A horas del encuentro que mantuvo el presidente Javier Milei en Tierra del Fuego con Laura Richardson, la generala del Ejército de los Estados Unidos y titular del Comando Sur, el Gobierno ratificó su pleno alineamiento con ese país y con Israel en lo que respecta a su postura geopolítica. A pesar de las futuras críticas que podrían llegar por parte de China, el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó en conferencia de prensa que "no va a haber ningún tipo de conflicto" con el país asiático porque se respetarán los convenios firmados en gobiernos anteriores, aunque aclaró: "Nuestros aliados van a ser aquellos del occidente moderno. Estados Unidos e Israel".
Milei había resaltado ayer que la visita de Richardson a Tierra del Fuego tenía como objetivo "monitorear los avances en el desarrollo de la Base Naval Integrada" que definió como “un gran centro logístico que constituirá el puerto de desarrollo más cercano a la Antártida y convertirá a nuestros países en la puerta de entrada al continente blanco”.
La llegada de la generala al país también estuvo relacionada con la base china ubicada en Neuquén. Tal como contó El Destape, "se tocó el tema pero no fue central". Según remarcaron, desde el gobierno se contó que "ya estaba planeado organizar una visita a la base, que tiene como eje investigación" y se volvió a resaltar que "no hay militares en la misma".Según remarcaron, desde el gobierno se contó que "ya estaba planeado organizar una visita a la base, que tiene como eje investigación" y se volvió a resaltar que "no hay militares en la misma".
Este viernes, Adorni fue consultado sobre la relación de Argentina con China y prometió: "No va a haber ningún tipo de conflicto porque no nos vamos a alejar de lo que marca el convenio respecto a lo que otros gobiernos firmaron". También dio detalles respecto a los operativos que se realizarán en la base para controlar su funcionamiento. "Entendemos que la actividad es meramente científica y de investigacion, de todas maneras se harán las inspecciones técnicas que sean necesarias y que efectivamente confirmen esas hipótesis", sostuvo.
Al mismo tiempo, ratificó que "la posición del Presidente, que implica la postura del gobierno argentino, es que efectivamente nuuestros aliados van a ser occidente moderno". Dijo que se relacionarán "seguramente cada uno de los países que estén en esa línea y que propongan civilizaciones modernas, sociedaddes de moderna y estar parados realmente en el siglo XXI y estar alejados de gobiernos de dictadores".
"Dicho esto, hay una confusión desde la campaña. Nosotros no tenemos ningún inconveniente ni lo vamos a tener con China y cada uno es libre de comerciar y hacer negocios pero nuestro alineamiento va a estar con Estados Unidos y con Israel", enfatizó.
El desvío en el vuelo y la injerencia China
La idea del mandatario nacional era encontrarse cerca de las 21 con la enviada de Joe Biden, pero terminó arribando a Ushuaia pasadas las 23:30. Según publicó Noticias Argentinas, si bien estaba previsto que saliera a las 17:30, el avión de la Fuerza Aérea salió desde Aeroparque a las 18:40 y debió hacer una parada técnica en Río Gallegos, Santa Cruz, la cual no estaba prevista.
A las 22:10 finalmente partió rumbo a Tierra del Fuego a donde arribó una hora y media más tarde. Pese a la espera, el Presidente se reunió con Richardson para dar una nueva muestra de sintonía con el gobierno de los Estados Unidos. El escenario elegido no fue casual, ya que Estados Unidos mira con desconfianza el avance de China en la región y en la zona sur de América.