La Secretaría de Transporte adelantó el pago de subsidios a colectivos para ganar tiempo en el conflicto entre las empresas y los choferes enrolados en la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Mañana habrá una nueva audiencia entre el sector privado y los representantes gremiales para destrabar la paritaria en medio de la negativa del Gobierno a aumentar la tarifa y al mismo tiempo no incrementar los subsidios. De qué depende el posible paro de colectivos.
Son 15 mil millones de pesos los que fueron girados anoche a las distintas empresas que manejan las líneas de colectivos del AMBA para poder cumplir con el compromiso de pago de un bono de $250.000 para los empleados. “Es un adelanto, un préstamo”, indican desde las cámaras privadas y remarcan que no hay una solución de fondo al conflicto. Para pagar el mismo bono no remunerativo el mes que viene los recursos no están.
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La UTA solicitará el jueves un incremento del sueldo básico que compense la inflación desde diciembre y que impacta en el cálculo de horas extras, aportes, etc. Hoy el sueldo mínimo está en $737.000 y pedirán incrementarlo hasta $1.100.000, la incógnita es de dónde salen los fondos para afrontar los salarios.
“Sin aumento de tarifa ni de subsidios ¿De dónde va a salir la plata?”, se pregunta Luciano Fusaro, vicepresidente de la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA). “Todos los costos están regulados por la secretaría de Transporte”, indica. Según sus cuentas, el pago de salarios pesa en el 50% de la tarifa y el aumento de sueldos que se acuerde tendrá un peso superior al que vienen teniendo los bonos con los que van ganando tiempo. En caso que los choferes le empaten a la inflación, los empresarios pedirán que el boleto de colectivos aumente 50%, es decir el mínimo debería pasar de los $270 actuales a $405.
El sector privado viene presionando para que el Gobierno descongele la tarifa. “Se debe sacar una resolución oficial nueva con la actualización de la estructura de costos. Esto sin contar aumentos en el gasoil y otros items”, calcula Fusaro. El Gobierno tenía previsto aumentar los pasajes de colectivos de forma escalonada y consecutiva pero lo suspendió para sostener el camino de la inflación a la baja. El boleto tiene un impacto nada despreciable en el cálculo oficial que mide el INDEC. La proyección inicial aumentaba la tarifa mínima a $369 desde abril.
La expectativa que comparten la UTA y AAETA es que el Gobierno use el superávit del que hace gala y lo destine al incremento de subsidios que vaya a las empresas y a los choferes. La discusión entre las partes se dará mañana a las 13hs por zoom a instancias de la Secretaría de Trabajo. El gesto de adelantar parte de lo que debía girarse en junio fue bienvenido.