La Cancillería argentina condenó la detención “arbitraria e injustificada” de un empleado local de la representación diplomática argentina en la República Bolivariana de Venezuela. En el comunicado difundido el viernes por la noche no se hicieron mayores especificaciones sobre el tema: cómo, dónde ni por qué fue detenido y tampoco se conoce la identidad de la persona. La denuncia llegó luego de que junto con el Ministerio de Seguridad también denunciaran la detención de un gendarme argentino en la frontera con Colombia. Desde agosto de este año, cuando se rompieron las relaciones diplomáticas con Venezuela, los intereses argentinos en Caracas están a resguardo de Brasil.
“Esta acción constituye una violación flagrante e inaceptable de las normas internacionales que garantizan la inviolabilidad de las sedes diplomáticas y la protección de su personal, incluidos aquellos que desempeñan funciones esenciales”, señalaron.
La delegación diplomática argentina salió de Caracas el 30 de julio luego de que se rompiera el vínculo entre ambos países por la falta de reconocimiento a Nicolás Maduro como presidente electo por parte del Gobierno argentino, en el marco de unas elecciones cuyo escrutinio no fue dado a conocer por el Consejo Nacional Electoral. Sin embargo, en el lugar permanecen algunos empleados, así como seis dirigentes opositores del partido Vente Venezuela, de la líder antichavista María Corina Machado, que en las últimas semanas denunciaron acciones intimidatorias.
En ese contexto, el Ejecutivo argentino consideró que “esta detención no es un hecho aislado, sino parte de una campaña sostenida de hostigamiento, intimidación y violencia psicológica contra los asilados y empleados de la misión argentina”, denunciaron y señalaron que a esto “se suma la presencia de francotiradores apostados frente a la sede y la ocupación ilegal de las viviendas vecinas, configurando un cerco de facto con el claro objetivo de ejercer presión y generar un clima de terror sobre quienes se encuentran en el interior de la representación diplomática”, dijeron.
“El Gobierno argentino exige de forma categórica la liberación inmediata del empleado local” y reiteraron la entrega de los salvoconductos para las personas asiladas en la sede diplomática.
El pedido a la ONU
La gestión del presidente, Javier Milei, además solicitó colaboración del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, “para que actúe con la urgencia y determinación que esta situación demanda”, pese a que en general no es una persona ni esa es una institución de confianza de este Gobierno. Por el contrario, Milei sostuvo que se trata de una institución que busca “imponer un modelo de gobierno supranacional de burócratas internacionales” y la catalogó de ser impulsora de programas de “corte socialista” como la Agenda 2030.
Más allá de eso, el Gobierno argentino dijo que “es necesario garantizar la liberación del empleado local, la entrega de los salvoconductos y el fin del hostigamiento y el terror psicológico ejercido por el régimen de Nicolás Maduro contra la misión diplomática argentina y las personas bajo su resguardo. La pasividad o la demora en la acción solo contribuirán a agravar la situación”.
En el comunicado también sumaron un llamado “urgente” a la comunidad internacional “para que se sume a este reclamo con la mayor firmeza posible” y consideraron que “las consecuencias de la inacción podrían ser irreparables”.