Mientras las cifras de pobreza aumentan y la emergencia alimentaria se profundiza, el presidente Javier Milei celebró que terminó con los intermediarios, en otro ataque a las organizacioes sociales y a los comedores a los que evita mandarles alimentos. En el congreso de Inversiones Inmobiliarias, el Jefe de Estado también insistió con que quiere que Argentina sea "el país más libre del mundo" y que quiere tener niveles de "libertad económica" superiores a los de "Alemania, Francia e Italia".
"Dimos una batalla muy fuerte con la ministra (de Capital Humano, Sandra) Pettovello y queríamos terminar con los gerentes de la pobreza", comentó Milei, que destacó "eliminar la contraprestación del plan". Según afirmó, "lo interesante de haber sacado los intermediarios es que le pagabamos a los más vulnerables, pero les llegaba el doble"
"Fue tan fuerte este impacto, que rapidamente (el dirigente del Polo Obrero, Eduardo ) Belliboni salió a amenazar con una marcha", recordó, afirmando que ese día, que "esperaban llevar cien mil personas, había tres mil y había seis veces más efectivos policiales.
Entre los varios elogios que tuvo para con sus funcionarios, afirmó que Bullrich "está exterminando la inseguridad y está terminando con los malditos piquetes que nos arruinaban el día"
En su discurso, en el que atacó a otros economistas, el Presidente afirmó que "abrazar las ideas de la libertad nos va a hacer el más próspero de la tierra" y adelantó que profundizará la desregulación económica de su gestión.
"No nos alcanza ir a niveles de libertad económicas como el de Alemania, Francia e Italia. Queremos ser el país el más libre del mundo. Todos los dias sacamos regulaciones, tenemos pendientes 3200 reformas estructurales", afirmó.
Según afirmó Milei, "están subiendo el salario real en la Argentina y las jubilaciones" y defendió la política que él denomina "déficit cero". También adelantó que en septiembre "va a regir la baja del Impuesto País, del 17,5% al 5%" y que en diciembre "se elimina".
Por último, también afirmó sentirse "orgulloso de eliminar el Ministerio de la Mujer y el siniestro INADI", ya que afirmó que "se dedicaban a perseguir ideológicamente", a pesar de que no dejó en pie ninguno de los programas clave a cargo de estas dependencias estatales. Según el jefe de Estado, estas dos dependencias eran "antros de persecución".