A pesar de los vaivenes de Milei, la OEA renovó su apoyo a una solución a la cuestión Malvinas

Cómo lo hizo históricamente, la Asamblea General adoptó una nueva declaración para que se reanuden las negociaciones por la disputa territorial con el Reino Unido. Los vaivenes en la posición del Gobierno con Diana Mondino.

29 de junio, 2024 | 16.03

La 54° Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) adoptó una nueva declaración en favor de que se reinicien negociaciones con el Reino Unido para resolver la disputa de soberanía territorial sobre las Islas Malvinas. La intención, como se plantea cada año desde 1948 desde el organismo, es "encontrar una solución pacífica a esta prolongada controversia". La iniciativa en el marco de la reunión, que se llevó a cabo en Paraguay, fue apoyada por todos los países, luego de la intervención de la Canciller, Diana Mondino

La OEA acompañó el reclamo argentino prácticamente desde su inicios y cada año los países que forman parte del organismo -desde Canadá hasta Argentina, con excepción de Cuba, Venezuela y Nicaragua- se ocupan de apoyar la iniciativa. En los últimos años, el reclamo para impulsar negociaciones con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte sobre el territorio ocupado fue por aclamación.

“Es un tema central para todos los argentinos. Nuestra Constitución Nacional así lo reconoce. Se trata, por tanto, de un objetivo que trasciende a los gobiernos y constituye una verdadera política de Estado, en la que coincidimos todas las fuerzas políticas de mi país”, dijo Mondino, aunque lo cierto es que la postura del Gobierno desde el comienzo fue de acercamiento y negociación.

Así lo manifestó el presidente, Javier Milei, autodeclarado "fan" de la primera ministra, Margaret Thatcher, quien gobernaba durante la Guerra de Malvinas Y que en las reiteradas ocasiones en las que le preguntaron sobre el tema sostuvo que Argentina "no creó las condiciones para que los habitantes de las Islas quieran ser argentinos", además de aludir a la idea de la libre determinación. Por su parte, Mondino se limitó a publicar mensajes irónicos en sus redes sociales ante la visita a las islas por parte de su par británico, David Cameron: “Valoramos el gesto del canciller de UK Cameron de incluir a la Argentina en su vista a la región. Estaremos felices de recibirlo, en una próxima ocasión, también en Buenos Aires”, dijo.

Más allá de eso, Mondino hizo una pequeña marcha atrás este viernes en su intervención. “Ninguna de las resoluciones sobre la Cuestión Malvinas adoptadas por las Naciones Unidas ha incluido jamás referencia alguna a la libre determinación”, dijo y manifestó que “el Reino Unido procura forzar" ese principio "en favor de los habitantes británicos de las Islas" y aclaró, en línea con la normativa internacional de las Naciones Unidas, "que el derecho a la libre determinación no es aplicable en la Cuestión de las Islas Malvinas”.

A diferencia de las intervenciones de otros funcionarios en años anteriores, como se lee, Mondino se limitó a mencionar la "Cuestión Malvinas" sin hacer referencia a las Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, que también son parte del histórico reclamo.  

El papelón de la Cancillería en la OEA

La participación de la Argentina en la OEA en los últimos días no pasó desapercibida. Por el contrario, estuvo atravesada por las controversias por el giro conservador e intolerante que lleva el brazo diplomático del gobierno ultraderechista. Según publicaron Página|12 y La Política Online, la gestión está a cargo de la abogada antiderechos Úrsula Basset -una especie de interventora designada por la hermana del presidente y secretaria general de la presidencia, Karina Milei- y Sonia Cavallo, representante argentina ante la OEA, que discutieron y debatieron con el resto de los países modificaciones sobre decisiones históricas en las resoluciones que tienen que ver con los derechos humanos. 

Bajo el ojo de Basset, lo que se propusieron fue barrer con todos términos que hicieran referencia a los derechos humanos, en general; y de las mujeres y de la población LGBTI+, en particular, como los derechos sexuales y (no) reproductivos y ambientales. "Género", "tolerancia" y "cambio climático", fueron algunos de los términos que discutieron, pero que, sin embargo, quedaron a un pie de página. Lo cierto es que son documentos que se trabajan hace más de un año y sobre los cuales ya se habían construido consensos.