Tras el fracaso de la Ley Ómnibus y el señalamiento a los gobernadores como traidores, el Gobierno acelera las designaciones en dependencias provinciales de organismos nacionales bajo una sola regla: que sean libertarios puros. Se trata de oficinas del Estado que generan miles de puestos de trabajo y que manejan una importante caja presupuestaria.
Con esa premisa se conformó una mesa política encargada de definir las designaciones en Pami, Anses, Afip, Vialidad Nacional, entre otras oficinas con despliegue territorial en todo el país. “Es una oportunidad para mostrar capacidad de gestión”, deslizan desde el oficialismo.
La estrategia busca limitar políticamente el alcance y la influencia de los gobernadores, ocupar la decena de cargos vacantes en la administración nacional y coparla de dirigentes “puros y leales”.
Los diputados oficialistas con anclaje federal acercaron una lista de nombres y sus respectivos CVs que están en análisis de una mesa política integrada por Eduardo "Lule" Menem en representación de la Cámara Baja, el ministro del Interior, Guillermo Francos, y otros funcionarios del Poder Ejecutivo.
“Esos organismos tienen que estar en buenas manos, en dirigentes que abracen las ideas de la libertad”, señala un diputado que brindó un listado de hombres y mujeres para sumarse al Gobierno. “Al no contar con gobernadores e intendentes propios tenemos la chance de mostrar un diferencial en la gestión desde ahì”, profundiza.
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Las oficinas provinciales ofrecen cercanía y visibilidad ante la ciudadanía y permitirían mostrar otra cara del espacio de gobierno, hoy caracterizado por el ajuste. Los objetivos que se trazaron para esos espacios es mostrar celeridad, transparencia y desburocratización de trámites. Esa será la tarea a la que estarán abocados quienes sean designados.
“Somos un partido joven, nuevo, que tiene que crecer en el territorio, es momento de mostrar a nuestra gente”, analizan. Además remarcan que en varias dependencias hay continuidad de funcionarios kirchneristas en puestos jerárquicos sobre los que hay desconfianza, creen que pueden sabotear la gestión.
Temen también que queden en manos de delegados de gobernadores o dirigentes cercanos a las administraciones provinciales con las que ahora se quiere confrontar. Buscan evitar que se repita lo ocurrido con el titular de Anses, Osvaldo Giordano, proveniente del cordobesismo schiarettista. Hoy está en la cuerda floja. Su esposa diputada, Alejandra Torres, votó en contra de algunos incisos de la ley cuando la consideraban aliada.
La desconfianza prima por estas horas entre los libertarios y todo lo que no muestre pureza será visto de reojo.