El periodista y conductor Roberto Navarro analiza el proyecto político y económico de Javier Milei y apuntó contra el hambre que está generando en el pueblo para pagar la deuda y la batalla cultural que está llevando adelante con la persecución en las redes sociales. Planteó el plan del candidato de Trump de destruir los Estados Nación y lo comparó con La Libertad Avanza.
“Los mercados vuelan gracias al hambre del pueblo, pero el hambre del pueblo puede ser la guillotina de Milei. La recesión generó una caída del consumo que calma los precios y una caída de las importaciones, por ese derrape del consumo, que ahorra dólares. El ajuste del Estado de su tarea de apoyo en directo con alimentos y medicamentos hizo el resto: hoy hay hambre y enfermedad, ya hay chicos raquíticos”, comenzó diciendo Navarro en su editorial en El Destape 1070.
Este proyecto lo hacemos colectivamente. Sostené a El Destape con un click acá. Sigamos haciendo historia.
En este marco, apuntó contra “el mercado que piensa que si alguien es capaz de hambrear a su pueblo para pagar la deuda, entonces es confiable”. Sin embargo , remarcó que “ese dato crucial para los mercados, puede ser la semilla de la explosión social que termine con Milei”.
“El gobierno exige auditar universidades, que ya son auditadas, pero no va a revisar de dónde viene la plata sucia de los ricos. ¿Cómo piensa lograr seguir beneficiando a los ricos a costa del pueblo sin que todo explote?”, disparó.
En este sentido, afirmó que Milei no está socavando solo el Estado, está acabando la democracia. “En un momento en que en el mundo no solo está cuestionada la democracia, sino también la existencia misma de los Estados Nación, el candidato a vicepresidente de Trump tiene como principal impulsor a un teórico del reemplazo de los Estados Nación por feudos manejados por los grandes millonarios del mundo”, planteó.
MÁS INFO
“La única libertad que propone Milei es la libertad de aplastar al otro, sea un político, un medio de comunicación, un sindicalista, universitario o un jubilado la libertad de difamar al otro y aplastarlo por pensar distinto. Todo el trabajo es para ganar la batalla cultural como precondición para consolidar un cambio regresivo radical”, disparó y cerró: “Pero esto recién empieza aunque quieran invisibilizar los jubilados, los profesionales de la salud y los pibes universitarios están en las calles, la moneda está en el aire y lo que hay en juego es demasiado importante para ser indiferente”.