAÍS fue un pedido de su bloque, de fuerte ascendente en las provincias y en los gobernadores. Pero aclaró que todavía no son discusiones cerradas sino que Diputados pasó a un cuarto intermedio para que se pueda negociar.
El problema es la posición del gobierno. Guillermo Francos detalló el fin de semana que “el Presidente no quiere coparticipar en ese impuesto de ninguna manera” porque, para el jefe de Estado, cuando “uno establece un impuesto coparticipable, después no se lo saca más. Entonces no quiere incurrir en eso porque la idea es que, cuando desaparezca el CEPO, desaparezca”.