En medio del parate total de la industria cinematográfica local, el Gobierno del presidente Javier Milei volvió a cargar contra el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) al anunciar la eliminación de dos decretos que regulaban la adjudicación de subsidios y la cuota pantalla de películas nacionales, que obligaba a las salas de cine a tener un film local en cada trimestre. En su lugar, el Ejecutivo promocionará sólo producciones de "calidad", que sean "exitosas" y "bien recibidas" por el público general.
A través del Decreto 662/2024, publicado en el Boletín Oficial, el Gobierno promulgó una nueva reglamentación de la ley de Fomento de la Actividad Cinematográfica Nacional (Ley 17.741) y derogó el decreto 1405 del 21 de febrero de 1973 -y sus modificatorios 833 del 11 de abril de 1979 y 2414 del 13 de diciembre de 1985-, y el decreto 354 del 29 de junio de 2022. Estas dos resoluciones derogadas regulaban qué parte de la recaudación impositiva debía destinarse a los subsidios de la producción de películas nacionales y cómo debía regirse el mínimo de films locales que debían exhibirse en las salas de cine.
"Que el sistema de entrega de subsidios de la citada Institución ha demostrado ser obsoleto y alejado de los modelos exitosos existentes en otros países con fuertes industrias cinematográficas, por lo que debe ser modificado, modernizado y dotado de eficiencia", indica el decreto publicado hoy. En ese sentido, para el Gobierno debe "priorizarse el fomento a la industria cinematográfica, teniendo en cuenta la calidad y posibilidades de exhibición, audiencia y recuperación de los fondos otorgados, por sobre preferencias ideológicas". "Es necesario limitar el porcentaje del presupuesto que el INCAA destina a objetivos que no sean el fomento de la actividad cinematográfica", señala el texto.
El Gobierno argumentó su decisión al criticar el aumento "desproporcionado" de la planta del INCAA en las últimas dos décadas y el monto de partidas presupuestarias destinadas a financiar su funcionamiento. "Que en el año 2000, en el mencionado Instituto revistaba una planta de empleados de aproximadamente NOVENTA (90) personas, mientras que al momento de asumir la presente administración, la planta, con diferentes formas de contratación, ascendía a más de NOVECIENTOS (900) agentes", remarca el texto. En ese sentido, el Ejecutivo remarcó: “El aumento desproporcionado de la planta llevó a que, en el ejercicio anterior, el 42 % de los ingresos se destinaran a sueldos, lo que perjudica directamente el objeto principal del INCAA, es decir el fomento de la actividad cinematográfica”.
Para el Gobierno, durante los últimos años se le delegaron al INCAA tareas que "ninguna relación tienen con sus misiones y funciones” lo que generó un "incremento exponencial" del presupuesto. “El aumento de tareas no relacionadas y el incremento exponencial de la planta de empleados llevó a que, en el año 2023, se requirieran aportes extraordinarios del Tesoro Nacional por, aproximadamente, la suma de PESOS MIL NOVECIENTOS MILLONES ($1.900.000.000) para afrontar gastos operativos, incluyendo la realización del “Festival Internacional de Cine de Mar del Plata” y “Ventana Sur”. Adicionalmente, el organismo se endeudó con proveedores por la suma de PESOS SETECIENTOS MILLONES ($700.000.000), deuda que fue transferida al ejercicio 2024", se detalló en el texto.