"Somos seres humanos, nos calentamos. Tenemos que lograr salir de todo eso", dijo Mauricio Macri sobre su pelea con Gerardo Morales. Pero la tensión está lejos de bajar. En las filas radicales circula la creencia (o certeza) de que el ex presidente le pidió a “periodistas amigos” salir a criticar al jefe de la UCR. Una teoría no confirmada con palabras sino con videos. Es que después de la carta bomba del jujeño, el radicalismo optó por mantenerse alejado de cualquier profundización de la grieta. Pero este jueves habrá un nuevo almuerzo PRO y la paz ficticia podría dejar de existir.
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El analista político Raúl Timerman deslizó en C5N que Macri le pidió a sus “periodistas amigos” que salieran públicamente a atacar a Morales. Esta duda fue trasladada por El Destape al entorno de Morales, desde donde se respondió con un video, un fragmento de un análisis realizado en LN+ en las últimas horas. Una validación de la teoría.
En el fragmento, un columnista de LN+ dijo tener “dato de Macri” y citó: “'Qué ingrato que es Morales', dice Macri. 'Qué ingrato. Le di todo, como presidente le di todo'”. Acto seguido, enumeró desde el litio hasta el aeropuerto pasando por el “apoyo político” para bancar la detención política de la dirigente social Milagro Sala. “'Qué ingrato'. No lo digo yo, lo dice Macri”, completó.
Para Mauricio, la UCR estaba en peligro de extinción y su alianza con el PRO fue el salvavidas. Por eso, el radicalismo debería ser más agradecido. Furgón de cola o partido testimonial. Básicamente, el menú ofrecido por el ex presidente. Algo con lo que no concuerda uno de los candidatos anticipados del 2023, Horacio Rodríguez Larreta. El jefe de Gobierno no sólo busca mantener una buena relación sino que también desea una fórmula que tenga a un radical como vice.
Morales “es el Insfrán jujeño. Así le dicen adentro del radicalismo”, agregó el columnista de LN+. Esta es una apreciación que circula dentro de las filas del PRO. La comparación no fue para nada inocente. Gildo fue criticado por la oposición desde el inicio de los tiempos y en cuarentena, por poner un ejemplo cercano, hicieron las mil y una caravanas hacia ese territorio para intentar demostrar un supuesto manejo autoritario y feudal. Eso derivó, claro, en un incremento de casos positivos.
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Ese fragmento televisivo está guardado en celulares boina blanca. Y tienen más, pero prefirieron guardarlos para mantenerse “lejos” de estos modos de internismo. La pelea entre Macri y la UCR – que hace rato no tienen la mejor relación - volvió a estallar esta semana cuando Mauricio tildó de “populista” a Hipólito Yrigoyen y Morales lo acusó de querer romper Juntos por el Cambio. Un señalamiento que pesa sobre más de un dirigente, pero nadie se hace cargo.
En las últimas horas, el PRO fingió bajarle el tono a la disputa por una cuestión electoral. "Si decimos que vamos a hacer un cambio en serio y en la previa nos matamos entre nosotros, ¿quién nos va a creer? La gente no es pelotuda", dijo Macri en una especie de pedido tangencial de dejar las peleas de lado. Sin embargo, la teoría del “fuego amigo” desde medios macristas pareciera rechazar cualquier tipo de bandera blanca.
Por ejemplo, Viviana Canosa también le dedicó un párrafo a Morales. La conductora mostró un video en el que el gobernador jujeño confesó haberle pedido a sus ministros que “emitan sin miedo”. Sobre esto, ella lanzó: “¿Qué pasa, Morales? Los dichos de Morales me dan un poco de cagazo, estamos a un paso del precipicio y Morales te pide que sigas caminando”.
Desde el radicalismo prefirieron no tirar más leña al fuego. Con la del fin de semana alcanzó. En la carta que Morales le dedicó a Macri, se puso en duda el futuro de la unidad cambiemita. Hubo dardos para todos lados y desde todos lados. Los bandos se acusaron mutuamente de querer romper la alianza pero, contradictoriamente, ninguno se manifestó proclive a hacerlo.
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Este jueves, la cúpula del PRO hará un nuevo almuerzo con temario libre. Hasta ahora debatieron la unidad de Juntos por el Cambio, la necesidad de disputar una interna sin golpes bajos y, más cerca en el tiempo, el pedido macrista de diferenciarse de la UCR en el Congreso. La chispa que reavivó la pelea en el último mes.
Si bien hace dos semanas el radicalismo reafirmó su pertenencia a Juntos por el Cambio, también dejó ver su malestar ante la derechización de la agenda opositora. Definido como un partido de centro que buscará convencer desde el centro, ya le puso ciertos límites a la apertura de la alianza y se plantó como un contrincante electoral. “Tenemos mejores candidatos”, dijo Gastón Manes, flamante presidente de la Convención, en un mensaje a Mauricio.
Hoy por hoy, desde la oposición se avizora un panorama de PASO en todos lados. El problema es que nadie sabe si será entre partidos o entre fórmulas cruzadas, un mix de las diferentes fuerzas. Al respecto, Ezequiel Galli, intendente PRO de Olavarría, postuló la fórmula Santilli-Abad en declaraciones a LetraP. Un macrista y un radical para la provincia.
Eso no está encaminado, pese a que ambos tienen una buena relación y mantuvieron reuniones en público y en privado. Pero forma parte de la especulación, de un mundo ideal con acuerdos políticos. Algo similar a lo que quiere lograr Larreta. Un gobierno de coalición con un presidente amarillo, un vice radical y un jefe de gabinete peronista.