"Salir a comer a casa": cae el consumo de restoranes y sufren los trabajadores

La caída del consumo en comedores y bares asciende al 30% en la era Milei. Los mozos, cocineros y encargados son los que más lo sufren. 

05 de junio, 2024 | 10.51

El consumo en restaurantes cayó al menos un 30 por ciento durante los primeros meses del año en comparación a 2023, de acuerdo a datos de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) al que tuvo acceso El Destape. El desplome por el momento repercute en una caída de los salarios de mozos, cocineros y encargados de locales. Los empresarios sufren los tarifazos y las subas de alquileres. Temor por el cierre masivo de restaurantes. 

"Hace unos meses salíamos a comer dos veces por semana, viernes y sábados. Teníamos definido probar diferentes lugares, casi siempre un restaurante y una cervecería. Ahora salimos una vez al mes y optamos por hacer diferentes menús en casa", cuenta Marcos, un analista en sistemas que trabaja para Estados Unidos y que pese a cobrar en dólares siente el impacto de la suba de precios.

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La caída en el consumo es dispar en los comercios según el rubro y público al que apuntan: las caídas más severas se encuentran en los negocios que tienen afluencia local, mientras que los que tienen caídas más leves son los que tienen comensales del turismo extranjeros.

"La caída del consumo es brutal, del orden del 30% aunque hay variaciones.Algunos bares y restaurantes tienen una caída superior al 40% y otros que están en el 20. En nuestro caso, en Los Galgos, la caída es menor al 30% y se da en medio de una explosión en el costo de la energía. La luz nos aumentó un 400%, el gas tuvo un gran incremento y también internet", describe a El Destape Julián Díaz, dueño del Bar Notable Los Galgos. 

Díaz revela que los trabajadores de su restaurante sufren también la caída. "Veníamos dando aumentos por encima de las paritarias del gremio gastronómico, pero ahora no podemos. Esto es una bomba de tiempo".

Los hábitos de consumo cambiaron con la caída del poder adquisitivo: los que comían entrada, plato principal y postre, ahora se achican y van -como se dice en lenguaje popular- directo a los bifes. El recorte no solo se ve en el número de comensales, también en el gasto de cada uno. 

Lilén es abogada, trabaja en una empresa de aviación y es madre separada. Sus rutinas cambiaron por la crisis de salario. "Antes salíamos a comer sin pensar demasiado en lo que gastábamos, ahora hago cuentas siempre. Ya no salimos a comer afuera, ni a un café de paso después de ir al parque con mi hijo, ni pedimos delivery de empanadas los viernes. En poco más de un mes, mi poder adquisitivo disminuyó y tuve que modificar abruptamente mis hábitos", describe. 

"Mis empleados votaron a Milei y yo cerré" 

Guillermo Gregorio tenía el año pasado tres negocios: el food track Arde Satán, el bar en el centro de Bahía Blanca Kluppelberg Cervecería y Darwin, una marisquería de verano en las playas de Pehuén Có. Los empleados votaron a Javier Milei y se mostraron expectantes por los cambios económicos de su asunción. "Soy gastronómico desde hace 19 años. Cuando Milei gana las PASO decidí cerrar el bar porque me esperaba lo que venía y no me quería endeudar", confiesa Guillermo, quien recuerda que los cocineros y mozos estaban contentos con la elección de Milei. 

Tras cerrar el bar, Gregorio quedó con el food truck y la marisquería. "El consumo cayó. En la Costa fue la peor temporada de los últimos 40 años. Este verano tomé 9 personas en lugar de los 10 que había tomado el año pasado", dice. El panorama no fue mejor en Bahía Blanca. 

"En el food truck me achiqué lo máximo posible para poder seguir, la caída fue del 30 por ciento en la facturación. Pero por suerte no tengo un negocio a la calle que es una gran tranquilidad para mí", cierra. 

Cierres de restaurantes: crecen los remates

No hay información oficial acerca del cierre exacto de restaurantes en los primeros meses del gobierno de Javier Milei, aunque hay indicios. Crecen los remates de objetos de comedores, aunque no crecen las compras.

"Hace más de 35 años nos dedicamos a dar el servicio de remates de bienes relacionados a la industria gastronómica, alimenticia, hotelera y comercial. observamos un aumento en las consultas de locales gastronómicos principalmente, para rematar sus bienes también observamos que cada vez es más laboriosa la venta total de los mismos, ya que son más quienes cierran que quienes apuestan a abrir un local o a renovar sus instalaciones", explica Matías Cordero, martillero público y referente de Cordero remates. 

"Si bien puede llegar a haber un aumento de los remates, vemos con mayor preocupación la poca o nula inversión de nuevos emprendedores conforme a la visualización de un futuro complicado poniendo atención en el consumo del mercado interno, turismo, aumento de servicios", argumenta.

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