El primer año legislativo de Javier Milei como presidente y de La Libertad Avanza (LLA) como su tropa en las dos Cámaras estuvo marcado por un destrato a la institución del Congreso y tensiones internas, que, sin embargo, no afectaron la concreción de alianzas con espacios opositores para sacar un puñado de proyectos oficialistas.
Pese a que lo considera un "nido de ratas", Milei obtuvo dividendos del Congreso, con la aprobación de su principal corpus legislativo en Diputados y el Senado, y con colaboración para bloquear iniciativas opositoras. Sin embargo, no faltaron derrotas oficialistas y hechos repudiables.
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La ley interminable
Medio año parlamentario se lo llevó la ley Bases (también denominada Omnibus, en sus primeros días) y el paquete fiscal. El paquete legislativo de desregulación de la economía y jibarización del Estado tuvo que ser podado para lograr pasar por las dos Cámaras con consenso opositor.
Algunos puntos sobrevivieron: la delegación de facultades, el Régimen de Inversión a las Grandes Inversiones (RIGI) y un listado de empresas para ser privatizadas. Las sesiones en Diputados y el Senado fueron acompañadas en las inmediaciones por las protestas, que fueron reprimidas por fuerzas de seguridad.
La contraparte de la ley Bases fue el mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) 70/23. El Senado, por iniciativa del interbloque de Unión por la Patria, logró rechazarlo en el Senado. Sin embargo, el expediente nunca fue tocado por Diputados.
Al margen de la ley Bases, pocos porotos se puede adjudicar Milei en el Congreso, aunque quizás el Presidente no considere que la cantidad de leyes aprobadas tenga relación con un año satisfactorio en el "nido de ratas". Como sea, LLA logró aprobar el proyecto de Boleta Única de Papel (BUP) para los próximos comicios. Ahora se votará con el sistema que se utiliza en Mendoza.
Sin embargo, la BUP era parte de un proyecto más ambicioso de "reforma política", que incluía la eliminación de las PASO, la "ficha limpia" y la circunscripción uninominal. Todos estos quedaron en el camino cuando la ley Bases fue desguazada. De todos modos, el Presidente intenta enviar esos pedazos a través de DNUs o insistiendo en proyectos individuales.
Un domingo de septiembre a la noche, Milei fue al Congreso a hacer una perfo para presentar el presupuesto 2025 (y derrumbar el rating televisivo). Sin embargo, cómo el cálculo de gastos y recursos no iba a salir sin consenso de los gobernadores, que pedían, entre otras cosas, reiniciar la obra pública, el Presidente fue midiendo a los jefes provinciales y les cerró el año legislativo en la cara. Así las cosas, el año que comienza tendrá partidas diseñadas en 2022 para el 2023.
Derrotas para el Guiness y casa embrujada para ministros
Una de las primeras derrotas vino con la resurrección de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). Milei envió vía DNU su financiamiento para la agencia de inteligencia, que se encuentra bajo el control de Santiago Caputo.
Sin embargo, la oposición tuvo un lapsus acuerdista y logró voltear el DNU en el Senado y Diputados. El hombre del cigarrillo apagado entró en la historia: por primera vez en la historia, un decreto presidencial fue rechazado por ambas cámaras.
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Pero además de eso, la oposición logró instalar al radical Martín Lousteau y al kirchnerismo en la conducción de la comisión Bicameral de Control de los Servicios de Inteligencias. Sin embargo, posiblemente la mayor derrota oficialista fue el rechazo a los pliegos de los candidatos a ministro de la Corte Suprema de Justicia, Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla.
Otra derrota de Santiago Caputo, que impulsó a Lijo (según el senador Francisco Paoltroni) y a García-Mansilla (admitido en la comisión por él mismo). Queda la incertidumbre sobre si Milei insistirá en nombrarlos por DNU.
Para los funcionarios mileistas el Congreso fue un lugar maldito. Nicolas Posse dejó la jefatura de Gabinete días después de haber hecho una pobre exposición del informe de gestión en el Senado. Algo similar similar le sucedió a la entonces secretaria de Niñez, Adolescencia y Familia, Yanina Nano Lembo.
También se le atribuye un papelón en comisiones al ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona. Funcionarios de este y de su par de Seguridad, Patricia Bullrich, intentaron con pocos datos impulsar la baja de la edad de imputabilidad.
La ex candidata a presidenta del extinto Juntos por el Cambio apenas pudo ver la la media sanción de algunos expedientes que envió, como la "ley antimafia". Cuando fue a la comisión para la presentación del entonces viables presupuesto 2025, no pudo responder sobre el paradero -hasta hoy desconocido- del niño Loan Danilo Pereira.
Quizás por todo esto, los ministros Luis Caputo (Economía), Federico Sturzenegger (Desregulación), Sandra Pettovello (Capital Humano) y Mario Lugones (Salud) no pusieron un pie en ninguna comisión.
De "héroes" y "pelucas"
Milei hizo amigos en el "nido de ratas". Con LLA, los bloques satélites y el "dialoguismo" logró formar el club del tercio: la cantidad de diputados que necesita para sostener el veto presidencial. Gracias a este catenaccio legislativo, dio de baja dos leyes que impulsó la oposición contra la voluntad del Presidente: el financiamiento universitario y la actualización de la fórmula previsional. Tras esto, el Presidente invitó a un asado a sus aliados y los calificó de "héroes".
El relativo éxito oficialista en las Cámaras se encuentra acá, ya que era imposible por sí solo para el oficialismo sacar leyes con un bloque de 39 diputados y de seis senadores.
Las alianzas parlamentarias fueron móviles pero el status de principal socio lo tuvo el PRO. Sin embargo, con el correr del año y la cercanía del 2025 electoral, las milanesas que compartían Millei y Macri fueron tomando mal olor. Prueba de esto fue que en el proyecto de ley de Ficha Limpia, que fue capitaneado por los amarillos, no tuvo una colaboración concreta de los violetas.
Los dos partidos tradicionales colaboraron con Milei. A un diputado de la oposición dura se le ocurrió el apodo "pelucas" para cinco radicales que colaboraron con el oficialismo en los vetos. El jefe de la bancada de la UCR, Rodrigo De Loredo, no castigó a los mileistas honorarios, así que el senador Martín Lousteau y el diputado nacional Facundo Manes retiraron a sus legisladores y formaron Democracia para Todos. Mario Barletta quería la unidad de los radicales, así que se fue y armó un bloque unipersonal llamado Unidad. Así, el Presidente partió al partido centenario.
Pero en el peronismo también se usó la peluca, principalmente a través de la sintonía de la Casa Rosada con los gobernadores Osvaldo Jaldo (Tucumán) y Raúl Jalil (Catamarca). El primero, directamente, retiró a sus legisladores del bloque de diputados de Unión por la Patria hacia una bancada propia. Como sea, los mandatarios provinciales se encargaron de subir o bajar las manos o retirar a los suyos, depende de las necesidades del oficialismo.
Sin embargo, no todos los amigos de Milei terminan bien. El senador Edgardo Kueider había sido bendecido con la presidencia de la comisión de Asuntos Constitucionales, la posibilidad de ser miembro informante en el proyecto de BUP y el ofrecimiento de Santiago Caputo de comandar la Bicameral de servicios de inteligencia.
Esto finalizó con su detención en la frontera con Paraguay portando dinero sin declarar. El Senado votó su expulsión y Unión por la Patria sospecha que haya conexión entre los fondos que llevaba y la sanción de la ley Bases (tuvo que desempatar la Presidencia de la Cámara).
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"Degenerados fiscales" y vetados
La postura ante la ley Bases fue la que definió los roles en el Congreso: por un lado, el "dialoguismo", con mayor o menor grado de acercamiento a LLA y la oposición dura, liderada por Unión por la Patria y el Frente de Izquierda y los Trabajadores.
El peronismo perdió a los diputados de Jaldo y hacia fin de año, vio como emigró el santafesino Roberto Mirabella. La caída en desgracia de Kueider le dio una banca más. La incertidumbre es si habrá mas fugas en el bloque mayoritario.
Los momentos de sintonía con el "dialoguismo" (Encuentro Federal, Innovación Federal, radicalismo de Manes y Lousteau, el de De Loredo y, en el Senado, el de Lousteau y Pablo Blanco) y la izquierda pudieron dar lugar a la aprobación del financiamiento Universitario y actualización previsional, que el Presidente vetó al observar lo que él diagnostica como "degeneración fiscal". Hubo algún intento de ir contra la ley de DNU y el decreto que autorizaba a Economía a tomar deuda sin aval del Congreso, pero para ese entonces el catenaccio legislativo de Milei comenzaba a funcionar.
Como no todos los amigos de Milei terminan bien, también el Presidente y su entorno señalaron como enemigos a integrantes de sus filas. Paoltroni fue expulsado de la bancada de LLA por negarse a acompañar el pliego de Lijo, por órden de Santiago Caputo. En Diputados, la mendocina Lourdes Arrieta renunció al bloque cuando estaban por mostrarle la salida.
Mientras el oficialismo no lograba sacar la ley Bases, la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, ordenó la remoción de Oscar Zago de la jefatura del bloque de LLA en Diputados y su reemplazo por Gabriel Bornoroni. El porteño se fue y se llevó dos legisladores para armar la bancada del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID). Forma parte de los satélites que acompañan al mileismo en las votaciones.
La hermana del Presidente también mandó a bajar a la diputada Marcela Pagano de la presidencia de la comisión de Juicio Político. Zago había bancado a la ex periodista, ya que sostenía que tenía el aval de Javier Milei. La prueba, un pulgar arriba en Whatsapp.
Se terminó imponiendo la hermana, que intento poner a Bertie Benegas Lynch. Sin embargo, hasta el día de hoy, esa comisión clave no volvió a sesionar.
Los presidentes
La caída del DNU 70/23 puso en el foco de Milei y sus trolls a la vicepresidenta Victoria Villarruel. Este sería el inicio de una riesgosa relación institucional, cuyo desenlace es incierto y que tuvo su último episodio en las acusaciones de irregularidades sobre el traspaso de mando en la sesión en la que se expulsó a Kueider y el Presidente viajaba a Italia. La Casa Rosada se equivocó.
Si bien tuvo su momento de gloria en el desempate por la ley Bases, la Vicepresidenta quedó aislada del dispositivo de poder del oficialismo, siendo blanco de los ataques de los mileistas de paladar negro y los trolls.
La reivindicadora del falso concepto de "memoria completa" mandó a armar una juventud (que despertaron malestar por su falta de expertise politico) y entabló en sigilo vínculos con gobernadores y empresarios. En definitiva, lo que Milei denomina "casta". Incluso se dio el lujo de coquetear con algún sector del peronismo y homenajear a la ex presidenta María Estela Martínez de Perón que no movió el amperímetro.
Villarruel arrancará el 2025 con el cargo, los números de imagen todavía favorables y una elección de autoridades en febrero que no le augura un respaldo del propio oficialismo.
Al otro lado del edificio, el titular de la Cámara de Diputados, Martín Menem, cerró el año jactándose del ahorro de dinero desde su llegada al Congreso. Una diferenciación de Villarruel, que no sabe cómo frenar el descongelamiento de las dietas de los senadores.
Menem fue reelecto como titular de la Cámara, pero en la sesión preparatoria tuvo que escuchar el libro de quejas que tenía la oposición para con él. El riojano, al igual que sus pares de LLA en Diputados y el Senado, fue víctima de los comentarios de pasillo por su inexperiencia.
Sin embargo, el año legislativo de Menem, de toda la representación de LLA y quizás del Congreso, tiene su punto más oscuro en la visita de cinco diputados nacionales del oficialismo al penal de Ezeiza donde visitaron a represores condenados por crímenes de lesa humanidad en la última dictadura cívico militar.
Beltrán Benedict, Guillermo Montenegro, Alida Ferreyra, María Fernanda Araujo, Rocío Bonacci y Arrieta mantuvieron un encuentro con Alfredo Astiz y otros genocidas más. Solo las dos últimas mencionadas manifestaron algún tipo de arrepentimiento. La mendocina se fue del bloque de LLA tras este episodio.
La comisiones de Asuntos Constitucionales y Peticiones, Poderes y Reglamento fueron el ámbito institucional en el que se trataron proyectos de expulsión de los cinco legisladores. Se habló de que había más diputados de LLA involucrados en la visita, de un proyecto para prisión domiciliaria para los represores, de la posible venia de Bullrich y el ministro de Defensa, Luis Petri. Se probó que Presidencia de la Cámara proveyó los translados. Sin embargo, el tour de los genocidas no tuvo castigos para ninguno de los mencionados.
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