El Presidente Javier Milei se reunió en Ushuaia con la General del Ejército de los Estados Unidos Laura Richardson, comandante del Comando Sur, con el objetivo de "reforzar los lazos de cooperación e intercambio estratégicos entre ambos países". Un desvío en el avión del jefe de Estado demoró la reunión.
“No queríamos dejar de aprovechar la ocasión para darle bienvenida a la Argentina a la general Richardson, Comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, y expresar nuestro agradecimiento por su visita y por el apoyo que el gobierno de los Estados Unidos ha demostrado a este nuevo Gobierno”, sostuvo el Presidente Milei durante una declaración de prensa que ofreció al arribar a Ushuaia.
MÁS INFO
Milei afirmó que la visita a esa ciudad tiene como objetivo “monitorear los avances en el desarrollo de la Base Naval Integrada” que definió como “un gran centro logístico que constituirá el puerto de desarrollo más cercano a la Antártida y convertirá a nuestros países en la puerta de entrada al continente blanco”, además de ser una obra que “nos permitirá desarrollar la economía local” y brindar “apoyo logístico real al desarrollo científico de los diversos programas antárticos internacionales”, entre otros beneficios.
El Presidente estuvo acompañado por la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei; el Ministro de Defensa, Luis Petri; el Jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley.
El desvío en el vuelo y la injerencia China
La idea del mandatario nacional era encontrarse cerca de las 21 con la enviada de Joe Biden, pero terminó arribando a Ushuaia pasadas las 23:30. Según publicó Noticias Argentinas, si bien estaba previsto que saliera a las 17:30, el avión de la Fuerza Aérea salió desde Aeroparque a las 18:40 y debió hacer una parada técnica en Río Gallegos, Santa Cruz, la cual no estaba prevista.
A las 22:10 finalmente partió rumbo a Tierra del Fuego a donde arribó una hora y media más tarde. Pese a la espera, el Presidente se reunió con Richardson para dar una nueva muestra de sintonía con el gobierno de los Estados Unidos. El escenario elegido no fue casual, ya que Estados Unidos mira con desconfianza el avance de China en la región y en la zona sur de América.