Falta poco de la celebración del Día de la Niñez y se observa cómo las políticas de ajuste que llevan adelante el gobierno de Javier Gerardo Milei agravaron la situación de los niños de manera preocupante. La motosierra de Economía, el retraso respecto a la inflación de la Tarjeta Alimentar y la AUH, más las subejecuciones que hace Pettovello tanto en Educación como en la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, muestran que los niños no reciben la atención necesaria.
En el marco de la 5° edición de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) en Brasil, el libertario en su diatriba contra los socialistas dijo: “Cuando ya no pueden recurrir a los impuestos o al endeudamiento, recurren al peor de todos los males, que es la emisión monetaria, condenando a toda la población a la pobreza”. En los hechos, al gobierno que encabeza esa condena no importa.
En el 10° Latam Economic Forum 2024, que se realizó en Parque Norte en junio pasado, Luis Caputo prometía que “lo peor ya pasó. Estamos en franca recuperación. La velocidad dependerá de dos cosas: la Ley Bases y de que nosotros podamos convencer a la gente”. El libertario cerraba el evento con un contundente “cada vez que los degenerados fiscales de la política quieran ir a romper el equilibrio fiscal, se los dije antes, lo digo ahora: les voy a vetar todo, me importa tres carajos”. La ley Bases se aprobó, pero la situación económica no tiene aspecto de mejorar. Menos todavía la promesa del ministro de Economía de llevar la inflación al 1% en septiembre dado el piso que va a recibir, lo que seguirá repercutiendo en la economía de los hogares argentinos. Lo único que sí parece que se cumplirá, es la promesa de Milei de cortar todo posible aumento de beneficios que se proponga para paliar la situación de las familias.
El Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina, publicó el 5 de agosto su informe basado en datos que da el INDEC sobre la canasta básica y los ingresos laborales, que se calcula por Encuesta Permanente de Hogares. Allí se informa que la pobreza con Javier Milei llegó al 55,9% según los datos del primer trimestre de este año, y la indigencia llegó al récord de 20,3%. Este último porcentaje indica que una de cada cinco personas no llega ni siquiera al mínimo de los ingresos para poder subsistir. Es la cifra más alta de los últimos 20 años.
Los montos por AUH y Tarjeta Alimentar dependen de la composición de las familias que la solicitan: las que cuentan con un hijo perciben una de $52.250, las que cuentan con dos una de $81.936 y las que cuentan con tres una de $108.062. Son valores de miseria. En junio, según el INDEC, la Canasta Básica Total fue de $873.169 y la Canasta Básica Alimentaria de $393.319. Un hogar de cinco integrantes (en el que tres son niños), que percibe AUH y tres Tarjetas Alimentar, en junio solamente pudo cubrir el 31% de la CBT. Un hogar de cuatro integrantes (en el que dos son adolescentes), que percibe dos AUH, solo pudo llegar, en el mismo mes, al 12% de la CBT. En estas cifras se puede observar más detenidamente el impacto que la motosierra en curso tiene en la niñez y adolescencia.
Pettovello, la ministra de Capital Humano, sigue apelando la orden judicial dada para repartir alimentos almacenados, y así seguir postergando el asunto. Esos alimentos no le implicaron un gasto inmediato al Estado, ya que no fueron comprados en su gestión. Tampoco repartió frazadas que también mantuvo almacenadas durante la ola polar. Al retener alimentos, condena a familias a no poder ni siquiera concurrir a comedores populares para poder comer un plato de comida caliente. Un estudio del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) muestra que, entre enero y julio, el presupuesto ejecutado de la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia cayó un 40%; el del programa de apoyo al Plan Nacional de Primera Infancia se derrumbó un 77%; el del programa Comedores Comunitarios y Merenderos sufrió un ajuste superior al 81%.
Los ajustes en Capital Humano también perjudican el futuro de niños y adolescentes, al subejecutar el presupuesto de Educación. Milei, acompañado por su superministra, anunció en un acto el Plan Nacional de Alfabetización, pero en la implementación del Programa Nacional de Lecturas –que serviría a este fin ya que, del presupuesto del programa, se invierte en la adquisición y provisión de libros de texto, lectura y manual para alumnos de nivel inicial, primaria, y secundaria– solamente se ejecutó un 0,29% (de 76.000 millones disponibles, sólo se ejecutaron solamente 223 millones). La secretaría de Educación a cargo de Carlos Torrendel, sólo distribuyó 1,7 billones de los 4,3 billones presupuestados, o sea que se ejecutó menos del 40% del presupuesto. El plan Potenciar Trabajo tuvo un recorte del 75%.
En el porteño barrio de Caballito, un bastión de la clase media, hay un mural que muestra Milei rechazando a un niño mientras acaricia a sus “hijitos de cuatro patas”. Sobre la imagen se lee “¿Los perros de Milei son más importantes que los hijos de Argentina?”. Los números que marcan la pobreza y la indigencia gracias al ajuste, la desocupación en aumento y los recortes de Pettovello parecen indicar que sí, que los clones de Conan le importan más al libertario que los chicos argentinos.