"Dejemos la vacuna y la pandemia afuera de la disputa política" dijo Cristina Kirchner en La Plata y provocó una ola de pronunciamientos opositores de lo más variados. Si algo los unificó fue el hecho de que la gran mayoría intentó dar vuelta la ecuación y salió a criticar al Gobierno por hacer uso político de la campaña de vacunación pese a que alguna figura cercana a un dirigente importante reconoció, por lo bajo, que la oposición fue protagonista de ese juego. Por otro lado, ya sea por desconocimiento o por la inercia de las operaciones, se armó una suerte de interna sobre la organización de la inoculación en la provincia de Buenos Aires. Mientras de un lado sostuvieron que la gestión de Axel Kicillof discrimina a los municipios cambiemitas, desde estos distritos negaron la teoría y la aclaración llegó desde la ciudad capital bonaerense.
En su discurso, Cristina pidió llegar a un acuerdo que deje en claro que el saber está en la medicina y la ciencia, que hay que frenar con la campaña del miedo y que la campaña política tiene que pasar por otro lado. El primero en salir a contestarle fue el diputado radical Mario Negri: "Sra. Vicepresidenta desde JxC en el Congreso hemos intentado ayudar para que lleguen más vacunas. No bajamos los brazos. Es su gobierno el que hace política con la pandemia y el que prioriza vacunas de algunos países por sobre otros. Es su gobierno el que armó vacunatorios VIP", puso en Twitter. Cerca de una dirigente importante, describieron el pronunciamiento como "impecable".
Si bien una fuente - que hace décadas camina junto a un dirigente clave de la alianza opositora - dijo que Cambiemos tiene que reconocer que hacen un uso político de la vacuna, cerca de otros referentes decidieron negar la realidad. Quedaron en el olvido las operaciones por la vacuna de Pfizer, la mentira que instalaron en torno a que las provincias no podían comprar vacunas o que las dosis eran un veneno. Sobre la primera, se dijo que aún no se sabe qué fue lo que ocurrió con el laboratorio - pese a que ya se desmintieron todas las denuncias realizadas -; respecto a la segunda, argumentaron que la ley no era lo suficientemente clara y que, incluso, la provincia de Buenos Aires salió a comprar el antígeno después de la proclama cambiemita; finalmente, el último punto simplemente fue "aclarado" por Elisa Carrió.
Con esos tres hitos como ejemplos, desde el larretismo pidieron no poner a todos los dirigentes bajo el mismo paraguas porque no tienen la misma estructura de pensamiento o de acción. De todos modos, tanto Carrió como Patricia Bullrich - quien denunció una suerte de "retorno" exigido por el Gobierno a Pfizer para comprar vacunas - pertenecen al mismo espacio, más allá de que no gusten algunas formas. Pero, una vez más, no consideraron que hayan hecho campaña con la inoculación o la pandemia. El vidalismo prefirió llamarse al silencio.
Despegarse y acusar. Esa fue la estrategia. Despegarse y negar haber hecho - o hacer - campaña y acusar al oficialismo de encabezar una cruzada política tras las vacunas. Desde un sector no bonaerense denunciaron que en la provincia no se utilizan los vacunatorios municipales de los distritos gobernados por Cambiemos. Incluso, dijeron, los centros de atención primaria de los distritos PRO están vacíos.
Sin embargo, cerca de un intendente cambiemita negaron esta versión y aseguraron que no se usa ningún vacunatorio municipal, no importa quién gobierne. Por eso le pidieron activar la campaña en esos lugares, la semana pasada, a Axel Kicillof. Desde el Ministerio de Salud bonaerense explicaron a El Destape que las dosis se aplican en vacunatorios nuevos instalados por la provincia en todos los municipios.
Las razones principales son tres: la logística de la vacuna contra el coronavirus no puede hacerse en vacunatorios comunes por cuestiones de turnos, esperas y otros factores; además, tienen que estar destinados para seguir vacunando calendario; y la mayoría de los "vacunatorios municipales" son Centros de Atención Primaria que deben seguir funcionando como tales.
Actualmente, los nuevos vacunatorios oscilan entre 550 y 700 operativos en todo el territorio bonaerense. “Los 700 vacunatorios activos de la Provincia se caracterizan por la dedicación de los trabajadores y las trabajadoras para cuidar a los adultos mayores durante todo el proceso”, dijo Carlos Bianco, jefe de Gabinete, hace unos días en un acto desde Bahía Blanca.