Mientras en el Gobierno porteño negocian ponerle punto final a la interna PRO en la provincia de Buenos Aires, la dirigenta de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, apuntó directamente contra Facundo Manes, el candidato de la UCR, por romper la estrategia de la unidad al ir con su propia boleta y enfrentar a Diego Santilli en la PASO de Juntos por el Cambio de cara a las elecciones 2021. El lanzamiento del neurocirujano “liberó” a la ex diputada de una carga que no tenía ganas de asumir, la de volver a postularse y regresar al Congreso de la Nación. “Yo era prenda de unidad”, dijo, pero “no se pudo lograr”. "Ahora los dirigentes de la provincia de Buenos Aires no tienen mamá gallina, ahora la unidad la tienen que hacer ellos”, pero pese a los malos momentos que, pronosticó, todavía atravesará la oposición, "se que en diciembre va a haber victoria y si no la hay, seguiremos luchando".
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El sábado, después del lanzamiento formal del científico, Carrió pronunció su renunciamiento, casi en simultáneo al de Patricia Bullrich en la Ciudad. “Cuando se presenta Manes, yo ya tenía todo preparado. Yo era factor de unidad en la provincia (pero) el radicalismo (la) rechazó”, acusó la dirigenta. “Yo trabajo la unidad y creo que no hay que hacer peleas contra de nadie”, ni contra Mauricio Macri (con quien no tiene la mejor relación pero al que salió a defender en la causa Correo Argentino porque, “independientemente de que algunos lo critiquen, hay persecución”).
Lilita contó, en la tercera entrega del curso de “Formación teórica y práctica de la acción política" junto a María Eugenia Vidal, que aceptó trabajar por la unidad bonaerense hace seis meses, apenas iniciado el año. “Venía la gente a mi casa porque acepté que, con mucho dolor, tenía que volver al Parlamento”. Pero de golpe algo cambió, “hubo otra competencia, la de Manes. Nunca voy a estar con él, no por razones personales sino porque cuando una persona quiere llegar en un día a la Casa Rosada, hay una especie de mesianismo malo”.
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Tras la decisión de Manes, la ex diputada reveló que bajar su candidatura fue “un táctica en medio de la estrategia de la unidad de la Argentina, para que no se parta. Para que no se parta JxC y se amplíe”. "No se pudo lograr la unidad y algunos sabíamos que teníamos que renunciar” pero “vamos a estar en todos lados”, advirtió. “La presentación me liberó porque no hay posibilidad de unidad y yo sólo era prenda de unidad. Se lo digo a los que pensaban que ambicionaba ser primera candidata cuando para mi era el sacrificio más grande”.
"Ningún triunfo anticipa el triunfo final y el éxito puede ser una trampa”, advirtió la líder de la Coalición Cívica. “El adversario (en referencia a un Juntos por el Cambio retador del Frente de Todos) no se da cuenta que está siendo tonto. No jugar a la unidad es jugar a la dispersión”, le dijo a los que todavía no se plegaron a la estrategia porque “para unir un país, tienen que estar unidos”. Una de las premisas que coordinó el encuentro reducido de la mesa nacional de Juntos por el Cambio, donde se decidió armar una comisión para ordenar las listas en el país.
Unidad y PASO
En la Ciudad, Bullrich antepuso la unidad por sobre la candidatura y se bajó de las elecciones 2021, como lo pidió Horacio Rodríguez Larreta, para que Vidal pudiera ser la candidata del oficialismo porteño. La ex gobernadora todavía no lo confirmó y esperará un acuerdo mayor que incluya al resto de los partidos que integran la coalición de gobierno porteña, pero confían en que así será.
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El caso de la provincia es más complejo. Por tercera vez en una semana, Jorge Macri, intendente de Vicente López, y Larreta se juntaron cara a cara para intentar evitar la PASO PRO en la provincia. Para el primo, Diego Santilli no tiene que jugar por el hecho de ser porteño. Para el larretismo, el vicejefe de Gobierno es mejor candidato, tiene más proyección y posibilidad de atracción. Lo mismo pensaron los dirigentes bonaerenses que acompañaron el desembarco.
La última reunión entre ambos fue el lunes, a puertas cerradas. “La unidad avanza” y “la semana que viene o el fin de semana va a haber definiciones” fueron dos de las contadas frases que lograron filtrarse tras el encuentro. Lo que se espera es que Macri decline su pretensión electoral de este año y que sólo haya una PASO entre Santilli y Manes. Ese Manes que, según Lilita, impidió la unidad y tiró por la borda seis meses de trabajo, de estrategia.
Cambio, señor juez
El pase de Santilli a la provincia no sólo alborotó el gallinero bonaerense sino también el porteño. De ser precandidato, candidato y luego diputado, su lugar como vicejefe de Gobierno quedará vacío por lo que el primer nombre de la boleta local será clave. Al menos, hay tres en danza, todos hombres de extrema confianza de Horacio Rodríguez Larreta.
Se trata de Eduardo Macchiavelli, hoy secretario de Ambiente, secretario general del PRO nacional y quien manejó la campaña larretista de 2019; Fernando Straface, actualmente secretario de Gobierno y, por poner un ejemplo, la figura que Horacio mandó para poner paños fríos tras la filtración anticipada del renunciamiento de Bullrich; y el actual diputado nacional, Álvaro González. De este modo, el mandatario sacaría una ficha cercana para poner otra de su entorno.
Si alguno de ellos encabezara, se definirá en los próximos días, habrá lugares para rellenar y restará saber si, en medio del toma y daca, quedarán para otras fuerzas de la coalición o también serán para el larretismo. Uno de los rumores puso sobre la mesa el nombre del presidente de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, como una de las cartas de reemplazo. Sin embargo, nadie lo llamó ni tuvo ofrecimientos concretos. Quedan 18 días.