En el acto por un nuevo aniversario de la revolución de mayo realizado en la provincia de Córdoba, el presidente Javier Milei estuvo a años luz de poder presentar lo que él llamó “el Pacto de Mayo” y, de los gobernadores, solo se hizo presente quien lo recibía en su provincia, Martin Llaryora. Además, en otra muestra de la caída de su imagen, en la plaza en la que hablo solo había cinco mil personas.
El primero de marzo, luego de la caída de la Ley Ómnibus, el libertario dio su primer discurso de apertura de sesiones ordinarias, todavía con las ínfulas de la victoria electoral, y delegó todo lo ocurrido hasta ese momento al fracaso de la política. Se despegó de toda la inflación que generaron sus rápidas medidas (como la devaluación del peso), le pegó a la casta, y promovió el “Pacto de Mayo” con todos los gobernadores como solución a los problemas de todos los argentinos. Sin embargo, el llamado venía con la imposición de cumplir con los caprichos del presidente, como por ejemplo aprobarle la Ley Bases. Algo que expuso nuevamente el autoritarismo con el que se maneja La Libertad Avanza.
Lo cierto es que el deseo del presidente de un pacto firmado con gobernadores aliados y una foto con ellos, estuvo muy lejos de cumplirse. Si bien en diputados aprobaron en mayoría y sin chistar la media sanción de la ley enviada, en senadores la situación es bastante más compleja y al día de hoy todavía no se logró dictamen. Además, ya se dio a conocer que hay concesiones a gobernadores. Por ejemplo, el caso de Alberto Weretilneck, quien en su cuenta de X dio a conocer que se reactivará la obra de la Rotonda en Choele Choele, sobre la Ruta Nacional número 22. A cambio, claro está, les dará el voto de sus senadores.
El sábado, en el tedeum realizado en la Catedral metropolitana, Milei escuchó atentamente la crítica que le realizó directamente el arzobispo Jorge Ignacio García Cuerva, quien señaló “nuestra gente está haciendo un esfuerzo muy grande y nosotros no podemos hacernos los tontos. Hay que acompañar con hechos y no solo con palabras ese enorme esfuerzo de nuestra gente. Por eso siguen doliendo algunas acciones de la dirigencia, divorciadas de la ciudadanía de a pie, como los tan mencionados auto aumentos de sueldos”.
Una vez en Córdoba para dar su discurso, Milei comprobó de manera fehaciente la caída de su imagen. Apenas cinco mil personas estuvieron presentes para escucharlo en la plaza San Martín en el centro de la provincia gobernada por Llaryora. Queda claro, que después de seis meses en el poder, la gente empieza a sentir de forma más frecuente las consecuencias de la motosierra y la licuadora, que lleva adelante el libertario. La caída de consumo, el aumento de la pobreza, una inflación descontrolada, y la pérdida de poder adquisitivo entre tantos efectos a consecuencia de las medidas del gobierno, dejaron de ser ideas remarcadas por algún medio opositor y son hechos presentes en la vida del pueblo argentino. Así lo dejo ver el levantamiento social de la provincia de Misiones, donde el gobernador Hugo Passalacqua apoya al gobierno y desarrolla el mismo plan económico que se impone desde Casa Rosada.
A la hora de su discurso, plagado de fantasía, Milei recalcó “Recibimos una inflación mayorista que en diciembre significaba 17 mil por ciento anual” para luego destacar la cada vez menos agraciada, figura de su ministro Caputo,” este gigante que tenemos como ministro de Economía la está domando. Es increíble que después de que durante 100 años nos estropearon la cabeza diciendo que eso no se puede y demonizan a los presidentes y ministros que tomaban la responsabilidad de poner el país en orden, hoy estamos subiendo en popularidad y mi ministro se convirtió en un rockstar”.
Luego, en lo que parece ser más una revancha por no llevar adelante el pacto que tanto pregonó, el presidente aprovechó su discurso para anunciar la formación del “Consejo de Mayo”. Él mismo se encargó de detallar que ese consejo “estará integrado por un representante del Gobierno Nacional, uno de las provincias argentinas, un representante de la Cámara de Diputados, otro de la cámara de Senadores, uno de las organizaciones sindicales y uno del empresariado argentino”, y luego volvió al autoritarismo que lo caracteriza señalando que “una vez que estén aprobadas la ley Bases el paquete fiscal, el Gobierno nacional avanzará en una reducción significativa de impuestos. Empezando por el impuesto PAIS, un impuesto extorsivo que atenta contra la producción y el crecimiento económico”. De lo que elige no hablar el presidente es que en la ley que quiere imponer promueve la imposición nuevamente del impuesto a las ganancias que perjudica a los trabajadores. Tampoco se refirió a las facilidades que promueve el RIGI para que las empresas extranjeras se queden con recursos estratégicos del país y no generen ningún beneficio a nuestra economía.
Así pasó un 25 de mayo que estuvo lejos de la foto que soñó Milei en marzo, cuando lo anunció en el discurso de apertura de sesiones ordinarias, y donde día a día se ve observa como el pueblo argentino va manifestando que la imagen del presidente cae y se deteriora, como la economía del país.