El periodista Roberto Navarro cuestionó la firma del Pacto de Mayo en Tucumán, propuesta por el presidente Javier Milei y avalada por 17 gobernadores y el jefe de Gobierno porteño. "Si alguna vez tuvimos la década infame, quizás los historiadores cuando recuerden este momento lo llamen 'la década de la vergüenza'", comenzó Navarro al hacer su editorial de este martes 9 de julio en El Destape Mundo AM 1070.
"Ayer el gobernador peronista (Osvaldo) Jaldo, que organizó el cónclave, puso un cartel gigante cerca de donde se iban a reunir que decía 'bienvenido, presidente Milei'. Por suerte no le puso 'querido presidente Milei', pero por ahí la próxima se anima", siguió Navarro, y añadió: "Hicieron un operativo de seguridad como si hubiera una guerra, salieron a cazar personas que simplemente se estaban manifestando en contra de lo que se iba a firmar ahí".
Además, el periodista se refirió a lo que decía el propio documento que se firmó, "en el que se habla de la vida eterna y de las fuerzas del cielo". "Comienza priorizando por sobre todas las cosas la propiedad privada. No la vida, no el laburo, la salud, no la educación, no el buen vivir. La propiedad privada aparentemente es lo más importante sobre esta tierra", marcó.
Navarro opinó que los mandatarios provinciales que asistieron al acto en la Casa Histórica de Tucumán "fueron a chuparle las medias a Milei" para "conseguir fondos", pero en el documento que leyó el Presidente y que firmaron los gobernadores se hablaba, justamente, de ajustar más el gasto. "Los tipos fueron a firmar que les bajen un 40% más", subrayó.
"Fueron a chuparle las medias a un tipo que en seis meses bajó el salario un 20%, insultó a los principales presidentes del mundo, suspendió la comida a comedores. Ayer hubo un comunicado desesperado de 400 pediatras por la alimentación de los niños. Suspendió los remedios a los enfermos y emitió un decreto y una ley que nos convierten en un país bananero", continuó.
Por último, el editorial concluyó: "Ayer Milei faltó a la reunión del Mercosur para reunirse con un golpista, a hablar de penes erectos y desprecio de la homosexualidad. Había un loco que presidía y, frente a él, había, como en la dictadura, ventajeros, acomodaticios, atorrantes, egoístas, miserables, miedosos y mediocres. El hombre de los chicos envaselinados, la venta de órganos y armas, el hombre que recorre el mundo recibiendo premios truchos, logró encolumnar detrás de él a todo el PRO, a todo el radicalismo y a parte del peronismo. Una postal de un tiempo cruel y absurdo".